Maratón 3/3.
Christopher.
No podía ser posible que estuviera a solo unos pasos, y no pudiera ir a comerle esa bonita boca que tan solo en unos pocos días me estaba haciendo sufrir, como si fue creada solamente para hacerme tentar y pecar con el beneficio de disfrutar.
Pecar era un mal, y ese mal tenía nombre delicioso a mis labios.
«Becca».
Mi mejor amigo había llegado a la ciudad de visita, y con otros que vivían en la misma ciudad, decidimos salir para celebrar su pequeña visita y para distraernos.
Yo no quería, el día anterior había pasado una buena noche de sexo con Becca, y ahora por su visita perdería una, pero no quería decirle nada a mis amigos de que estaba teniendo encuentros calientes con alguien.
Me hubieran acosado continuamente para averiguar con quien me estaba acostando hasta descubrir que era mi alumna.
Por eso acepté el salir a bailar.
Eso me recordó como días atrás había conocido a Becca. Entre la multitud y luces de la noche, sola, luciendo igual de espectacular que está noche.
«De infarto».
Y ahora la tenía del otro lado de la pista de baile, tan perfecta como siempre. Y yo sin poder ir a besar esos deliciosos labios.
Tristán, mi mejor amigo, me dijo algo que no llegué a escuchar por estar distraído con Becca y sus sugerentes mensajes.
Asentí a lo que sea que me haya dicho, y regresé la mirada hacia la barra. Me llevé la no grata sorpresa de que mi castaña ya no se encontraba ahí.
«¿A dónde se fue?».
Escudriñé con la mirada entre la gente, hasta que la encontré. ¿Cómo no notarla? Estaba en medio de todas las personas. Bailando como una perfecta diosa lo haría.
Sus caderas se movían al compas de la música. Disfrutando de la atención que estaba teniendo. Sus frágiles manos recorrían su propio cuerpo, tan seductora, encantando a cualquier chico que la observara.
Incluyéndome.
Era hipnotizante.
Sonrió orgullosa de que no pudiera apartar mis ojos de ella.
Mi respiración se hizo más pesada cuando comenzó a jugar con el borde de su falda ajustada a su redondo culo. Estaba seguro de que mis ojos se oscurecieron por el deseo que sentía de querer poseerla.
Ella sabía que me estaba volviendo loco, y se aprovechaba de eso, moviéndose seductoramente para mí deleite.
Se aprovechaba que no me levantaría para ir con ella porque el lugar estaba repleto de universitarios que podrían vernos. Maldición.
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Ambiciosa Atracción © ✔️
RomanceIntrépido Amor #1. Becca Edwards es una carismática, dominante e intrépida joven con un pasado misterioso el cual la atormenta en secreto. Una noche antes de regresar a clases en la universidad, mientras espera a que su mejor amiga salga de su trab...