56| Otra vez, no

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Me coloque el casco y me subí a mi motocicleta. Llegué a mi destino dentro de unos minutos, me baje de esta y me quite el casco, en cuanto pudo apreciar mi rostro se acercó con cierta impresión.

—Hey— saludó en cuanto llego conmigo.

—Hey— le devolví el saludo.

—Veo que también te gustan las motocicletas, a lo lejos te vi pero no me imagine que eras tú. Me gusta tu motocicleta.

—¿También?— pregunté.

—Si— se giro y señaló una hermosa motocicleta, una de las más recientes— esa de ahí es mía.

—No juegues— le dije acercándome hacia la motocicleta que él había dicho, era preciosa y se ve que la cuidaba mucho. Parece que le va muy bien en su trabajo, la motocicleta no era precisamente muy accesible, investigue hace poco y el precio era bastante elevado, bastantes quincenas para llegar a comprar una de ellas. La miraba y pasaba mi mano por ella, evidentemente, enamorada de su motocicleta— esta increíble.

—Gracias, ahorre un tiempo un poco extenso. Pero valió totalmente la pena, ahora que la tengo, la cuido como si fuera un bebé.

—No me impresionaria si me dices que tiene nombre. Creo que tienes una seria relación sentimental con ella.

—No podía evitarlo. Tn, te presento a Dixon. Dixon, te presento a, Tn.

—¿En serio lo bautizaste? — hable riendo.

—Claro que sí, ¿Acaso tú no le pusiste algún nombre a la tuya?.

—No, no lo hice.

—¿Acaso sólo le llamas motocicleta?.

—Si.

—Imposible, debe tener un nombre especial. Ya es parte de tu vida, apuesto a que también tienes algo sentimental con ella.

—Bueno, si— realmente si lo tenía, mi padre— esta bien, ayúdame a ponerle algún nombre lindo.

—Muy bien, déjame pensar.

—Como puedes ver ella es ruda pero hermosa y elegante— le dije, reímos un poco.

—Claro que lo recuerdo, es completamente negra, como la noche. Lo negro es elegante y rudo. Dejame pensar— posó su mano en la barbilla, emitiendo un: “Mmmh”— Beatris, Bárbara, Verónica, Lexa.

—Lexa me gusta.

—Si, a mi también. Esta bonito y suena ruda.

—De hecho, si— lo medite, estaba poniéndole nombre a mi motocicleta— muy bien, se quedará, Lexa.

—Lexa y Dixon, suenan a nombres de protagonistas de series o novelas literarias.

—Deberiamos inventar alguna historia de amor y escribirla. Amor mecánico— hable señalando ambas motos.

Reímos.

—Esta muy linda— le dije viendo su motocicleta.

—La tuya también lo esta, se ve que la cuidas, me refiero a que no tiene rasguños y esas cosas.

—Intento no chocar y morir cada que la manejo, si.

Ambos reímos. Lo mire unos segundos, vestía casual pero debo decir que tenía buen gusto en la ropa, tenía el cabello peinado hacia atrás, se veía muy sedoso,  chale, creo que incluso se veía mejor cuidado que el mío.

—¿Vamos?— preguntó cuando dejamos de reír, haciendo un ademán señalando el camino hacia el local.

—Vamos— respondí comenzando a caminar, el me siguió.

¡Princeso! - C.V y tú | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora