60| Final

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Las piernas me flaquearon, hace meses no hablaba con él. Esos ojos que siempre me gustaba que me miraran, esta vez deseaba que no lo hicieran, me intimidaban de cierta forma y no era capaz de mirarlo por mucho tiempo. Ya no sentía el alcohol en mi cuerpo, como si se hubiera evaporado en segundos.

—Gracias— le dije alzando la mirada, ni con tacones lograba alcanzarlo.

—Esperaba verte hoy. Estaba seguro que ibas a verte deslumbrante y no me equivoque— sonrió— lo que no me esperaba es verte acompañada con él.

Trague en seco deseando que lo que escuche no salió de boca. ¿Tantos meses para lo mismo? ¿La misma porquería? ¿Pará qué diablos nos alejamos si no fue para solucionar los problemas que teníamos? ¿En qué invirtió su tiempo? ¿Si no fue para tratar de mejorar lo qué el prometió en que fue?.

—Si, no quería venir sola o de mal tercio con, Alicia y Michael. Así que preferí venir con un amigo. Tú también viniste acompañado— hable contratacando y también para saber quien era o que tenía con esa mujer.

—Si, así como tú, también vine con una amiga para no estar solo.

Amigos, son amigos. Me sentí más relajada... ¿Pero si fuera una nueva conquista no me lo diría o si?.

—Amiga.

—Si, es de nuestro club y se sentaba conmigo, congeniamos bien.

—Ya, ya recordé— asentí, no había problema hasta donde veía, ella siempre ha estado enamorada de uno de los jugadores del equipo.

—¿Cómo estás? — preguntó. ¿Además de estar jodida? Bien.

—Bien. ¿Y tú?.

—También. Mejorando, como te prometí.

—Me alegra escuchar eso— volví a sentir mi corazón latir con fuerza de la emoción.

—No es fácil, Tn— hablo de pronto volviendo a sentir que caía— te vi bailando con él y no podía, te amo tanto que es como una tortura verte con alguien más que no sea yo. Yo...

—Seguimos en los mismo — aclare sintiendo cierta tristeza creciendo en mi.

—Perdóname. Te juro que lo intento, por ti, siempre pienso en ti y en mi promesa, pero me es difícil. Es que ¡Dios! No puedo ni pensar que alguien más pueda tenerte, eso hizo que me convirtiera en alguien totalmente distinto a quien conociste...

Negué sintiendo como el alcohol volvía a estar en mi, juntándose con decepción y tristeza, quería llorar de la impotencia.

—Todos estos meses aguardando— hable.

—No es fácil para mí, por favor entiéndeme.

—¡No! ¡No te entiendo porqué yo también te amo de una manera en la que ni yo misma puedo describir, pero aún así no soy ni la mitad de lo que tú te convertiste!— esta vez no me importaba si guardaba la compostura o no, si la gente que pasaba nos escuchaba o no— ¡Eres un estúpido celoso! ¡Un posesivo! ¡No pudiste ni confiar en mi como yo confiaba en ti! ¡Me llenaste de labia y promesas que jamás pasaban por tu cabeza cumplir! ¡Todo lo que teníamos lo acabaste!.

Veía como la gente se nos quedaba viendo, la música sólo se escuchaba poco hasta este lugar. Sentía de todo y uno de esos, era enojo, mucho enojo.

—¡¿Acaso no tienen algo mejor que hacer?! — les grite a todas las personas que estaban al pendiente— ¡Es cosa de nosotras, pueden largarse!.

Sin perder tiempo siguieron en lo suyo y algunas personas se fueron. Esto traería más de que hablar en mi larga historia que todos o la gran mayoría ya conocía. Si estuviera aquí, Ángela, seguro que se burlaria.

¡Princeso! - C.V y tú | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora