36|Noche juntos

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Capítulo sólo de puro Smut, si no te gusta, espera al siguiente capítulo, no te perderas de nada⚠




Me senté en su regazo mientras seguíamos basándonos. Comencé a sentir mucho calor, me separe de el y me quite mi sudadera arrojandola en el asiento de alado. Volví a besar sus labios con desesperación, comenzó a bajar dando besos húmedos hasta llegar a mi cuello, que no dudo en atacar en el, encontró mi punto débil haciendo que saque jadeos y el siga mordiendo esa sensible zona. Podía sentir su bulto que crecía más y más, así que comencé a mover mis caderas haciendo fricción en aquellas partes, se sentia tan bien que no podía evitar jadear, comencé a sentir como se ponía más y más duro. Antes de sacarme la blusa me miro directamente a los ojos.

-¿Estas segura que quieres que pase?- su voz era ronca y malditamente provocadora, sólo hizo que mi deseo creciera más.

-Si- le contesté, me acerqué a su oído- quiero que me hagas tuya, en tu auto, justo ahora ¿No suena eso brillante y excitante?- mordi el lóbulo de su oreja.

Parece que eso hizo que perdiera el juicio por completo y acabar con la poca cordura que le quedaba. Tomó mis caderas con ambas manos con cierta fuerza e hizo que el movimiento de mis caderas sea más rápido y salvaje. Soltó mis caderas pero yo seguí con el movimiento que el hizo. Me sacó la blusa y la arrojó a algún lado de su auto.

-Rojo- gruño mientras veía mi sostén rojo.

Jade al sentir como apretó mis muslos.

-¿El rojo te excita?- le pregunté con cierta diversión pero su respuesta me puso a temblar.

-Me excitas tú usando algo rojo, no puedo evitar tener cierta atracción cuando una chica usa rojo, me encanta- su tono de voz era tan provocador que por un momento olvide que lo llamaba princeso, no tiene nada de princeso justo ahora, eso me enciende.

-Entonces usaré con más frecuencia el rojo para ti, en especial cierta ropa que te encantará- me relami los labios bajo su atenta mirada sobre ellos.

-¿Quieres volverme loco? ¿Quieres qué pierda la poca cordura qué me queda?- acerco su cara a la mía y su boca quedó a centímetros de la mía.

-Si, quiero que pierdas totalmente el juicio y me enseñes que no eres el niñito que creí que eras.

Me beso con tanta fuerza que incluso me faltaba el aire, era salvaje. Su mano recorrió mi espalda con la yema de sus dedos, mandando escalofríos poniéndome los pelos de punta. Su mano se quedó en donde se abrocha mi sostén, con sólo una mano lo desabrocho sin problemas, deje que mi sostén resbalara por mis brazos hasta que cayera.

La ropa era un maldito estorbo así que nos decisimos de ese pequeño problema. Volví a sentarme encima de el, con la diferencia de que ahora no había telas de por medió separando ambas pieles o mejor dicho, ambas sensibles zonas. Me estremeci cuando lo sentí sin ningun tipo de barrera, estaba tan duró. Solté un gemido, ansiaba pasar a lo siguiente, pero faltaba una pequeña cosa.

-Estas mojada- me dijo apretandome más contra el, si seguía hacia me iba a volver loca.

-Los hombres siempre deben traer un condón- le dije.

-Para tu suerte soy cuidadoso- estiró su mano y de su cartera sacó uno.

-Yo lo hago- le quite de la mano.

Lo abrí y lo saqué, baje mi mano hasta su "amiguito" y se lo coloque en la punta, poco a poco y con una lentitud desesperante comence a desenrrollarlo cubriendolo todo, parece que eso era un tortura para el porque escuche como gruño. Cuando estuve segura de habérselo colocado correctamente volví a mirarlo. Me tomo de la cintura y me acerco más a el, quedando en posición, me miro a los ojos.

¡Princeso! - C.V y tú | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora