Capitulo 100: La Culpa de Kakashi y La Decisión de Shizune

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—Kakashi sama, despiertese... —ella le susurraba para despertarlo.

—Mmm... Pakkun déjame dormir un rato más... —se quejó el Hokage negándose a levantar.

Así que Pakkun se encarga de despertarlo —fue curioso saber ese dato —No soy Pakkun, soy Shizune, y ya llegó su almuerzo... —volvió a susurrar suavemente.

Kakashi por fin abrió perezosamente los ojos y se la encontró —Oh, cierto. Estaba en tu cuarto —se percató aun soñoliento.

—Puse su almuerzo en la mesa —indicó Shizune con la mirada mientras seguía sentada a su lado en la cama. Kakashi se enderezaba para terminar sentado junto con ella.

—Gracias —se levantó y se dirigió a la mesa que había pedido para armar la propuesta de Shizune. Cuando vio el platillo, no supo que decir —Shizune...—la llamó.

—¿Si? —ella le respondió calmadamente.

—¿No crees que es demasiado?... —¡Parecía que le había pedido todo lo que había de la carta!

Claro que no —¡Era de admirar la seguridad con la que le respondió!

—... —al parecer tendría que terminar de comer todo —Ahhh, —suspiró rendido —gracias por la comida —y comenzó con uno de los platillos.

Shizune se levantó del borde de la cama y se dirigió hacia donde estaba el Hokage, para sentarse en la silla restante que se ubicaba en frente de él. Y como de costumbre, Shizune hizo una pequeña pausa para observar con detenimiento su rostro mientras él le daba el primer bocado a la comida.

Esa mirada curiosa... —pensó Kakashi al sentirla, ya que no levantó la mirada para verla —ahora me pone algo... nervioso —y es que al Hokage no le molestaba la mirada curiosa de su asistente cada vez que él se bajaba la máscara para almorzar, hasta le parecía graciosa la situación. Pero, ahora las cosas ya no tenían el mismo significado para Kakashi, ya no se sentía a gusto con ella observandolo —¡Deja de verme tan fijamente! —le imploró en silencio.

Pero Shizune no lo estaba observando por su rostro, bueno, tal vez sí; pero lo que realmente estaba haciendo era analizarlo, estaba realizando un chequeo médico visual.

—Kakashi sama, debería ir al hospital cuando volvamos para hacerle un chequeo —sugirió Shizune.

—¿Un chequeo? No creo que haga falta —respondió desinteresado.

—Pero no lo ha hecho desde que se volvió Hokage.

—Uh, no es como si saliera a misiones ahora que soy el Rokudaime —respondió—. Además, tú sabes que odio ir al hospital.

Si había algo que Shizune sabía bien, eso era que Kakashi detestaba los hospitales. Desde que ella había vuelto a la aldea se había dado cuenta de ello, siempre daba problemas cuando se quedaba en el mismo para recuperarse.

—Solo será una revisión —volvió a insistir —. Es por su salud.

Kakashi estuvo a punto de volverse a negar, pero la vio tan preocupada y bastante decidida a su pedido, que no tuvo más remedio que aceptar. 

—Está bien —dijo de mala gana, sentía que era una perdida de tiempo.

Shizune sonrió complacida ante la respuesta. Después de todo, era raro un pedido de la asistente del Hokage, pero ella solo quería velar por su salud. Esa era la naturaleza de Shizune.

Una vez terminado su almuerzo, Kakashi se puso serio y Shizune se percató de ello. Y aunque el Hokage intentaba mostrarse fuerte, su mirada indicaba que aún se encontraba cansado. Era un cansancio mental, no físico, por todas las emociones que había vivido la noche anterior hasta que volvió al Hotel por su asistente. Pero debía dejar todo eso de lado y comunicarle a Shizune toda la situación, toda la verdad.

KakaShizu: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora