Capítulo 34 🍎

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Christopher

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Christopher.

Maldición.

No sabía qué hacer.

Para nada.

—Tristán te dije que no entraras de esa forma—me alarmé por completo cuando otra cabellera rubia a parte de la de mi amigo entró en mi casa—. ¡Oh, por Dios!

Por suerte una manta nos cubría, por lo que no vieron cuando saqué la mano de entre la ropa de Becca.

Violett abrió en grande la boca cuando nos vio directamente a Becca y a mí muy juntos en el sofá, se detuvo a un lado de Tristán igual de sorprendido que él.

Gracias a la estupefacción caí del sofá, provocando la risa de la castaña.

«¿Cómo podía reírse en un momento así? ¡Acababan de descubrirnos!».

Pero eso no fue todo, claro que no. Detrás de ellos venía una cabellera que no conocía, o al menos eso creí hasta que la vi. Seguidamente de Violett, su nueva amiga, Wendy, ingresó a mi casa sin mucha sorpresa.

Ella se detuvo a un lado de la rubia, poco a poco fue deslizando una sonrisa divertida en su rostro.

—¿Qué carajos estaban haciendo?—inquirió el rubio.

Miré a Becca, en busca de que me diera algún indicio de qué hacer.

—¡No!—bramó de repente—. No me digan, era muy evidente lo que estaban haciendo.

—¿Entonces por qué preguntas, idiota?—contestó Becca, amarrándose el cabello como si no sucediera nada grave.

—Tú no hables, no estás en posición de hablar ahora mismo.

La castaña blanqueó, sin alterarse. Yo no podía creer que siga así.

—Tristán, Violett, dejen que les expliquemos—me incorporé del suelo.

Violett no supo para que lado mirar, así que solo bajo la mirada.

—¿Explicar que te acuestas con tu alumna?, ¿eso?, ¿qué para colmo es la mejor amiga de mi novia?—caminó hasta pararse en el centro de la sala—. ¿Cómo pudiste ocultarle algo así a tu mejor amiga?

Señaló a Becca que solamente sonrió.

—Violett, que cierre la boca o le romperé los dientes.

Ahora que me daba cuenta, la rubia no parecía tan alterada por encontrarnos de esa forma tan indebida a mí y a su amiga. Ni tampoco Wendy, ellas tres estaban igual de tranquilas.

«¿Acaso ellas...?».

—Y-Yo ya lo sabía—confesó en un murmullo, mirándome.

Los cuatros nos quedamos en silencio completamente. Becca sin expresar nada, yo con cara de idiota porque ella sabía las cosas que hacía con su mejor amiga, y Tristán anonadado de igual forma.

Ambiciosa Atracción © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora