¡Princeso! - C.V y tú | Terminada

11| Cena

-Tn-

-Mamá el ya se tenía que ir a casa, tiene madre y se preocupa por el- le dije molesta viendo a Christopher lejos con el celular en su oído.

-Lo siento, hace mucho que no traes a un muchacho que no fueran tus amigos de siempre, se ve que es buen chico.

-Si, es lindo, lo de lindo hablo de que es un princeso.

-¿No así te llamaban a ti?- pregunto.

-Si- le dije poniéndome nerviosa- antes.

-¿Estas saliendo con él?.

-¡Diablos mamá! No, no estoy saliendo con él, sólo somos amigos.

-¿Y no será que te gusta?- me sonrió de medio lado.

-Que no, sólo es un a-mi-go.

Mi mamá iba a decir algo cuando Christopher regresó y se quedo callada con la mirada de pícara clavada en mi.

-Iré a dejar esto- moví ambos cascos queriendo al menos un momento estar lejos de su mirada que cada vez me ponía más incómoda.

-Pasas a decirle a tu hermano que ya baje a cenar.

-Esta bien- respondí.

Subí rápidamente a mi habitación y entre, deje los cascos y me quedé parada viendo mi cama. ¿Por qué lo había invitado a cenar? Es decir, no me molesta que el se quede a cenar, me cae muy bien pero... ¿Qué es lo que me daba miedo?, sólo hacía que me confundiera más, su presencia me ponía nerviosa y de alguna forma queria evitarlo pero no me veía ignorandolo, no podría hacerlo.

Debía tranquilizarme si quería bajar indiferente. En cuanto me asome a la habitación de mi hermano menor lo vi con los auriculares y el mando de su play, con la mirada clavada en la pantalla. Me acerqué y le baje los auriculares al cuello.

-Mamá dice que bajes a cenar, enano.

-Ya bajo en un rato, estoy apunto de ganar y hacer nuevo récord.

Me acerqué a la salida y me giré.

-No tardes- le dije más como advertencia que como una orden, si lo que más odia mi mamá es que nos pasemos nuestras horas de alimentarnos, para ella es muy importante que comamos a nuestras horas.

Cerré su puerta, camine lentamente hacia el comedor calmando mis nervios, me quedé quieta cuando escuche mi nombre, me pegué a la pared y comencé a escuchar aquella plática.

-Si, es un poco difícil pero créame que no hay nadie como ella- dijo Christopher con toda seguridad- es distinta pero en un buen sentido, eso la hace única y especial. Realmente nos conocemos hace poco y pude conocerla un poco mas a fondo, es una chica peculiar, es difícil encontrar chicas así.

Las mejillas comenzaron a hervirme, ningún chico había dicho tales cosas sobre mi, no que yo haya escuchado. Mordi mi labio para evitar sonreir, Christopher me tenía en ese concepto y eso dio un brinco en mi corazón, trate de reprimir aquellas sensaciones pero fue difícil, el princeso tenia un toque que me hacía estremecer y eso me asustaba.

-Debiste conocerla antes, si ahora te parece excepcional, antes lo era más, una joyita echa persona- hablo mi madre.

No debía hablar de eso, no me gustaba, no quería que el princeso supiera eso. Entre rápidamente cortando su plática de mi, ambos se quedaron callados y me miraron. Mi mirada se poso en el princeso, "No hay nadie como ella, es distinta, pero en un buen sentido. Eso la hace unica y especial", escuché en mi mente su voz haciendo eco, el corazón me latio con rapidez. Seguramente por la ternura que me causa, seguramente sólo era eso.