Capítulo 5: El Trato

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Los dos volvieron a la oficina. Shizune sacó el cartel guardándolo en su escritorio para volverlo a usar la próxima vez y Kakashi se dirigió a su escritorio para terminar de leer los documentos.

—¿Qué pasa? —le preguntó al encontrarla en frente de su escritorio.

—Ah, me estaba preguntando... —se la veía un poco nerviosa —... si Ud me podría dar las llaves —le era difícil pedirle eso al Hokage –No es como si no confiara en él. Es solo que... —lo que pasaba es que sí desconfiaba de que Kakashi llegara temprano todos los días.

—Oh, ya entiendo. No confías en mi —dijo tranquilo.

—¡¿Qué?! ¡No, no, no! Es solo para... —no sabía que inventar.

—Bueno. Creo que es entendible. Seguramente debes haber oído por Naruto y Sakura que no soy la persona más puntual de Konoha.

Shizune no respondió. Era una persona practica y lo que más ansiaba era avanzar con esa pila de documentación que habían recibido de herencia de parte de Tsunade.

—Solo quería avanzar con el trabajo —respondió finalmente.

Shizune estaba acostumbrada a cargar con el trabajo sola, así era ella, excesivamente responsable. Y Kakashi se percató de ello.

—Entiendo.

Cualquier persona estaría feliz ante tal propuesta, que alguien más hiciera el trabajo de uno, era algo que cualquiera aceptaría.

Pero Kakashi no era un aprovechado.

—Sin embargo, estoy dispuesto a llegar a tiempo para cumplir con mi trabajo.

Ella se sorprendió por su respuesta, no esperaba escucharlo tan decidido.

—Entiendo que quieras desocupar esta oficina llena de papeles, pero, no tienes que cargar sola con todo el trabajo. Tal vez ahora no sea de mucha ayuda y te retrase explicándome cada papel y documento —pudo leer los pensamientos de su asistente, aquellos que ella no se atrevía a decir al Hokage —. Disculpa que no pueda ser de ayuda —le sonrió apenado.

—¡No, no tiene que disculparse! —quiso detenerlo —Fue mi culpa. Debí prever de preparar a alguien para asistirlo, en lugar de pensar en abandonar la aldea a su suerte —reconoció apenada, sentía que era una persona egoísta.

Los dos se quedaron en silencio. Ambos se sentían responsables por la situación del otro y hasta culpables por ello. Y es que, Kakashi nunca quiso ser Hokage, aun así, aceptó el cargo; y Shizune solo quería un descanso después de tantos años de servicio, solo quería un tiempo para ella. Ninguno tenía la culpa.

—Lo estuve pensando ayer, —Kakashi se atrevió a romper el silencio —cuando te vi en el suelo llorando, pude notar tu cuaderno con folletos de lugares. Sé que querías esas vacaciones, después de todo, le has dedicado muchos años a Konoha y no has descansando desde que llegaste a la aldea. Es por eso, que ayer lo pensé bien —la miró fijamente —. Una vez que nos hayamos desecho de todas estas pilas, haya aprendido todo lo que requiero para el cargo y cumpla con mi objetivo, —la miró a los ojos —te liberaré.

—... —Shizune enmudeció ante tal declaración, tanto, que no pudo responder a las palabras de Kakashi.

—Lo que intento decir es que, después de todo eso, podrás ir de vacaciones~ —le sonrió amigablemente —. Tal vez, tome un poco de tiempo, así que te pido paciencia y apoyo. Es por eso, que quiero quedarme con las llaves. No puedo dejar a mi asistente esperando afuera.

—No sé qué decir...

—Sí, lo sé. No es un trato justo, pero pondré de mi parte para-

—¡No, no lo es en absoluto! ¡De hecho, es un trato demasiado bueno! —lo interrumpió —¡No tiene que sentirse mal por eso! Yo, entiendo que no hay nadie capaz para asesorarlo. En todo caso, yo soy la egoísta al pensar dejar Konoha en estas condiciones. Yo debería ser quien se disculpe. Es por eso que, me quedaré hasta que Naruto tome el puesto.

—Eso tomará años, — Kakashi comenzaba a sospechar que Shizune estaba tomando esa decisión para expiar su falta —no hay necesidad de esperar tanto, Shizune —y la miró a los ojos en un último intento de convencerla —. Por favor, acepta mi trato.

Shizune lo vio, era la primera vez que lo veía así, sus ojos le estaban implorando que aceptara ese trato —¿Qué clase de persona sería si lo sigo rechazando? —ella entendió que él no era insistir después de un rechazo. 

Respiró profundo y lo miró a los ojos —De acuerdo. Acepto.

Eso alegró al Hokage.

—Pero con una condición.

—¿Eh? —no esperaba que su asistente pusiera sus condiciones, pero estaba dispuesto a aceptarlas —¿Cuáles? —preguntó tranquilamente.

—Que me permita quedarme a su lado.

Fue su respuesta. Una llena convicción.

—Al menos, hasta que hayamos podido resolver todo, no solo estos papeles, sino cuando yo considere que todo estará en orden sin mi presencia. No antes, así que me quedaré el tiempo necesario, ya sea uno o dos o tres o los años que requieran. Solo me marcharé hasta que crea que esta oficina funcionará bien sin mí —fue firme de principio a fin con su condición.

Kakashi quedó sorprendido por su determinación —Tal vez fue un insulto pensar que ella aceptaría sin dudar mi trato —sonrió al saber que podía confiar con su ayuda.

—De acuerdo. Entonces, así será.

Y se levantó para estirar su mano, Shizune sonrió y también estiró la suya. 

De esa manera estrecharon sus manos, sellando el trato.

—Puede que me tarde mucho si va a ser muy estricta.

—No importa. Soy muy paciente.

Un trato.

Una promesa que se hicieron el primer día que trabajaron juntos.

"Te liberaré."

"Permitame quedarme a su lado."


Esas palabras, ¿qué significado les espera en el futuro?

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora