Capitulo 107: Nikes, Gai y Recuerdos

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—Oh, mis queridos niños, ¿me pregunto si me habrán extrañado? —se preguntaba perezosamente Kakashi mientras esperaba a que Gai le abrieran la puerta.

—¡Y-ya voy! —se escuchó gritar del otro lado, sonaba como si Gai no pudiera avanzar para abrir la puerta y también se podía escuchar las pisadas y jadeos de muchos perros.

Y ni bien se abrió la puerta, sus ochos perros se abalanzaron a su dueño.

—¡Sabia que eras tú, jefe!

—¡Te extrañamos mucho!

—¡No nos abandones nunca más!

—Yo también los extrañe~ —se rió alegre el Hokage mientras ellos lamían su rostro y buscaban su afecto en el suelo.

—Estuvieron contando los minutos al saber que hoy regresabas —comentó Gai mientras extendía su mano para ayudarlo a levantase.

—Gracias Gai por cuidarlos —la tomó —¿Te dieron problemas?

—Mmm —Gai puso una cara difícil de describir, y es que, ¡los perros de Kakashi eran unos malcriados! —. Podemos hablar de eso en otro momento, lo que más me llama la atención es tu cara de cansancio.

—Ahhh —suspiró deprimido el Hokage —fue una semana dura en Kiri —respondió cansado — y a partir de mañana tendremos muchas cosas que hacer.

—Ya veo —entonces Gai entendió que Kakashi no estaba cansado, más bien estaba un poco estresado. Entonces, se le ocurrió una gran idea —. Oye, Kakashi, ¿te gustaría tomar un par de tragos? Tengo unas cervezas frías y de paso me hablas de tu viaje en Kiri.

Kakashi lo dudó un poco, pero aceptó —Uh, creo que un par de tragos no me hará mal.

—Wow, pensé que me costaría convencerlo —hasta Gai se sorprendió de su poca resistencia a la invitación.

Y es que, Kakashi no era un amante de la bebida, pero en ese momento sentía que un par de tragos lo ayudaría a olvidarse de pensar en todo el trabajo que le vendría a partir de mañana.

[...]

Y ahí estaban los dos tomando, sentados en el piso de madera que daba al jardín. Se podía escuchar el canto de las criaturas, la noche estaba esplendida.

Kakashi usaba a Bull para apoyarse mientras los demás nikes lo rodeaban. Era relajante para el Hokage haber vuelto a Konoha y estar con sus amados perros.

—¡Así que los exprimieron! Jajaja —se reía su rival, nunca había imaginado a Kakashi tan entregado en el trabajo de oficina.

—Uh, solo volvíamos al hotel para dormir, desayunar y cenar de regreso. Por suerte ya todo terminó y volvimos a Konoha —confesó, se limitó solo a contarle los asuntos de trabajo a su eterno rival.

—Me alegra saber que todo salió bien.

—Uh, yo igual —aunque por dentro no sabía a ciencia cierta qué esperar, su vida se había complicado desde el momento en que comenzó a ver a su asistente de otra manera — Sera un fastidio lidiar con esto —se dijo, pero tenía la certeza que esos sentimientos de "atracción" morirían, realmente amaba su soltería y tranquila vida, tanto que no estaba dispuesta a cambiarlas.

Quedaron en silencio por un momento y dejaron que el sonido de los grillos los invadiera. 

—El verano se acerca —comentó Gai.

—Uh.

El verano, el piso de madera, el cantar de los grillos y un jardin, todo eso le recordaba a Kakashi un momento de su vida, uno que hacía tiempo que no recordaba.

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora