8| Descontrol

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—Lo siento— se rascó la nuca nerviosa— tengo cosas que hacer...

—Entiendo, no te preocupes.

—Adiós— tomó su mochila y se fue sin mirarme.

Observaba como se iba, todo se me había venido abajo, llevaba días planeando las palabras correctas para invitarla a salir, este era el día, había dejado la pena y los nervios a un lado, no contaba con que ella me dijera que no, estaba casi seguro que diría que si, pero se notaba nerviosa, como que no sabía que excusa poner para rechazar aquella propuesta y eso era lo que más triste me ponía. Toda esperanza de que ocurriera algo entre ambos se fue a la basura. Era algo que se veía alejado de mi alcancé, se notaba cero interés en un chico como yo.

—Chris...

Parpadee un par de veces volviendo a la realidad de la cual había disociado un poco. Baje un poco mi vista a aquella persona que tenía frente a mi observandome con atención.

—¿Estás bien?— ella arqueo su ceja mientras sujetaba en sus manos algunos libros.

—Si, si, solo estaba un poco pensativo.

—¿En qué?.

—La chica que comenzaba a gustarme me rechazo.

—Debió ser muy estúpida al rechazarte a ti.

—No fue para tanto, apenas comenzaba a gustarme y solo me rechazo una cita— me encogí un poco de hombros tratando de sonar muy desinteresado.

—¿Cuándo era su cita?.

—Pues... Planeaba qué fuera hoy.

—¡Oh!— se posicionó un mechón atrás de su oreja— yo hoy no tengo planes... No sé... si quieres podemos salir está tarde... Supongo que tienes el día libre.

La observe un momento, me sonrió tímidamente. Tal vez no sería tan mala idea, ella me agrada mucho y ya que ella propone y tengo el día libre me vendría bien.

—Me agrada la idea ¿Paso por ti a las 5:00?.

—A las 5:00 está perfecto...— se mordió el labio y miro a otro lado evitando mi mirada— Es... ¿Una cita?.

—¿Te gustaría que sea una cita?.

—Puede...— se rio nerviosa— creo que si, me gustaría mucho que lo fuera..
Pero algo casual... En el parque por ejemplo.

—Una cita casual, me parece perfecto.

—Hasta las 5, entonces...

—¿Ya te vas?.

—Si, ya es hora de irme.

—Te acompaño.

—Pero tu casa no queda cerca de mi casa...

—¿Pregunte si quedaba cerca?— la mire con curiosidad sacándole una sonrisa tímida— ¿Vamos?.

—Oh bueno, vamos.

—Déjame ayudarte.

—Gracias, Chris.

Tome sus libros que llevaba en manos y comenzamos a caminar.

—No es nada Ana...

Ana Mena era una chica muy linda, demasiado linda, tal vez conocerla un poco mejor no me vendría mal, es tierna, divertida, de buenos sentimientos y linda, básicamente es la chica perfecta.

———Tn———

—¿Qué hiciste que?— me preguntó Alicia incrédula.

¡Princeso! - C.V y tú | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora