Capítulo 31 🍎

22.6K 1.5K 322
                                    


Christopher

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Christopher.

Encendí las luces de mi hogar.

El lugar estaba más que oscuro, lo único que iluminaba la estancia eran los relámpagos que provenían de fuera, entrando por las ventanas que tenían las persianas abiertas. Al no tener mascota y vivir solo, todo estaba como lo deje.

Antes de continuar, le pedí a Becca que se quitara los zapatos junto algo de ropa mojada. Todo el suelo del departamento estaba cubierto por una alfombra, y no debía mojarse.

Sin responderme hizo lo que le pedí, dejando su chaqueta a un lado en el suelo de la entrada, también se quitó el ligero suéter que llevaba debajo, las botas que llevaba puesta y las medias que resultaron ser de conejitos.

No podía quedarse con esa ropa, se enfermaría.

—Voy a darte ropa para que tomes un baño, o podrías enfermarte.

Agarré la ropa mojada de ella además de sus zapatos, los pondría a lavar y secar para que estuvieran listos al siguiente día.

—Como sea—respondió con voz plana.

Se encontraba dándome la espalda, parecía estar admirando mi hogar y a la vez no, sus ojos se paseaban de un lado a otro, pero era notable como su mente estaba en otra parte.

Primero llevé el conejo que gané para ella y lo deje en un sofá que tenía junto al escritorio que instale en la habitación. Luego fui a la habitación donde tenía las cosas de lavandería y observé la ropa de Becca en mis manos por un momento.

Extrañamente eso me hizo recordar el extraño bolso que vi en el suelo de su casa cuando la fui a buscar. Recordé haber visto manchas rojas y tierra, también las manos de ella que seguían algo lastimadas.

«¿Por qué llevaba esa ropa con esas manchas raras?, ¿dónde y cómo se habrá hecho eso esas heridas?».

En el momento no quise preguntar porque era su cumpleaños y quería hacerla sentir especial en su día, pero ahora había muchas preguntas haciéndose en mi cabeza, y sé que antes dije que no quería escucharla, pero me di cuenta que necesitaba las respuestas.

El daño que Roxanne había dejado cuando descubrí sus mentiras fue feo. Me costó volver a confiar más que nada en mí mismo, y saber que Becca me guardo muchas cosas fue como regresar al pasado.

¿Por qué ambas mujeres me mentían?

Regresando a la sala de estar me di cuenta que Becca ya no se encontraba ahí. Busqué por todas partes, hasta que vi la puerta de mi habitación abierta.

Despacio y silenciosamente me aproximé hasta el marco de la puerta. Ella no se dio cuenta de mi presencia, estaba mirando mi habitación con cuidado, vio las fotos que tenía en pequeños marcos, tomó entre sus manos uno especialmente.

Ambiciosa Atracción © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora