FLASH BACK
En aquella época Ao tenía 20 años y era alumno de Goro Terumi, un reconocido Shinobi de Kirigakure. Era un hombre mayor con un carácter difícil de tratar. Creador de la Palma del Dragón Azul, un jutsu de alto nivel y veterano de guerra, se encargaba a enseñar a jóvenes que partirían en la Guerra y entre ellos había tomado a Ao como su alumno. Debido al gran respeto y determinación que mostraba.
Un día, después de volver de una misión peligrosa, visito a su maestro. Dentro de tres meses tendría que presentarse en la guerra. Necesitaba que le enseñara jutsuS fuertes si es que quería sobrevivir.
Su maestro vivía alejado. Era un ermitaño. Su casa se encontraba escondida en medio de un campo de bambú subiendo una montaña. Un lugar perfecto para entrenar. Todo su alrededor estaba teñido de verde, era un lugar mágico y calmado.
—veo que volviste vivo Ao —le hablo su maestro con una sonrisa mientras se encontraba sentado en el piso de madera que daba al patio trasero de su casa. —eso es bueno. Necesitamos más hombres fuertes si queremos seguir de pie.
—¡maestro! ¡Vine a que me enseñara la Palma del Dragón Azul! —se puso de rodilla implorando su enseñanza.
— De acuerdo —se levantó —no estoy para desperdiciar alumnos. Después de todo...en tres meses comienza la Guerra. —dijo muy serio.
Pero justo cuando Ao levanto la vista vio a una niña de unos 10 años esconderse en uno de los pilares de madera de la casa. Tenía el pelo rojizo y unos grandes ojos color verde jade.
—es mi nieta —dijo el mayor —a partir de ahora vivirá conmigo. Sus padres murieron en su última misión. —el hombre se veía cansado cuando la vio —como no tuvieron un niño... —se lamentaba —una niña no servirá para servir a Kirigakure.
Ao escuchaba a su maestro. Él era rudo y tosco. No tenía compasión con los entrenamientos. Y nunca tomaba a mujeres como alumnas. Pues las consideraba muy débiles y una pérdida de tiempo.
—bueno. Ya vuelvo. Iré a buscar el equipo para tu entrenamiento. —le dijo mientras se dirigía adentro de la casa pasando de largo por Mei.
—hola —la saludo amigablemente. Pero Mei le gruño y le miro con enfado —vaya tiene el mismo carácter que su abuelo. —fue la primera impresión que se llevó de ella.
Los días pasaron y Ao y su maestro practicaban en el patio trasero mientras Mei los observaba de lejos. Ao se daba cuenta que ellos dos no se hablaban. De alguna forma lo esperaba, Goro era frió y gruñón así que era de esperar que cualquier niño se alejaría de él. Pero siempre los seguía, incluso cuando iban a las montañas cercanas, Mei los observaba desde la distancia. A veces ella desaparecía y no la veía en todo el día, pasaba sus días vagando el campo lleno de bambú.
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KakaShizu: Un Nuevo Comienzo
Fanfiction"Lo que importa es el camino que recorrimos juntos, los recuerdos que creamos en esa oficina con nuestros seres queridos. No importa cómo termine esto, sino lo felices que fuimos juntos. Siempre estarán en mi memoria, todos y cada uno de los momento...