Shizune se acercó al Hokage con una taza de té como era de costumbre.
—Gracias, Shizune.
—No tiene que agradecerlo —ella le sonrió amablemente, le gustaba el hecho de que Kakashi disfrutara de su té.
El Hokage ordenaba los documentos y misiones que necesitaba llevar con él, sin duda sería un día largo para el Rokudaime.
—Hoy es un día importante —comentó su asistente.
—Uh, tienes razón —tomaba su té mientras terminaba de preparar los documentos.
Y así era, ese día era el día en que los chicos se graduaban de la academia y pasaban a ser genins. Kakashi debía asistir al acto, nombrar a los equipos y a sus respectivos senseis, entregar las misiones y explicar ciertas normas y reglas a los nuevos genins. Todo demoraría una tarde entera.
—¿No hay forma de que me acompañes? —le preguntó afligido, pues sentía que entre las pausas entre actividades se aburriría como una ostra.
—No, ya habíamos quedado que alguien debía quedarse en la oficina. Y Shikamaru no estará disponible en un tiempo —recordaron lo que le hicieron hace un par de semanas.
—Ahhh, —suspiró cansadamente el Hokage —no es lo mío asistir a estos eventos. Además, tendré que dar un discurso motivador —terminó apoyándose en el respaldo de su silla con los brazos cruzados —. No me gusta dar discursos —se quejó.
—Lo hará bien —le aseguró su asistente mientras acomodaba unos libros —. Además, sé que los inspirará con su discurso.
—Estas muy segura de ello —dijo con una sonrisa por la alta estima que le tenía su asistente.
—Lo sé, porque he escuchado de sus discursos —respondió Shizune, sin quitar de vista su trabajo.
Escuchar eso de ella, había despertado la curiosidad de Kakashi. Quería preguntarle cómo es que ella sabía que él era bueno dando discursos, pero no había tiempo para hacer preguntas, el reloj apuntaba la hora para partir.
—Bien, voy partiendo —se levantó de su escritorio, dejando la tasa de té vacía—¿Vamos, Tonton~?
—¡Oink! —Tonton iría por si alguna cosa se presentaba para Kakashi.
Justo cuando se estaban por marchar, Shizune se percató de algo.
—¡Kakashi sama! ¡Se está olvidando de esto! —Kakashi se volteó esperando que no fuera lo que estaba olvidando a propósito —El traje y el sombrero del Hokage —dijo mientras los tenía en mano.
—Oh, pero que descuidado soy~ —sin duda estaba fingiendo y Shizune lo sabía.
Tomó sus pertenencias con pereza y hasta con desagrado ¡Odiaba su traje de Hokage!
—No olvide ponérselo. Es importante para los niños que conozcan al Hokage —remarcó el recordatorio.
—Sí, sí, lo haré —respondió perezosamente y se marchó.
—Ahhh, —suspiró cansadamente la asistente una vez que se fue —a veces se comporta como un niño —puso su mano en su frente. Kakashi nunca usaba su traje de Hokage, solo cuando asumió el puesto y en ocasiones diplomáticas.
Y ahí, Shizune se percató lo silenciosa que se sentía la oficina sin Kakashi y Tonton, se sentía un poco solitario, pero no por eso debía detenerse, así que volvió a sus deberes.
—¡Bien! ¡A trabajar! —dijo con entusiasmo arremangando las mangas de su kimono.
El Hokage recién volvería a la tarde, y ese día, no llegarían equipos a entregar informes, así que debía aprovechar el tiempo para ordenar los viejos archivos que se encontraban en pilas por toda la oficina.
Justo cuando se acercaba a tomar unos papeles del escritorio de Kakashi, encontró algo que llamó su atención, algo naranja debajo de unos papeles, eso era... ¡El ICHA ICHA Paradise!
Mientras, en la academia...
El Hokage esperaba aburrido en su silla a que aparecieran algunos miembros de los equipos que faltaban —Que impuntuales... —se quejó internamente.
—Bueno, hasta que estén todos presentes, me pondré a leer algún capítulo de mi novela favorita~ —se dijo contento, no era tan malo esperar si podía seguir con su lectura. Así que buscó el pequeño libro en su bolsillo —¿Eh? —¡No estaba en su bolsillo! —Tal vez este... —revisó sus otros bolsillos, ¡nada! —¡¿Lo habré olvidado en la oficina?! —posó su mano en su barbilla, pensando dónde lo podría haber dejado, comenzaba a preocuparse, ¡su "preciosa" no estaba con él!
—¿Oink? —preguntó la cerdita mientras estaba recostada al lado de sus pies.
—¿Eh? No, no pasa nada Tonton —respondió con una sonrisa para atenuar cualquier sospecha.
—¿O lo habré dejado en casa? —Kakashi se veía bastante preocupado y nervioso —Mientras no lo haya perdido, está bien. Tiene la firma de Jiraiya sama, es único. Tiene que estar en la oficina o en casa...
Kakashi ignoraba por completo el hecho de que lo estaban esperando para que iniciara los nombramientos de los equipos. Solo pensaba en cómo organizar un equipo de búsqueda para que encontraran su libro en caso de que lo haya perdido. Sin duda, esa tarde sería larga y tortuosa para el Hokage.
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KakaShizu: Un Nuevo Comienzo
Fanfiction"Lo que importa es el camino que recorrimos juntos, los recuerdos que creamos en esa oficina con nuestros seres queridos. No importa cómo termine esto, sino lo felices que fuimos juntos. Siempre estarán en mi memoria, todos y cada uno de los momento...