Capítulo 42 🍎

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Becca

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Becca.

—¿Estas tan feliz?

Lo miré de reojo.

—¿Quién no lo estaría luego de una intensa pero rápida sesión de sexo? Además, el hacerlo en un lugar público me dio una fuerte cargada de adrenalina.

—Lo sé, yo también estoy mucho mejor luego del sexo.

Christopher observó por la ventana, no dejaba de mover una de sus piernas, eso era señal de que se encontraba ansioso y curioso.

—Ya dime dónde vamos, Becca.

Expulsé una carcajada, parecía un perrito deseoso de poder salir del auto para salir corriendo en dirección a un parte donde podría correr y jugar todo lo que quisiera hasta cansarse.

Entendía la razón de su desesperación por saber hacia dónde nos dirigíamos. Yo también lo estaba esperando con ansias, pero no quería decirle nada, debía ser una sorpresa divina, o al menos quería intentarlo.

Llevaba más de media hora conduciendo, no quedaba mucho para saliéramos por una parte de la ciudad hacia un camino de tierra donde comenzaba una extensa subida rodeada de árboles y arbustos grandes. Quería llegar antes de que anocheciera, no debíamos perdernos la excelente vista.

Al ver que estábamos cerca de la salida para dirigirnos a destino, sonreí maliciosamente.

—¿Sabes qué otra cosa me da adrenalina?—inquirí con un tono juguetón.

—No, ¿qué cosa?

Como respuesta a su pregunta, pisé a fondo el acelerador a pesar de que estábamos en una subida con algunas curvas.

El grito de sorpresa por parte de Christopher hizo que comenzara a carcajearme. Por las ventanas que estaban con los vidrios bajo entraron ráfagas de viento frío, pero no nos importo. Gracias a la aceleración ambos nos impulsamos hacia atrás, pude ver como el castaño se agarraba con fuerza de su asiento, algo temeroso, pero no por eso borraba la gigante sonrisa en su rostro.

Cuando pude aprender a conducir descubrí que me encantaba la velocidad, la adrenalina que me hacía sentir, además de la sensación de peligro que provocaba conducir a altas velocidades.

Desde que conocí el otro lado del mundo, sentía emoción y curiosidad por las carreras no tan legales y queridas por la justicia.

Nunca participe en una como corredora, pero si como acompañante de mi querido amigo, aunque la sensación era diferente ya que no eran carreras con autos, sino con motos, las cuales según estadísticamente son las que más tienen accidentes viales.

No por eso dejan de ser emocionantes.

Tal vez el que mucho tiempo de mi vida no me hubieran dejado hacer o experimentar diferentes cosas había hecho que tuviera cierto gusto por lo prohibido y peligroso.

Ambiciosa Atracción © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora