Capítulo 30 🍎

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Christopher

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Christopher.

Las palabras a veces pueden ser tan simples como destructoras. Uno nunca sabe en qué minuto, hora, día, puede ser impactado ferozmente por solo tres simples palabras que conseguirían hacerte sentir como si toda esa base que sostenía tu vida se desmoronara.

¿Cómo es que puede suceder algo así cuando creíamos tenerlo todo?

¿Tan fáciles somos de destruir con tan poco?

Se suponía que lo sabía, que estaba al tanto del poder de las palabras en nuestros sentimientos al haber leído miles de libros que provocaron sentimientos diferentes en mi persona.

Pero tal vez no estaba preparado para que sucediera en la vida real, a mí.

Y mucho menos que las palabras destructoras provinieran de ella.

—¿Prometido?—mi voz salió débilmente—. ¿Te vas a casar?

No podía ser posible.

Pero era verdad, ella había pronunciado esas palabras que me dejaron helado.

Tristán y yo estábamos más que emocionados jugando en ese tonto juego de puntería para ganar unos peluches para las chicas. Estaba poniendo todo de mí para ganar todo lo que pudiera para ella.

No solo porque era su cumpleaños.

Quería comenzar a demostrarle mis sentimientos de a poco. Ya lo había decidido, y Tristán comenzaba a notarlo, pero no mencionaba nada.

Estábamos bien, hasta que nos dimos cuenta que las chicas no estaban con nosotros. Cuando fuimos a buscarlas no estaban más que a unos pocos metros, pero no estaban solas. Un tipo, moreno, castaño, de ojos cafés, hablaba con ellas.

Especialmente con Becca.

No me agrado, no solo porque estuviera celoso, sino porque me daba mala espina. Su mirada parecía más que nada como si intentara molestar a Becca, transmitía odio, parecía que en cualquier momento la haría desaparecer.

—No es lo que parece, no voy a casarme, chicos.

Sus palabras salieron para todos, pero sus ojos no se despegaban de los míos.

¿Iba a casarse? ¿Con ese tipo?

Aparté la mirada, no podía verla. El peluche que había ganado para ella permanecía a un lado de mis pies en el suelo luego de haberlo dejado ahí para darle el puñetazo a ese tal Jake.

Ella ni siquiera se había dado cuenta de él.

—Que yo recuerde estar comprometida es eso, Becca—intentó burlarse Tristán.

«Comprometida...».

Lentamente regresé mis ojos a ella, no había dejado de observarme al parecer. Seguía de pie firme con las manos hechas puños, pude notar que un leve temblor las atacaba, pero ella parecía, o más bien quería controlarlo.

Ambiciosa Atracción © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora