"Lo que importa es el camino que recorrimos juntos, los recuerdos que creamos en esa oficina con nuestros seres queridos. No importa cómo termine esto, sino lo felices que fuimos juntos. Siempre estarán en mi memoria, todos y cada uno de los momento...
—se ve muy tranquilo —pensó feliz su asistente mientras lo veía dormir. —ya han pasado 30 minutos. Tal vez debería despertarlo. —y con delicadeza se acercó —despiértese... —le susurro con suavidad —o lo encontraran durmiendo. —Kakashi arrugo su rostro, no quería despertarse —no sea obstinado...
—5 minutos más... — se acurrujo en su asiento.
—que voy a hacer con Ud? —se preguntó mientras veía sus reacciones. Él siempre se salía con la suya.
—nadie viene...—respondió con los ojos cerrados. No estaba del todo dormido. Pero le gustaba estar así. Relajarse, aunque sea un instante con su asistente. Mientras ella cuidaba de él.
—pensé que dormía —siguió hablándole con suavidad.
—hasta hace un instante... pero quería estar así...un poco más. —se negaba a abrir sus ojos.
Ella lo observo tan apacible, hacía tiempo que no lo veía así. Había estado preocupado y estresado los últimos meses—Creo que puede seguir durmiendo. —le dijo—Yo estaré atenta si alguien se acerca. —quería que el Hokage descansara, aunque sea que tuviese un momento para alejarse de los asuntos de la reunión, los inversionistas y de Konoha. Después de todo ella entendía que esa era su naturaleza.
—No. —respondió sorprendiendo a Shizune. —solo conversemos como hasta ahora...
—...—ella de alguna forma sabia cuando él le pedía las cosas de manera sincera. Como podría negarse? Ella valoraba cuando hablaba así. Lo entendía bien porque venían de la misma generación. Una en la que habían aprendido a contener sus emociones, a ser razónales antes que emocionales y a siempre mantener la guardia.
—hu —asintió.
Shizune también extrañaba esos momentos en que conversaban de cosas sin importancia.
[...]
Después de la reunión de la mañana, tanto los Kages como sus asistentes fueron a almorzar. Comían separados, seria incomodo una mesa de 10 asientos atravesando el restaurante además de que no podrían conversar a gustos.
Kakashi por un leve momento vio desde su lugar a Shizune. Ella se veía muy alegre conversando con sus colegas. Era de esperar, Shizune era sociable, buena platicando y considera al tratar que las personas se sintieran cómodas; lo opuesto a él.
—veo que nuestras asistentes se hicieron amigas —comento el Raikage.
Shizune y Mabui pasaban mucho tiempo juntas en los descansos, aunque la principal razón era porque compartían algo en común que las unía: el cuidar de un líder problemático.
—hu, eso parece —respondió tan neutral como siempre.
—aunque...tu asistente ... —el Raikage puso una cara complicada.
—qué pasa con Shizune? —pregunto curioso al ver la reacción del hombre, era raro verlo así.
—un día me mando a la mierda —confeso sin más.
—Shi-Shizune?! —Kakashi abrió grandes los ojos de la sorpresa.
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