Capítulo 136: Los recuerdos de Shizune

865 74 95
                                    


Si tuviera que nombrar mi primer recuerdo, creo que ese sería la primera vez que lloré a todo pulmón.

—Shizune, tranquila. Aquí estoy contigo.

Y también sería, el estar en los brazos de mi tío Dan.

—Tranquila.

Ese día llovía, y él me cargaba en sus brazos. Me acunaba y me hablaba gentilmente para que parase de llorar.

—Tranquila, yo estoy aquí.

Repetía esa frase una y otra vez mientras me abrazaba.

Si cierro los ojos y trato de recordar, creo que él también estaba triste e intentaba no llorar.

Aun así, no dejó de hablarme gentilmente.

—Tal vez, no sea mamá o papá, pero te prometo que seremos una familia. Seremos felices los dos. Nunca te faltará amor.

Dijo eso mientras ocultaba su rostro en mi hombro, su voz temblaba.

Ese día, papá y mamá no volvieron de su misión.

.

.

.


—¿Cómo era mi mamá?

Un día le pregunté en la mesa mientras dejaba de comer.

—Bueno, ella era hermosa.

—...

—¿Qué pasa, Shizune?

—Es que yo... ¡No la recuerdo...! ¡No recuerdo a mi mamá!

Respondí frustrada y con miedo.

¿Y si los olvidaba? ¿Si olvidaba a mis padres?

Lloré, siempre lloraba cuando me sentía así.


Él se levantó de la mesa y se dirigió hacia las habitaciones.

—Sígueme, Shizune.

Me pidió con una sonrisa. Y así lo hice.

Llegamos a su habitación, y caminó hacia el espejo que tenía cerca de la ventana.

—Shizune.

Me llamó para que me acercara a su lado.

—Shizune, esta es tu madre a los 6 años.

Me dijo mientras me tomaba de los hombros y me acercaba al espejo.

—Aunque, bueno, ella tenía el color de mi pelo.

Rio apenado.

Este color oscuro de tus cabellos, es el color que tenía tu padre.

Las lágrimas simplemente salieron.

—Aunque, tu mirada al enojarte, me recuerda mucho a él.

No podía detenerlas.

—Y cuando sonríes, me recuerdas a ella.

Lloré, lloré como hace mucho no lo había hecho.


—Aunque no los recuerdes, recuerda esto, Shizune.

Mi tío Dan, era una persona amable.

—Ellos te amaron desde antes que nacieras.

Siempre sonreía gentilmente.

—Ellos, siempre estarán contigo.

Siempre hablaba de una manera particular.

—Al igual que yo, siempre estaré contigo. Nunca estarás sola.

Una que llamaba la atención, pero que me calmaba por lo cálida que era.


—Aunque sea difícil, Shizune, nunca dejes de sonreír.


Era algo que admiraba de él.



No hay una tumba a la cual pueda visitar.

Tampoco hay fotos.

Y, ahora, ya no los recuerdo.

No puedo recordarlos y eso, duele.

Pero entonces, recuerdo sus palabras. 

Y al verme al espejo, sé que tengo la sonrisa de mi madre y los oscuros cabellos de mi padre.

Aunque tal vez ya no recuerde sus rostros y sus voces.

"—Ellos te amaron desde antes que nacieras."

Recordaré su amor.


Y también, recordaré sus nombres.

Yasashi y Shizuka.

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora