El tren expulsaba el vapor por todo su alrededor, indicio de que muy pronto partiría a Konoha. Se podía escuchar a los empleados del tren llamando por última vez a los pasajeros para rumbo a la Aldea Escondida entre las Hojas. En minutos partirían de vuelta a su hogar.
Y mientras algunos subían a último minuto al tren, el Hokage y su asistente encontraron su compartimiento. Él guardo los equipajes de ambos arriba de sus asientos, y ella sus trajes en la esquina que daba a la puerta del compartimiento.
La máquina silbó y comenzó a moverse. Kakashi nuevamente había escogido la ventana, era su excusa para no verla. Y Shizune se sentó en frente suyo, ella también quería ver el paisaje, no había tenido oportunidad la primera vez debido a que habían viajado de noche y debía redactar las propuestas.
Y aunque el Hokage volvía tener su semblante tranquilo de nuevo, era innegable que se lo sentía ausente. Volvían a compartir su silencio, pero sentían que ya no era el mismo que compartían antes de salir de Konoha. Era diferente. Como si no se estuvieran haciendo compañía.
Shizune comenzaba a inquietarse, el silencio de Kakashi la inquietaba por primera vez desde que habían comenzado a trabajar. Él solo veía cómo cambiaba el paisaje con una expresión neutral, una que no expresaba nada, una difícil de leer. Shizune lo sentía calmado, pero no dejaba de pensar que no era lo que parecía, que él estaba extrañamente distinto.
—Tal vez son ideas mías —tal vez era su imaginación, tal vez simplemente no pasaba nada —Creo que me estoy preocupando demasiado por él —lo atribuía todo a su complejo de niñera que tenía con Kakashi —¡Uh! ¡Kakashi sama está bien! ¡No tengo por qué sentirme angustiada! —su actitud optimista emergía con fuerza. Aun así, no dejaba de sentirse que se engañaba.
—¿Q-Qué me pasa?
Se preguntaba confundida.
Y es que Shizune siempre se preocupaba y cuidaba por los suyos, era su naturaleza. Sin embargo, con Kakashi era demasiado sensible, estaba demasiado pendiente de él, le afectaba demasiado cómo se encontraba o cómo se sentía. No podía ser indiferente con él.
—Shizune.
Él la llamó sacándola de sus pensamientos. Y al levantar la vista se lo encontró sonriéndole amablemente.
En ese instante el sol del amanecer iluminó su compartimiento, iluminó todo su a alrededor, iluminó la sonrisa de Kakashi. Y por primera vez, en mucho tiempo, desde que salieron de Konoha, Shizune sintió calma.
No había necesidad de seguir preocupándose, pues en Kakashi no había rastros de duda o preocupaciones.
—Shizune, ¿crees que podrías conseguir un poco de té? —le preguntó como siempre lo solía hacer.
—¡Si! ¡Creo que puedo conseguir un poco! —ella respondió animada —¡iré a preguntar!
—Te lo agradecería —él se veía deseoso de probar el té de su asistente, como siempre se mostraba cada vez que ella se lo ofrecía o él se lo pedía.
Ella sonrió y se marchó animada en busca del té, convencida de que todo ese tiempo habían sido ideas suyas. Y alegre por saber que volverían a Konoha.
Cuando sintió que se había ido lo suficientemente lejos, suspiró cansadamente apoyándose derrotado en el respaldo del asiento —Eso la mantendrá alejada un rato —se dijo mientras giraba su cabeza en dirección a la ventana y se volvía a hundir en sus pensamientos, en sus recuerdos y en su decisión...
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KakaShizu: Un Nuevo Comienzo
Fanfiction"Lo que importa es el camino que recorrimos juntos, los recuerdos que creamos en esa oficina con nuestros seres queridos. No importa cómo termine esto, sino lo felices que fuimos juntos. Siempre estarán en mi memoria, todos y cada uno de los momento...