Capítulo 138: Primer día en la academia

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Cuando era niña, amaba mucho a mi tío.

"—¡Shizune!

—¡Tío!"

Siempre corría a sus brazos cada vez que volvía de una misión.

"—Mira, te traje un recuerdo"

"—¿En serio? ¡Quiero verlo!"

Siempre tan amable, siempre tan alegre.

"—¡Hoy corté todas las verduras! ¡Dentro de poco podré cocinar para ti, Tío!"

"—Estoy seguro que tu comida será la más deliciosa."

Siempre tan paciente, siempre tan cariñoso.


Nunca probé la comida de mamá, pero la comida de mi tío era deliciosa.

Nunca conocí los abrazos de papá, pero los de mi tío eran cálidos y tranquilizadores.

Cerca suyo, me sentía protegida. Sentía felicidad y calidez.

Mi tío, la sonrisa de mi tío, hacía que sonriese.

A su lado, fui una niña alegre y feliz.

A su lado, en nuestra pequeña casa, sentía que siempre sería así nuestros días.

No fue hasta que cumplí los 6 años de edad, que ingresé a la academia y conocí un mundo diferente al de mi hogar. Uno más frío y gris. 

En aquella época,  por primera vez fui consciente de mi alrededor. Fui consciente de que éramos Shinobis.

.

.

.

"Si no se entrenan a partir de ahora, morirán en misión."

Fueron las primeras las palabras de nuestro sensei.

Todos los niños de mi alrededor sabían el significado de esas palabras, menos yo.


El día avanzó y en cada enseñanza, parecía que yo era la única que no conocía nada.

"—Mediremos su fuerza física. Cada uno me dará un golpe en está mano"

Fue la primera orden.

Todos golpeaban emocionados y, aunque éramos niños y nuestra fuerza era pequeña, los profesores podían determinar nuestra condición física.

Mi golpe fue el más débil, tanto, que mi profesor suspiró decepcionado.

"--El siguiente."

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora