Capítulo 17 🍎

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Becca

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Becca.

—No puedo creer que faltare por tercera vez al trabajo en una semana.

Blanqueé los ojos.

—El primer día no fue mi culpa—le recordé, aún somnolienta—. Además, yo avise diciendo que estabas enfermo y eso, ya no te preocupes.

—Lo sé, estoy seguro que mis alumnos están más que felices de no tener clases.

Hace ya rato que había salido el sol, aunque no se notaba mucho al estar rodeados de arboles. Llevábamos máximo una hora que los dos estábamos despiertos y hablando tranquilamente.

La noche estuvo llena de anécdotas más por su parte que por la mía, pero aún así nos divertimos hasta que nos fuimos a dormir. El momento más gracioso de la noche fue tener que ir al baño en la plena naturaleza, fue muy extraño.

—Una escapada y faltar a clases siempre viene bien.

El ambiente en el bosque era algo frio, pero por suerte pensé en todo. Más de tres mantas gruesas estaban en el suelo, y otras tres nos cubrían a ambos.

La situación no era lo mejor, pero estábamos cómodos.

Nuestras piernas estaban cruzadas con las del otro, mi cabeza reposaba en su brazo derecho, y me encontraba acariciando su pecho desnudo. Así terminábamos luego de tener sexo, pero esta vez era diferente porque no habíamos tenido sexo, todo gracias a que estaba con el periodo.

Pero eso no había impedido que tuviéramos un momento bien caliente entre ambos, claro que no.

—Entonces no te quejes.

—No me estoy quejando—refutó—. Alguien se despertó de mal humor.

—Claro que sí, hace más de tres días que no tengo mi dosis de sexo.

Bajé la mano que tenía en su pecho con lentitud, tocando sus abdominales, hasta llegar a su entrepierna.

—Pervertida, deja se mano quieta.

—Oblígame—lo provoqué.

Christopher con rapidez se coloco sobre mí, con una de sus piernas entre las mías. Mis manos las subió sobre mi cabeza, sosteniéndolas con una de las suyas. Sus ojos grises se oscurecieron de excitación.

Podía sentir su miembro erecto en mi vientre bajo.

«Joder». Hace días me alegraba de que llegara el periodo, pero en ese momento, solo quería abrir las piernas para que pudiera follarme con rudeza.

—Créeme que si no estuvieras con tu periodo, esta tienda ya se habría desarmado de las folladas que te hubiera dado, Becca.

Su simple voz ronca me volvió loca. Y más el imaginarme cómo lo estaríamos haciendo en este mismo momento.

Ambiciosa Atracción © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora