Capítulo 23: Las Semillas de Kakashi y Shizune

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La azotea se había vuelto un lugar recurrente para el Hokage y su asistente, a veces Kakashi y Shizune se tomaban un recreo y subían a la misma para despejarse; después de todo, estar encerrados desde las 8 de la mañana hasta las 22 de la noche en una oficina, no era vida.

Kakashi por lo general se apoyaba en las barandas del lugar dejando que el viento golpeara su cara, mientras que Shizune aprovechaba para regar las masetas, eran dos. Por el momento solo era tierra, pero la asistente esperaba emocionada a que florecieran las semillas que había elegido.

—¿Cuándo tardaran en florecer? —se acercó a su lado curioso.

—Tal vez dos meses o más —respondió ella sin despegarle la vista a las masetas.

Él no tenía idea de plantas, nunca tuvo una, así que la experiencia le resultaba curiosa.

—¿Qué flores escogiste? —preguntó curioso, pues hasta el momento ella no le había comentado nada.

—¡Son -! —pero se detuvo abruptamente antes de revelar el nombre de las flores que había escogido.

—¿Son qué? —preguntó perezosamente el Hokage.

Ella lo miró y sonrió burlonamente, era su momento para vengarse.

—Es un secreto~

Y le guiño el ojo.

—Oh, entiendo —entendió la referencia. Él le había respondido de la misma manera cuando ella le preguntó qué había hecho para reconciliarse con Tonton.

—Así que tendré que esperar a que florezcan, ¿no? —comentó mientras volvía su mirada perezosa a las masetas.

—Así es —Shizune sonrió victoriosa, pues se había burlado del Hokage, cosa que no pasaba seguido.

—Bueno~ —él habló animado mientras se apartaba de su lado —¡Ya vuelvo! ~

—¿Eh? No pensará dejar abandonada la oficina, ¿cierto? —le preguntó nerviosa, no quería cargar con todo el trabajo ese día.

—Solo será un momento, Shizune~ No te preocupes~ Volveré cuando menos lo esperes—y sin previo aviso, desapareció del lugar como todo un shinobi, dejando una bola de humo a su alrededor.

—Espero que vuelva... se dijo deprimida la asistente. Comenzaba a arrepentirse de haberse burlado de él —¡Es mucho trabajo! —solo podía chillar internamente.


Después de aproximadamente una hora...

Kakashi apareció afuera de la ventana de la oficina y golpeó el vidrio para llamar la atención de una concentrada Shizune que leía con diligencia unos documentos.

Ella notó su llegada y abrió la ventana corrediza para que pudiera ingresar.

—Ya volví~ Te dije que volvería antes de que te dieras cuentas —dijo muy animado.

—Por un momento creí que me había abandonado con todo el trabajo —confesó aliviada la asistente de volver a verlo de regreso.

—Cómo crees~ —río nervioso, sí lo había considerado.

—Y, ¿A dónde fue? —preguntó curiosa Shizune.

—Fui a comprar esto —y sacó de su bolsillo un pequeño sobre marrón —. Ten —le extendió el mismo para hacerle entrega.

—¿Qué es esto? —preguntó al recibirlo de sus manos.

—Son semillas~

Respondió animado.

—¿Semillas? ¿Ud también quiere plantar algo?

—Uh, me pareció curiosa la experiencia —dijo mientras volvía a su escritorio —. Y también porque... —Kakashi tenía sus razones. Y esas eran...

—¿Y qué son?

—Es un secreto~

Y le guiño el ojo.

¡Burlarse de ella!

A veces, el Hokage se comportaba como un infante.

—Oh, debí haberlo esperado —lástima que la reacción de Shizune fue decepcionante para Kakashi.

—Y tampoco pierdas tiempo preguntándole a Ino, ya me enteré que le pediste que no me dijera nada —comentó con una mirada de reproche, ella se le había adelantado un paso. Y grande era la curiosidad del Hokage, pero no podía hacer nada. Debía esperar a que esas flores florecieran.

Shizune rió nerviosamente —Menos mal que le pedí a Ino guardar el nombre de las flores.

—Iré a plantarlas —dio aviso mientras el Hokage tomaba unos documentos para ponerse a trabajar.

—De acuerdo —respondió sin despegar la vista de esos papeles.

Y, mientras Kakashi comenzaba su día laboral y Shizune subía a la azotea, ambos pensaron al unísono:

—¿Qué flores eligió?


Habría que esperar a que florecieran para descubrirlas.

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora