—definitivamente esto no es lo que imagine... —Kakashi no creía lo que veía.
Había tomado un "taxi" para que lo llevara al lugar indicado. Ahí se presentó y lo llevaron a su mesa reservada. ¡Simplemente el lugar no era uno acorde a una reunión política! ¡Sino todo lo contrario! ¡A una cita romántica! Había escases de luz en todo el lugar, solo la mesa era iluminada por unas pequeñas velas acomodadas alrededor del centro. ¿Las mesas estaban distanciadas una de las otras y ...—por qué solamente hay parejas en este lugar?! —Miraba a su alrededor angustiado, el ambiente era meloso con música de violín en algún lado. Kakashi podía ser bastante distraído y olvidadizo, pero no era estúpido. —¡esto es una cita! —todo comenzaba a encajar. Si, notaba un cierto interés de parte de la Mizukage hacia él, pero quería creer que era parte de su personalidad coqueta y que no le interesaba de esa manera. Pero al lugar al que lo había citado decía lo contrario. —tranquilízate. Esto todavía puede ser una reunión política. —se intentaba engañar mientras se ponía serio apoyando sus codos en la mesa y cruzaba sus dedos —incluso traje un block de notas —como los que lleva siempre Shizune —me lo estoy tomando en serio. Por favor Kami sama que no sea lo que sospecho. No quiero lidiar con una mujer enamorada. —si había algo que Kakashi había aprendido a lo largo de los años era que las mujeres enamoradas eran muy complicadas y dolor de cabeza. Por algo había decidido estar soltero, para tener una vida tranquila sin tener que lidiar con ellas. —¿y si es como Sakura? — de repente una cara de mal estar es reflejo en el Hokage y comenzó a sentirse sumamente cansado. —¿en qué diablos me metí? —comenzaba a preocuparse.
—Hokage sama. —se tensó al escuchar su voz detrás de él. Ella había llegado.
Kakashi suspiro internamente y se levantó de la mesa para saludarla. Pero grande fue su sorpresa al encontrarla —lo que me faltaba... — cada vez se complicaban más las cosas para Kakashi. ¡Mei había sacado el armamento pesado!
Ella lucía un vestido de lentejuelas corto con mangas largas ajustado al cuerpo de color verde esmeralda que resaltaba su figura y mostraba sus piernas. ¡Pero lo que sin duda llamaba la atención era el pronunciado escote! ¡Era tan peligroso que uno sentía que ante el menor error ya no dejaría nada a la imaginación!
—Mizukage sama —la saludo con dificultad, intentado verla a los ojos para no bajar la vista a otro lado.
—espero no haberlo hecho esperar. —le sonrió coquetamente.
—no~ claro que no~ —Kakashi sonreía con los ojos cerrados. —por favor siéntese. —y corrió la silla para que se sentara. Necesitaba que la velada pasara rápido.
—gracias —le lanzo una mirada intensa, su voz sonaba más seductora de lo normal.
Kakashi simplemente suspiro internamente y busco su asiento —¿de que asuntos quería hablarme? —fue directo al grano.
Mei quedo en silencio un momento y su sonrisa desapareció. Kakashi comenzaba a hacerla enojar, el hombre no reaccionaba como esperaba. No era ciega, sabia lo hermosa que estaba, tanto que se daba cuenta que varios hombres de las mesas cercanas volteaban a verla produciendo el enojo en sus parejas. Y el hombre que tenía en frente ni siquiera un cumplido le había dado. ¿Acaso Kakashi se estaba resistiendo?
—eso lo podemos hablar después de la cena —ella sonrió dulcemente.
—... —esa mujer realmente lo estaba llevando a su límite. —de acuerdo. —dudaba de que pudieran hablar de algo importante en esa situación. —definitivamente fui engañado.
Los camareros trajeron la cena y Mei dejo de lado su molestia, debía lucir encantadora. Además de que esta era la gran oportunidad que tenía para ver el rostro de Kakashi. Había esperado toda la semana para verlo. Lamentablemente en los almuerzos nunca podía. Cada vez que se distraía él terminaba su comida en un segundo impidiéndole ver su cara. Pero ahora lo tenía en frente suyo. Realmente estaba emocionada y a la expectativa.
Kakashi tomo el tenedor y el cuchillo y lentamente comenzó a cortar la carne. Mei tomaba vino mientras no le quitaba la vista encima, estaba nerviosa de ver su rostro. Él tomo el pliegue de su máscara con una mano mientras que con la otra sostenía el tenedor. La distancia entre el tenedor con el trozo de carne y su boca cubierta con la máscara cada vez era menor. ¡Era el momento! ¡Se bajaría la máscara!
Pero se detuvo y la miro a los ojos sobresaltándola. Su mirada era intensa, tanto que Mei comenzaba a ponerse nerviosa. Bajo su copa de vino y no corto la conexión. Los ojos de Mei comenzaban a brillar mientras Kakashi no le quitaba la mirada y se acercaba a ella levantándose un poco de la silla para cruzar la mesa. Cada vez más cerca. Ella estaba inmóvil y su corazón comenzaba a acelerarse —acaso...va a besarme? — fue lo que pensó. —Mizukage sama —su voz ronca se escuchó intimidándola —¿si? —pregunto tímidamente —su labial...se corrió —le dijo y volvió a sentarse. —lamento si me acerque mucho. No podía ver con claridad. No hay luz suficiente. —dijo eso ultimo despreocupadamente.
—...! — Mei se sonrojo de la vergüenza. —discúlpeme. Iré al tocador. —pudo decir y se levantó.
—hu. —y dejo que se marchara. Una vez solo suspiro cansadamente dejándose caer en la silla, ya no le importaba saber dónde estaba, había sido engañado —esto será una larga noche. —pensó con pesar.
Mientras en el Hotel Ran...
Shizune comenzaba a despertarse. —mmm... me dormí ...—se refregaba los ojos —tengo que hablar con Kakashi sama sobre la propuesta nueva y para pedirle el proyecto de los yacimientos para ir resumiéndolo. —bostezo —¿cuánto tiempo dormí? —se preguntó confundida mientras giraba su vista a la meza de luz que tenía un reloj —¡¿21y30?! — se espantó al ver la hora. ¡Había dormido 3 horas! —¡Maldición!... —se despeinaba frustrada. Kakashi ya se había marchado y por ende no podía pedirle el proyecto para resumirlo. —como pude haberme dormido tanto... —se lamentaba, pero no había nada que hacer.
—entonces solo me queda avanzar con la propuesta —se dijo poniéndose en modo de trabajo y cuando entraba en ese modo se concentraba solo en su deber. — No tenemos mucho tiempo y esta era la única oportunidad que tenemos para que aprueben la propuesta de las plantas medicinales. Después sería difícil que los cinco Kages se volvieran a reunir, y hasta tanto habría gente sin poder acceder a un tratamiento; y en el peor de los casos... podría morir. —Analizo la situación seriamente apoyada en el respaldo de la cama. —aunque la prioridad es el proyecto de inversión. Nuestra única oportunidad es en la Noch... —se dio cuenta. —EL VESTIDO!!!!!!!!! —lo había olvidado completamente! —¡¿C-CÓMO PUDE OLVIADARLO?! ...—se lamentaba entre lágrimas. Por pensar en Kakashi y su cita termino olvidando completamente la única oportunidad que tenía para comprar un vestido nuevo. —q-qué haré ahora?... —realmente quería llorar —no quiero usar ese vestido...—comenzaba a pensar que tal vez la mala suerte de su maestra se le había pegado.
Y entonces miro las orquídeas blancas que tenía al lado. Recordó a su paciente y a su familia. Y como ella y Tsunade tuvieron que decirles que no podían hacer nada. Esa enfermedad tenía una cura, pero solamente estaba en Kirigakure. Recordó ese sentimiento de impotencia y enojo por no poder hacer nada. Y ahora la posibilidad estaba ahí, y ella con Kakashi podían hacer posible que esa planta estuviera en las cinco aldeas. No podía quedarse llorando toda la noche lamentándose. Se levantó de la cama y en medio de la habitación hizo una serie de sellos con las manos invocando un pergamino en el suelo. Se sentó y lo desenrollo. ¡Era extremadamente largo! —Dónde estará... —se preguntaba mientras buscaba el título "Plantas Medicinales". El pergamino era una biblioteca de libros, notas y resúmenes que Shizune había acumulado con los años con sus estudios e investigaciones en el campo de la medicina. Tenía el mismo funcionamiento que los pergaminos que invocaban armas. Posicionaba la palma de la mano debajo del pergamino con el chakra del usuario y se invocaba todo lo que se había guardado en el nombre o título que estaba escrito. Lamentablemente no estaba ordenado alfabéticamente por lo que tardaría en encontrarlo por sí misma. Pero pacientemente Shizune se puso a leer el extenso pergamino. Kakashi le había dado la oportunidad de que presentaran esa propuesta y ella lo tomaría.
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KakaShizu: Un Nuevo Comienzo
Fiksi Penggemar"Lo que importa es el camino que recorrimos juntos, los recuerdos que creamos en esa oficina con nuestros seres queridos. No importa cómo termine esto, sino lo felices que fuimos juntos. Siempre estarán en mi memoria, todos y cada uno de los momento...