Capítulo 137: Un recuerdo de Tsunade

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No me gustaban los niños.

Simplemente, los rechazaba.

Verlos, me recordaban a...

"¡Nee chan!"

Nawaki, hermano...


—Ustedes dos, ya es momento de que tengan sus propios alumnos.

Sentenció el Sandaime.

—No tengo tiempo —respondió con frialdad Tsunade, realmente no quería estar cerca de los niños.

—Yo no estoy interesado —respondió Orochimaru indiferente.

El ambiente comenzó a tornarse sombrío en la oficina de su sensei. Ninguno de los dos mostraba interés en trasmitir sus enseñanzas a las siguientes generaciones. Hasta que...

—Orochimaru, Tsunade, tal vez, instruir a un niño es lo que necesitan—habló Jiraiya. Sabía que Tsunade aún no se recuperaba de la muerte de Nawaki, y que Orochimaru se alejaba más de las personas y la aldea; y eso, era difícil para él presenciar —¡Vamos~! No dejarán que me convierta en "abuelo, ¿cierto? HAHAHA —intentó animarlos.

(NOTA: Jiraiya usa el término "abuelo" haciendo una analogía con el padre del padre de cierta persona, ósea, el abuelo. Ya que, si Tsunade y Orochimaru sigues posponiendo el hecho de tomar aprendices, su alumno, Minato, tendrá sus propios alumnos; convirtiéndolo en abuelo)

Ninguno de sus compañeros se rió y el silencio se hizo de nuevo presente.

—Si eso es todo, me retiro —dio aviso Orochimaru marchándose.

—¡Oye! —Jiraiya intentó detenerlo, pero Orochimaru salió de la oficina.

—No insistas, Jiraiya —Tsunade caminó dirigiéndose también a la puerta —. A ninguno nos interesa la propuesta de Sensei —comenzaba a cuestionarse todo el sistema ninja desde que mandaron a Nawaki a esa misión con solo ser un genin.

—Al final del día, todos los Shinobis tenemos el mismo final.

Había repetido las mismas palabras de Orochimaru con un semblante triste y duro.

Y antes de que tomara el mango de la puerta para marcharse, Jiraiya le habló.

—Tsunade, no subestimes el vínculo entre un alumno y su maestro.

Recordaba a ese niño rubio.

—Puede ser más fuerte de lo que imaginas.

Tsunade se detuvo y habló de espalda.

—No me interesa, Jiraiya —dio por terminado la discusión y se marchó.

—Tsunade...

.

.

.

—Dejaré Konoha cuando volvamos.

Le confesó Tsunade a Jiraiya mientras se refugiaban de la lluvia. Estaban sentados uno al aldo del otro debajo de un árbol, a la espera de Orochimaru.

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora