HISTORIAS DEL KAKASHIZU: ¡DÍGAME SU SECRETO!

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—¡Tsunade sama! ¡Dígame su secreto!

Una Shizune de 20 años tenía la frente tocando el tatami del living de la posada que alquilaban, le estaba rogando a Tsunade que le enseñara SU SECRETO.

—¿Eh? —Tsunade no entendía absolutamente nada. Solo estaba ahí, comiendo tranquilamente una mandarina tirada en el tatami mientras veía una revista; hasta que apareció Shizune, pidiéndole algo —Se más clara, Shizune —ordenó con su tono duro, el verano estaba insoportable.

—¡Tsunade sama! ¡Quiero que me enseñe el Jutsu para agrandar los pechos!

¡Fue directa y seria!

—T-Tú...

Tsunade enfureció.

—¡¡¡BAKA!!! ¡¡¡ESTOS SON REGALOS DEL CIELO!!! ¡¡¡NO SON FALSOS!!!

Acto seguido se escuchó el sonido ensordecedor de un golpe acompañado con el grito de una joven por todos los alrededores de la posada.

Y mientras Shizune se quejaba adolorida por el golpe propinado en su cabeza, ella le dijo: —Por insolente.

—No es normal que sean tan grandes... —murmuró por lo bajo, parecía que Shizune quería otro golpe más.

—¡Baka! —su maestra se fue al refrigerador para sacar una pequeña botella de sake, hacía calor por el verano y necesitaba refrescarse. Se sentó en el tatami donde estaba la mesa ratonera y comenzó a beber —. No hay tal cosa como un "Jutsu para agrandar pechos" —Shizune se acercó a la mesa para escucharla —. A no ser que quieras mantener el Jutsu de Transformación todo el día, todos los días. Pero eso sería estúpido, morirías por quedarte sin chacra.

—Oh, ya veo... —Shizune lucía decepcionada y penumbrosa. Sus esperanzas de conseguir unos pechos grandes fueron destruidas por su maestra.

—Estás en pleno crecimiento, ten paciencia y crecerán —le dijo como si nada mientras tomaba del ochako. Tsunade sin duda era mala consolando.

—Ya se detuvieron... —murmuró desolada.

—¿Qué? —preguntó la mayor, no había escuchado lo que había dicho su alumna.

—¡Que se detuvieron! ¡Dejaron de crecer hace meses! ¡Se quedaron de este tamaño! —tocó sus pechos.

—No puedo creer que te pongas a medirlos.

—Ud no lo entiende... —Shizune hizo un puchero y desvió su mirada.

—¡Baka! Pensar en el tamaño de los pechos es estúpido —dijo mientras llevaba el ochako a su boca, pero se detuvo.

—Eso es mentira.

Shizune habló con la mirada baja y apretando el pliegue de su kimono.

Tsunade se detuvo para verla —Ahhh —suspiró internamente —Al parecer, esto realmente le afecta —se percataba.

—¿Por qué dices que es una mentira? —fue directa, dejando de lado el ochako para escucharla.

—Porque...

Tsunade la escuchaba atentamente.

—Porque...

¿Qué diría Shizune?

—¡Porque a los hombres les gusta los pechos grandes!

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora