4| Tomados

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Ya era la hora que Zabdiel dijo que pasaría por mí, al poco rato escuche un claxon, que puntual. Me despedí de mi mamá y nos fuimos a la fiesta.

Llegamos a una gran casa, era muy grande.

—¿Aquí vive Richard?— le pregunté .

—Si, impresionante ¿No es así?.

—La verdad si.

—Sus papas tienen un buen trabajo pero a Richard no le gusta presumir.

—Ahora me doy cuenta— le dije mientras seguía admirando la gran casa.

Había mucha gente, como Zabdiel lo dijo, era toda la Universidad. La musica estaba muy fuerte, había mucha bebida (con y sin alcohol) mesas con botanas e incluso frutas.

—¡Que bueno que veniste Chris!— dijo Richard llegando con los demas.

—No podia faltar a la fiesta de la que todos hablan— le dije.

—Es cierto que la fiesta de inicio de año es muy esperada cada año y este año le toco a Rich — Erick hablo.

—Bienvenido a mi fiesta y a mi humilde casa— dijo Richard palmeando mi espalda.

—Claro, sobre todo humilde, pero gracias Rich.

Él se rio.

—Disfruten la fiesta chicos, tomen sin culpa, desquiten lo que puedan. Iré con mi chica, nos vemos en un rato.

Él se fue con su auténtica sonrisa.

—¿Tomas Chris?— me pregunto Erick.

–Solo en fiestas– le dije.

-Pues esta es una, así que vamos por unos malditos tragos y a divertirnos- dijo Joel.

Dimos un gritó, era verdad, era hora de divertirse.

Fuimos por unos tragos para después ir a la pista y bailar con los demas, Erick me presento unas chicas muy lindas, la chaparrita se veía interesada, Ana Mena me dijo que se llamaba.

Erick estaba bailando con una tal Jessica, Zabdiel con una tal Gwen, Richard con su novia Alicia, Joel con una tal Emilia y yo baile con Ana Mena. Después de un rato bailando ella se acercó a mi oído diciéndome que iría al baño para después salír de la pista, la imite pero yo fuí por una bebida. Decidí servirme algo sin alcohol esta vez, solo era para calmar mi sed, alguien llego a mi lado y se sirvió soda.

—Hola Cristian— me saludó Tn mientras se servía bebida.

—En realidad es Christopher— al fin pude decirle mi nombre real.

—Christopher... tu nombre es... bonito— dijo ella tomando de su bebida.

—Gracias— le dije sonrojado— debo decir que el tuyo también me gusta.

—La verdad es que a mí no me gusta tanto.

—¿Por qué?— pregunté realmente intrigado.

—No me gustan muchas cosas de mí realmente.

Antes de que articulara cualquier palabra un tipo paso y le dio una nalgada, ella le solto un puñetazo en la cara enojada. Me impresionó muchísimo y al parecer a los que vieron la escena, se quedaron atónitos, es una chica tan diferente a la demás.

—¿Qué?— me dijo al ver mi cara de asombró.

—Realmente nunca había visto a una chica golpear a un hombre así.

—Odio que quieran pasarse de malditos solo por ser mujer.

—Recuerdame nunca molestarte— le dije riendo.

Ella sonrio, su sonrisa es muy bonita.

—Aún debes conocer bastantes cosas de mí... ademas no creo que tengamos algún roce, me caes bien, eres un chico distinto.

Me sonrojé.

—A eso me refería— me dijo ella— eres tan tierno, un princeso total, no tendría el corazón de hacerte algo.

—¡Oye! Puedo ser bastante maldito y no soy ninguna ternura.

—Lo que digas lindo princeso, disfrutá la fiesta— dijo ella alejándose.

Negué viendola, es tan diferente a todas y no en un aspecto malo.

—Hola Chris.

Me giré hacia la persona que me había llamado, era Ana Mena con una gran sonrisa.

—Ya regresaste ¿Quieres seguir bailando?

(...)

Los demas chicos estaban muy tomados, no podían ni caminar por si solos, incluso Zabdiel. Ya era algo tarde y tenía que ir a casa, me tuve que ir caminando aún que no quería, no había otra opción, si la había; pedir un Uber pero al grandioso Christopher se le olvido la cartera en su casa.

Iba camino a casa maldiciendo el que Zabdiel se haya puesto hasta el pito de borracho, no podía ser peor ¡Oh esperen, si podría! Comenzo a llover. Me fui bajo un pequeño techo empapado esperando que pasara la lluvia.

(...)

Despues de media hora por fin paró, estaba temblando por el frío y por el haberme mojado.

Estaba apunto de irme cuando una motocicleta se detuvo frente mío , no podía ver quien era ya que la lampara de la motocicleta me lo impedía, apago su motocicleta y era aquella chica.

—Princeso.

—No me digas así.

—Disculpa señorito— menciono burlonamente, le sonreí con gracia— ¿Qué haces aquí?— me preguntó ella.

—Como verás me agarro el agua en pleno camino a casa. Zabdiel se puso hasta el pito de borracho y se supone que con él me regresaría.

—Si lo vi, no podía ni estar en pie él solo, fue la mejor decisión el quedarse en casa de Richard esta noche, en su estado sería imposible manejar y muy peligroso.

—Pues si, eso es cierto— hable dándole la razón. 

—¿Ya estas cerca de tu casa?.

—La verdad es que esta muy lejos.

—Ay princeso— ella suspiró y encendió su motocicleta— ven, súbete.

Me quede callado ¿En serio ella me esta diciendo que suba a su moto?.

—¿Quieres que suba a tu moto?— le pregunte, era obvio que si, eso mismo dijo ella, que estúpido.

—Si eso dije, súbete.

—Yo nunca me subí a una– dije un poco avergonzado, me siento ridículo.

—Súbete antes de que me arrepienta— me dijo ella.

Me acerqué y me detuve.

—Estoy empapado ¿No te importa si te mojo?— le pregunté.

—Christopher— me miro completamente sería— no me importa, ya se que estas empapado, súbete ya.

Me subí a su motocicleta.

—¿Dónde queda tu casa?— me preguntó.

—Por ahora solo vete siguiendo la carretera— le dije.

Ella encendió su motocicleta pero no arrancó.

—¿Es en serio?— preguntó ella.

—¿Qué?.

—¿Quieres caerte de la moto o que? No puedo acelerar si no te sujetas, te caerás en mitad de la carretera Velez— dijo ella riendo.

No la había escuchado reír, tiene una risa muy bonita.

—Tienes razón... yo...— reí avergonzado, ella seguía riendo.

Tímido pasé mis brazos por su cintura.

—No muerdo princeso— se siguió burlando, me sonroje de la vergüenza.

Reí un poco junto a ella, cuando todo parecía estar correcto ella arrancó.

¡Princeso! - C.V y tú | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora