Shizune no paraba de caminar en círculos angustiada, parecía una madre esperando la llegada de su hijo a altas horas de la madrugada.
—Tranquila, es Kakashi sama. No es cómo si le pasara algo, ¿cierto? —intentaba convencerse, pero muy dentro suyo quería abandonar la habitación y salir a buscarlo —¡Él volverá! ¡Ten paciencia! —controlarse, era difícil. El Hokage sabía cómo angustiarla. Luego vio el reloj de la habitación, marcaba las 15 hs —¡¿A qué hora piensa volver?! —Shizune sonreía forzadamente. Sin duda, a Kakashi le esperaba un regaño al volver.
Entonces, tocaron la puerta, sacandola de sus pensamientos. Shizune se giró rápidamente, no lo dudó, y corrió hacia la misma. Tenía la certeza que era él, estaba segura de ello. De que él había regresado.
—¡Kakashi sama!
Abrió la puerta con fuerza. No se equivocó, era él, era Kakashi.
Él levantó vagamente la vista y sus miradas se encontraron. Shizune simplemente no pudo decir nada.
—Solo, ¡solo hace que me preocupe!
Quería reclamárselo, pero no pudo. Estaba demasiado feliz de verlo de regreso, tanto, que se emocionó. Pero no sería amable con él, no después de dejarla esperando por cuatro horas sin siquiera avisar a dónde iba o qué hacía; pero, sobre todo, porque nunca llegó a almorzar con ella.
—¿Ya comió? —fue lo primero que le preguntó mientras volvía a su habitación y dejaba la puerta abierta para que Kakashi pasara.
—¿Eh? —el Hokage juraba que sería regañado por su asistente, después de todo, había tardado más de lo que ella tal vez había pensado. Estaba seguro que ella lo había estado esperando hasta el almuerzo, pero necesitaba tiempo para verla después de su encuentro con la Mizukage. Su mente estaba hecha un desastre, que al final no se animó a volver hasta que pudiera controlar sus emociones.
—Supongo que no —ella contestó por él al notar que no respondía. Para Shizune era extraño ver a Kakashi tan distraído, ¡claro que el hombre era un distraído! Pero ella identificaba cuando era un distraído y cuando tenía algo en la mente que no lo dejaba en paz.
Tomó el teléfono de su habitación y marco un número.
—¿Qué haces?
—Pedir un almuerzo —ella respondió enojada mientras le daba la espalda.
Y es que, Shizune nunca presionaría a Kakashi para que dijera qué le molestaba. Y, aunque era paciente, ella también era humana. Claro que le afectaba lo que le pasaba al Hokage, pero ella era su asistente, no su madre. Y eso, le molestaba; porque no sabía hasta dónde ser cercana a él. No quería ser invasiva, ni tampoco una molestia. Y aunque se habían consolado mutuamente en varias ocasiones, Shizune se sentía incapaz de hacerlo esta vez. Y eso se debía a que, esta vez, Shizune desconocía completamente qué le pasaba al Hokage. Solo tenía el presentimiento de que algo lo angustiaba y le afectaba, pero en parte, también sentía que no quería contárselo a ella, que quería ocultárselo.
—No pidas nada. Necesito hablar contigo —Kakashi habló mientras Shizune esperaba a que contestaran los de servicio a la habitación.
Pero ella no le respondió, ni tampoco bajó el teléfono. Respiró hondo y se giró a verlo a los ojos.
—No, hablaremos después de que almuerce —dijo firme. Esta vez, no pensaba cumplir sus órdenes; y su mirada desafiante, dejó en claro cualquier duda de ello.
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KakaShizu: Un Nuevo Comienzo
Fiksi Penggemar"Lo que importa es el camino que recorrimos juntos, los recuerdos que creamos en esa oficina con nuestros seres queridos. No importa cómo termine esto, sino lo felices que fuimos juntos. Siempre estarán en mi memoria, todos y cada uno de los momento...