Capítulo 112: Los defectos de Shizune

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—Creo que entiendo lo qué te pasa con Kakashi.

—¿Eh? —Shizune realmente no entendía sus palabras.

Tomó de sus hombros y le dijo lo siguiente:

—Tienes q cortar el hilo umbilical —¡Con qué derecho lo dices tú!

—¿El hilo umbilical? —Shizune la veía con exepticismo. A veces no entendia a Anko.

—¡Uh! Ese es el problema. Deja de preocuparte tanto por él, no eres su madre —la dejó mientras volvía a su asiento para comer los bocadillos que había traido Shizune.

—Eso, ya lo sé —Shizune se hizo la desentendida mientras la seguía.

—Pues no parece, querida —Anko le daba un gran mordisco al mochi que había elegido —¡Esto está delicioso!~

—Lo eligió Kakashi sama.

—No le digas que dije eso —le habló seriamente.

—...

En serio no se soportaban. Y eso, cansaba sumamente a su asistente.

—Shizune —Anko dejó las bromas —. Debes de dejar de preocuparte mucho.

—Estoy bien, Kakashi sama solo-

—No me refiero a él —la interrumpió —. Al menos no solo a él —después de todo, para Anko, el Hokage solo mortificaba a Shizune —. Te preocupas demasiado por los demás. Por Hatake, por la oficina, por el hospital, por tus pacientes, por tus alumnos y ni hablar de la aldea entera. A veces, pienso que Tsunade sama hizo bien en no decirte dónde se fue. Ni en mandar cartas, porque estarías angustiada de saber de ella. Y más después de la perdida de Jiraiya sama —dijo eso ultimo con un poco de tristeza.

—Ella, nunca dijo cómo se sentía respecto a la muerte de Jiraiya sama. Y cuando intenté hablar con ella, simplemente no quiso.

—Teníamos a la 4ta Guerra Shinobi a la esquina, era obvio que no se permitiría caerse. Esa mujer, da miedo. —reconoció.

—Uh —sonrió levemente al recordar a su maestra. 

Ella sin duda era como un árbol, uno fuerte y grande. Uno que permanecía firme a pesar de todo. Pero uno al que había hecho daño, al fin de cuentas.

—Sabes, pienso que ella conspiró contra ti para que te quedaras en la aldea. Creo que no quería seguir mortificándote.

—Pero yo-

—Shizune —la interrumpió —. Tienes una debilidad por las personas que quieres. Tanto, que no te permite dejarlas. Deberías confiar más en ellas.

El silencio las invadió. Y Anko sonreía dulcemente.

—Tsunade sama está bien. Estoy segura que estaría feliz de saber que sales de vez en cuando de esta oficina.

—Uh, creo que tienes razón —Shizune sonrió mientras veía su taza de té. La conversación que tenía con Anko, le traía recuerdos con su maestra—. Sabes, una vez Tsunade sama quiso abandonarme —comentó.

Eso sorprendió a Anko, tenía el presentimiento que Tsunade nunca abandonaría a su niñera —Aunque, ahora lo hizo...

—Y como dices, mi preocupación no me permitió dejarla. No, fue mi egoísmo...

FLASH BACK

En aquella época Tsunade y Shizune viajaban de pueblo en pueblo. Ocultando sus identidades para no ser reconocidas por Shinobis de alguna aldea enemiga, es por eso que no usaba la banda de Konoha. Habían abandonado a su aldea.

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora