Capítulo 125: Compañera

908 80 73
                                    


—¿Quién fue ese sujeto del gokon?

Preguntó el Hokage mirándola a los ojos.

Shizune desvió la mirada —Usted también cree que soy débil, ¿cierto? —fue lo primero que dijo sin dudar.

Se lo podía esperar de Genma y Anko, porque los entendía, porque ellos tres tenían otra conexión, una distinta a la que tenía con el Hokage. Pero, que Kakashi pensara eso de ella, le molestaba. No era la primera vez, el día anterior, cuando sintió que se había burlado de sus sueños; también había sentido ese sentimiento de desigualdad, de inferioridad. Por alguna razón, que ella no entendía, detestaba la idea de no estar al nivel de Kakashi, que no la viera como un igual. Shizune no era conflictiva, por lo general, les restaba importancia a esos comentarios. Ella era así, una persona práctica, no perdía tiempo en esos comentarios, su mente siempre estaba ocupada. Pero, entonces ¿por qué era tan sensible a cómo la veía el Hokage o qué concepto tenía de ella? Su lado débil, ese que solo salía cuando la situación y sus emociones la superaban, comenzaban a mostrarse más seguido. Y, por alguna razón, siempre salían fácilmente con las palabras de Kakashi.

Kakashi podía ver su semblante, uno que mostraba enojo y decepción. Guardó silencio por un instante y se levantó de su asiento. Lo que iba a decirle, no lo podía decir sentado.

—Shizune, si hay algo que he aprendido desde que trabajo contigo, es que no eres una persona débil.

Kakashi comenzó a hablar mirándola de frente.

Ella levantó la vista y sus miradas conectaron. No había dudas en sus palabras y en su mirada, el Hokage no mentía.

—Desde el primer día, no ha habido momento en que no me hayas sorprendido.

Confesó.

Shizune enmudeció, Kakashi la veía con convicción. Firme y de frente, sin esconderse, sin avergonzarse, solo diciendo la verdad; porque no quería que hubiesen dudas en sus palabras.

—Y, en cada momento que te he subestimado, me he sentido como un estúpido.

La mirada del Hokage se veía cansada, aun así, intentaba mostrarse lo más firme ante ella. Porque lo que le decía era importante, porque quería que ella lo entendiera y dejara de dudar de él y de ella misma.

—Shizune, eres terca. Así que, por favor, no confundas preocupación con subestimación.

Le pidió con un tono casi débil. Era todo lo que tenía para decir.

Shizune solo asintió en silencio con una mirada que le mostraba a Kakashi que sus palabras habían llegado a ella.

Y emocionada, se preguntaba:

—¿Cómo lo hace?

Se preguntaba mientras lo veía, mientras no le quitaba la vista al Hokage que tanto admiraba y respetaba.

—Para decir cosas que estoy segura que recordaré con el tiempo. Palabras que se quedarán en mi memoria.

Se preguntaba recordando que el Hokage odiaba dar discursos. Y, aunque ella siempre le decía que lo haría bien y que sus palabras llegarían a su gente, lo decía por las personas que le contaban de sus experiencias con él y cómo sus palabras se quedaban con ellos; como Naruto, Jiraiya o Shikamaru.

Una cosa era escucharlas de otros, y otra muy diferente, era vivirlas y escucharas de él.

Así había sido desde que comenzaron a trabajar juntos, las palabras de Kakashi siempre se quedaban con ella.

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora