Capitulo 101: El Ultimo día en el Hotel Ran

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Volverían a Konoha. Así lo había decidido Shizune.

—¿Estás segura? —el Hokage le volvió a preguntar antes de abandonar la habitación.

—Uh, lo estoy —respondió ella con seguridad y una leve sonrisa.

Si ese era el caso, se irían de Kirigakure temprano por la mañana.

—Bien —respondió y decidió marcharse —Necesito una siesta con urgencia, así que despiértame cuando decidas ir a cenar —le hablaba con pereza mientras se dirigía a su habitación, quería dormir toda la tarde si fuera posible.

—¡Kakashi sama! —ella lo llamó antes de que entrara a su habitación.

Kakashi se giró a verla y se la encontró un poco tímida.

—Si le parece... después de que descanse, me preguntaba si...

Y mientras Shizune intentaba hablarle torpemente, Kakashi la observaba con detenimiento. Y aunque estaba cansado, le era agradable verla tan nerviosa y tímida, prefería eso a que se sintiera triste o culpable.

—...podríamos ir al parque de diversiones —le sonrió animada.

—¿Eh? —y entonces lo recordó.

"—¿Q-Qué le parece si vamos?

—¿Eh?, ¿no es un lugar al que van los niños?

—No, puede ir cualquiera ¡Deberíamos ir! ¡Estoy segura que le gustará!

Recordó su cálida sonrisa.

—Uh, creo que podemos ir.

Recordó que su entusiasmo lo había convencido.

—¡Le mostrare los juegos que hay!

—¿Juegos?

—¡Uh! Hay montañas rusas, es como un tren que va alta velocidad. ¡Y también hay ruedas de las fortunas! que son como una gran rueda con casilla en el que puedes ver la ciudad. Y también..."

—Lo había olvidado completamente.

Había olvidado ese plan que tenían para el día viernes, pero que no pudieron ir debido a la propuesta de plantas medicinales.

Shizune esperaba pacientemente su respuesta, realmente quería mostrarle al Hokage el parque de diversiones, sus juegos y demás atracciones. Ella deseaba alejarlo de los problemas y su cargo como Hokage. Aunque sea un día, ella quería que se divirtiera en ese mundo que le había sido negado desde niño. Shizune anhelaba verlo ahí, estaba segura de que a él le gustaría ese lugar. Pero...

—Lo siento, Shizune. No creo poder ir.

Ella no esperaba que él se negara.

—No he dormido bien. Discúlpame —le sonrió apenado.

—A-Ah, ¡n-no se preocupe! ¡Yo entiendo! —Shizune no tuvo de otra que fingir una sonrisa.

—Si lo deseas mucho, puedes ir. No tienes que quedarte en el hotel en lo que queda del día —Kakashi sabía que Shizune era fuerte y podría defenderse sola.

—¡No tiene que decírmelo! ~ ¡Ya veré qué hacer! ~ ¡Ud vaya a descansar, que lo necesita! ~ —intentó fingir despreocupación.

—Uh, despiértame si te quedas a cenar —y entró a su habitación.

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora