¡Princeso! - C.V y tú | Terminada

23|Ay, Chris

-Tn-

Era hoy, el esperado día del partido, por el que tanto llevaban preparándose. Me miraba al espejo viendo como me quedaba el uniforme, era más corto de lo que yo recordaba, o probablemente se encogió con las lavadas, desde hace mucho que no lo usaba, la única vez que lo use oficialmente en un partido, fue en el primero y último que estuve.

-Hija- mi madre se asomó por la puerta- ¿Estas lista?.

-Supongo- le dije viendola- esto es mas corto de lo que recordaba.

-Te vez preciosa, me haces recordarte a como eras antes.

-¡Oh mira!- le dije viendo mi reloj imaginario de mano- ¡Ya se está haciendo tarde, es hora de irnos!.

(...)

Estábamos en la cancha más grande de la escuela, el lugar y los asientos se iban llenando poco a poco, en cuanto llegue no vi a Alicia, después de un rato decidí preguntar con una animadora.

-¿Y Alicia?.

-Ya llego, pero antes de que tú llegarás dijo que iba al baño, pero ya se tardó.

-Ya se tardó mucho, iré a ver que le pasa.

Me fuí directo para los baños, en cuanto entre la vi, estaba sugetandose de los lavabos mientras escuchaba sus sollozos, me acerqué a ella.

-¿Ali? ¿Qué pasa?.

Ella sólo negó repetidas veces antes de levantar la mirada hacía mi. Tenia los ojos rojos de tanto llorar y le notaban las ojeras.

-Tenías razón- fue lo único que dijo y rompió en llanto nuevamente- quería hablar con el, pero no contestaba ni mis llamadas, ni mis mensajes, ni nada. Entonces fuí a su casa y cuando entre estaba con ella en la sala... Estaban... ya sabes.

-Ali...

-¡Y yo te trate tan mal!, no me debes querer, soy tan tonta.

-No estaría en esta ridícula falda corta que no deja nada a la imaginación, si no quisiera a mi chica favorita pelirroja con sentimientos hermosos y sonrisa encantadora.

Me abrazo fuertemente, le devolví el abrazo mientras escuchaba su llanto, me dolia verla así.

-¿Si sabes que eres la mejor de todas?- dijo en cuanto se separó de mi- perdóname, Richard siempre fue tan lindo conmigo y simplemente no me cabía en la cabeza que el me estuviera engañando y todo por despecho.

Alicia me contó absolutamente todo, pero había algo que no me cuadraba, ¿Por qué con Ana Mena? ¿Ella que tiene que ver?, no lo sabía pero lo averiguaria. Después de un rato hablando ella se tranquilizó, trate de animarla y hacer que ella entienda lo mucho que vale y lo fuerte que es, parece que dio resultados, al menos este día estará bien.

-Ahora... deja de llorar y vamos hacer que te veas hermosa comos siempre te vez- le dije sacando de su mochila su maquillaje- vamos a taparte esas ojeras.

Unos pocos minutos después ella estaba reluciente y los ojos rojos poco a poco iban desapareciendo. Ambas salimos corriendo, teníamos que estirar antes del partido y ya faltaban unos escasos minutos. Nos acoplamos con las demás chicas animadoras.