Intrépido Amor #1.
Becca Edwards es una carismática, dominante e intrépida joven con un pasado misterioso el cual la atormenta en secreto.
Una noche antes de regresar a clases en la universidad, mientras espera a que su mejor amiga salga de su trab...
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Christopher.
No podía dejar de pensar en las palabras de Becca.
A pesar de que dijo que esos mensajes no eran nada, no podía dejar de pensar que me ocultaba algo. Porque claramente me ocultaba algo, y tenía derecho a tener su privacidad, sus secretos, pero sentía que no era algo común.
Me oculto lo de su compromiso, solo esperaba que no fuera algo peor que eso.
No estaba seguro de saber si lo soportaría, otra mentira.
Me senté en la silla y eché la espalda hacia atrás, cerrando los ojos. ¿Las cosas podían empeorar? Becca dijo que su madre incluso podría ir tras mí, y aunque no quiero creerlo, siento que es muy posible, y eso la atormentaría a ella.
No quiero que siga pasando por muchas cosas dolorosas, o cargando con problemas que ninguna persona debería sufrir. Es notable que su vida familiar no es simple, nunca lo fue, y de solo pensar en eso, en todas las cosas que tuvo que aguantar gracias a su madre, situaciones incomodas, la compañía de ese imbécil.
Me cabreaba.
¿Y si su madre lograba hacerle daño de verdad? No.
Eso nunca. No dejaría que nadie la lastimara. Becca aún no me hablaba de algo, algo que le sucedió años atrás, y que deduzco tuvo que ver con ese tal Jake. No me olvide de su temerosa reacción cuando fuimos a la casa de mis padres.
Verla tan frágil siendo ella que siempre se mostraba con un carácter fuerte, me hizo entender que estaba atrapado hasta las pelotas, y no me gustaría verla nunca así de nuevo.
Sabía que debíamos aclarar cosas, no pase por alto su extraña actitud el día de ayer en el café con Violett y Tristán, no fui tan idiota. Claramente algo le había ocurrido, pero no quiso decirme, y lo entendí, esperaría a que ella estuviera lista para contarme sus miedos.
Sin importar qué, estaría a su lado.
Suspiré, debía despejar la mente antes de la clase, no sabía si Becca vendría, o incluso Violett, pero no importaba. Luego de esta clase entregaría mi carta de renuncia al decano, ya lo había decidido, nada impediría que esa hermosa castaña estuviera a mi lado.
De todos modos tenía el trabajo en la otra escuela.
Sonreí a la nada, con el recuerdo de su tenaz mirada y sonrisa que podría con cualquiera, ella pudo conmigo.
Quería hablar con mi hermano para contarle la verdad, decirle que él tuvo razón esa noche, pero primero debía formalizarme bien con Becca, y dejar el trabajo.
—¿Qué has hecho conmigo, preciosa?—pregunté a la pantalla de mi móvil donde se encontraba la foto de ella de fondo luego de haberlo sacado del bolsillo.
