ANÉCDOTAS DEL ICHA ICHA: Un Recuerdo del Pasado

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—Oh~ Que agradable día~ —pensaba feliz el joven jounin mientras descansaba en lo alto de un árbol.

Hoy, te leeré nuevamente~ —le dijo al pequeño libro naranja.

A veces se preguntaba si llegaría el día en que dejara de leer el ICHA ICHA Paradise.

—Lo dudo.

Tenía una certeza de que, aunque pasaran los años, seguiría leyendo su amada novela.

—Hoy, es un día tranquilo... —era raro, pero le gustaba. Le gustaba perderse en la naturaleza y en la brisa que movía las hojas de aquel árbol.

Nada interrumpiría su tranquilo día. O eso pensaba...

—Kakashi san.

Ella pareció de la nada. Estaba encima de una rama cercana.

—Ahhh, celebré esto muy temprano... —se quejó internamente. Pero no había nada que hacer, trabajo era trabajo.

—Hola, —se dignó a levantar la vista para verla —Shizune.

Y ahí estaba ella, la asistente de la nueva Hokage de Konoha, Shizune Kato.

—Buenas. Tsunade sama lo solicita. Tiene una misión de Rango A para Ud —habló tan formal y seria como siempre.

—Uh, iré de inmediato —respondió él un poco más despabilado.

—Entendido.

Y, así como llegó, se marchó.

—Ahhh, yo quería descansar —se quejó nuevamente.

Ser el "Gran Ninja que Copia", era una molestia. Pero nunca se quejaba con nadie. Así era Kakashi.

Y no muy lejos...

—¡Uy, siempre es lo mismo! ¡Cada vez que me mandan a buscar a Kakashi san, tardo horas tratando de encontrarlo! —Shizune se quejaba mientras saltaba de árbol en árbol en dirección a la oficina.

Quería, en lo más profundo de su ser, ¡regañarlo por ser un desconsiderado!

—¡Pero no puedo...! —no podía, y tampoco se atrevía. Así era su persona en aquel tiempo con Kakashi.


[...]

Kakashi llegó a la puerta de la oficina. Se paró en frente de ella, respiró profundamente y tocó la misma.

—¡Adelante! —se escuchó la potente voz de la Gondaime del otro lado.

Y así lo hizo, Kakashi entró.

—Tsunade sama, me dijeron que- —no pudo terminar de decir a lo que venía, ya que una inusual escena lo tenía bastante sorprendido.

—Oh, Kakashi. Ya te atiendo. Espérame unos minutos, que tengo que arreglar este asunto primero —¡La sonrisa de Tsunade daba miedo!

Y es que, la escena en cuestión, trataba de... ¡Tsunade regañando a Jiraiya, mientras este se encontraba sentado de rodillas! ¡Como si estuviera castigado!

Vio a su alrededor y pudo notar, no muy lejos, a una Shizune apenada por la situación ¡¿Y cómo no estarlo?! ¡La oficina era un desastre!

Los dos grandes Sanin, aquellas grandes leyendas de Konoha, ¡estaban discutiendo en medio de la oficina!

—¡Tú, pervertido! ¡Estoy harta de recibir quejas de que andas espiando cerca de las aguas termales! —le gritaba sin reservas —¡Estoy demasiada ocupada como para ser tu niñera!

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora