Becca.
4 años atrás.
Caminé con paso firme y seguro en el atardecer. Gracias a él había mejorado el asunto de mi inseguridad.
Pero esta noche estaba de lo más insegura y nerviosa. ¿Quién no lo estaría?
La primera vez era uno de los momentos más especiales para algunas personas, para otras solo era un acto que debías hacer o sino eras un extraño. Especialmente para los adolescentes, eras una vergüenza si no habías tenido sexo durante tu adolescencia.
Era el pensamiento más estúpido y cavernario que podía seguir existiendo a estas alturas.
Me sentía bien el ser virgen a mis 19 años. Aunque dicen que la virginidad es mera construcción social solo porque antes las mujeres debían llegar puras e inocentes al matrimonio, y yo creía en eso, el himen podía romperse en cualquier momento.
Pero aún así no dejaba de ser mi primera vez teniendo relaciones sexuales.
No me avergonzaba, incluso había aceptado que no tendría relaciones sexuales por mucho tiempo, pero eso cambiaria esta noche.
Y todo era posible por él.
Llegué al lugar que habíamos acordado, un hotel no tan grande de la ciudad. Ciudad en la cual solo llevaba viviendo un poco tiempo, en la cual prácticamente me estaba resguardado de las personas más horribles que podían existir.
Antes de entrar al vestíbulo le envié un mensaje para que pudiera decirme en cual de todas las habitaciones nos encontraríamos, y para que supiera que ya estaba ahí. Me moví de un lado a otro esperando su respuesta.
La cual nunca llegó, porque él mismo bajo hasta la entrada para buscarme.
—Deberías haber entrado directamente, hace frío—me regaño mientras sacudía mi cabello para quitar los copos de nieve que habían caído sobre el.
Le sonreí.
—Ya sabes cómo soy, no molestes.
Sus labios rosados se curvaron en una gran y divertida sonrisa. Sus ojos claros azules me observaron de arriba a bajo, procurando que fuera la misma de siempre.
—Vaya, creo que la insolencia está tomando todo el control en ti.
Lleve una mano a su bien acomodado y peinado cabello negro como la noche y lo revolví, despeinándolo. Siempre lo hacía, desde que lo conocí, me encantaba despeinarlo, porque su cabello era una de las cosas que más cuidaba, le gustaba tenerlo ordenado.
—Te dije que me gusta cuando lo tienes sin arreglar, da un estilo de chico malo.
Él solo se dejo hacer, ya no me regañaba como antes, ahora solo lo aceptaba como si fuera mi fiel perro dejando que su amo lo acariciara a pesar de no llevarse bien todo el tiempo.
—No tengo nada de chico malo, deja de leer ese tipo de historias.
Deje su cabello de lado y repose las manos en sus hombros anchos y firmes, al ser varios centímetros más alto que yo debía elevar la mirada. Con ser así de alto y tener una musculatura más viril, cualquier chica podría sentirse intimidada o segura a su lado.
Yo me sentía completamente segura.
—Oh, vamos, Adam. Tienes todo para ser ese tipo de personaje literario tan cliché—farfullé.
Él alzó sus cejas negras que hacían resaltar su rostro de tez clara, negó varias veces y rodeo mis hombros con uno de sus largos y bien formados brazos, pero sobre todo, protectores, para luego guiarme dentro del vestíbulo del hotel.
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Ambiciosa Atracción © ✔️
RomanceIntrépido Amor #1. Becca Edwards es una carismática, dominante e intrépida joven con un pasado misterioso el cual la atormenta en secreto. Una noche antes de regresar a clases en la universidad, mientras espera a que su mejor amiga salga de su trab...