Capítulo 24 🍎

26K 1.5K 412
                                    


Becca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Becca.

Resoplé, fastidiada.

No podía entender cómo es que aún mantenía las marcas en las muñecas.

«Para no tener conocimiento sobre eso, supo cómo dejar marcas».

Ya habían pasado unos días desde que regresamos de la casa de sus padres y de cuando comenzamos con el bondage en mi departamento, pero hace horas que debían haberse ido las marcas de la madrugada del martes.

Tenía suerte de que estábamos en otoño y usaba cosas con mangas largas para poder esconder las marcas rojas. Aunque no me importaba que alguien las viera, si no fuera porque yo igual tomé el control y lo mantuve atado en la cama.

Si alguien en la universidad veía nuestras marcas al mismo tiempo, supondría lo que no queremos. Recordando la universidad, ambos estuvimos ignorando a Roxanne, estos dos días estuvo intentando de alguna manera quedarse a solar con Christopher o conmigo.

Estaba empezando a cabrearme de solo verla, y un día no controlaría mi impulsividad que la golpearía hasta dejarle la cara para que le hicieran una reforma.

Golpeé mis uñas contra la barra en la que estaba apoyado mi brazo.

Era jueves por la noche, pero Violett dijo que tenía que ir al trabajo porque su jefe la mando a llamar. No sabía por qué, pero preferí acompañarla, en el camino se nos unió Wendy.

Antes no creí tener otra amiga aparte de Violett, pero ahora eso era algo real, y me gustaba mucho.

—¿Aquí lo conociste?—indagó Wendy.

El club estaba lo suficientemente lleno para ser jueves por la noche, incluso casi las diez de la noche, cuando vinimos creí que estaría vacío, o incluso cerrado, pero no, estaba ya con personas y la música a tope.

—Así es—recorrí el lugar con la mirada—, lo arrastré a los baños.

Wendy soltó una carcajada que fue contagiosa para mí.

Ya me había olvidado por completo de este lugar, incluso hasta había pensado que la rubia ya no trabajaba aquí. Considerando que pasaba tiempo con Tristán sumado las horas de clases en la universidad, me dio a entender que no venía más.

Pero no, al parecer el rubio era quien la acompañaba a sus horas de trabajo cuando podía o la pasaba a buscar.

En parte me sentí mal, estaba descuidando a mi mejor amiga, pero desde que llegó Roxanne, en vez de alejarnos, Christopher y yo pasábamos más tiempo juntos que de costumbre.

«Dos amantes en busca de peligro con todas las letras».

Esperaba que lo que estuviera haciendo la rubia terminara rápido, estaba comenzando a tener hambre, y cuando no comía me convertía en un demonio, no sabía si era peor verme enojada o con hambre.

Ambiciosa Atracción © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora