¡Princeso! - C.V y tú | Terminada

5| Testaruda

—Gracias Tn— le dije bajandome de su moto.

—No importa, no fue nada especial.

Asentí, era verdad, nada especial, un favor, tal vez en otro momento se lo tendría que devolver.

Ella encendió su motocicleta.

—Nos vemos— le dije.

—Adiós Velez.

Ella se fue.

Entre a mi casa y ahí estaba mi madre, sentada en la silla con cara de pocos amigos.

(...)

Después del reclamo de mi madre y su extensa platica sobre cumplir con promesas y no romper la confianza que deposita en mí, me fuí a la cama exhausto.

———Tn———

Era doming lo cual estaba con Richard comiendo pizza en su sala mientras veíamos películas,

—Aquel chico nuevo es interesante...— dijo  Richard dándole la mordida más grande del mundo a su pedazo de pizza.

—¿Interesante?— le pregunté dudosa.

—Si, si, es diferente, es un tanto tranquilo. La verdad es demasiado tierno, todo lo contrario a lo que aparenta o debe ser. Es alto... bueno más alto que yo— dio una risita— le rompería fácil la cara al idiota de Jason.

—Es un princeso total.

—Jason lo quiere como el nuevo juguete.

—Ya se, Jason es un idiota— dije con cierta amargura en cada una de mis palabras.

—¿Estas preocupada por el nuevo?— dijo riendo en tono burlon.

—Claro que no.

—Claro que si, te enojas que lo llamen perra ¿No es verdad?— dijo riendo más.

—Eres un idiota, eso es mentira, no me importa lo que le pase al princeso.

—Lo que digas, ire por un vaso a la cocina, igualmente yo se la verdad y es que te gusta— decía mientras caminaba hacia la cocina bailando en un tono burlon.

—¡No me interesa el princeso!— le grité tratando de aclararlo.

Rápidamente llego a mi cabeza cuando lo salve de Jason, cuando estuvo apuntó de ser arrollado y hoy en la madrugada al llevarlo a su casa ¿Qué carajos? ¿Me preocupa el princeso que acaba de llegar a la ciudad? Debo estar loca.

———Christopher———

El domingo se paso volando para mi muy mala suerte, no quería regresar a ese lugar llamado Universidad.

Era Lunes y estaba en la clase más aburrida del mundo, quería que este día  acabará para irme a mi casa.

(...)

Estábamos sentados en aquella mesa degustando nuestros alimentos mientras escuchábamos a Richard y Alicia intercambiar babas, era muy incómodo. Una bandeja con una ensalada, un jugo de naranja, una bolsa de papas fritas y un pequeño pastel se posicionó alado de la mía, mire quien era el dueño de aquella bandeja, mis ojos no se despegaron de aquella linda chica.