"Lo que importa es el camino que recorrimos juntos, los recuerdos que creamos en esa oficina con nuestros seres queridos. No importa cómo termine esto, sino lo felices que fuimos juntos. Siempre estarán en mi memoria, todos y cada uno de los momento...
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Él se paró frente a ella.
—¿Kakashi sama? —ladeó levemente su cabeza al verlo.
—Y, ahora... ¿qué hago? —¡¿Dónde había quedado todo ese valor?!
Ella lo seguía viendo curiosa, esperando a que dijera algo.
—Tal vez, debí haber formulado algo —se daba cuenta, pero se había dejado llevar por las palabras de Shikamaru. Ahora estaba ahí, sin nada en la cabeza.
—Kakashi sama, ¿pasa algo?
—... —desvió incomodo su mirada mientras se rascaba el cuello —Definitivamente no soy bueno en esto —se dijo rendido para contestarle con un simple "nada, no es nada".
Pero, al abrir los ojos, pudo notar que los contornos de los ojos de su asistente estaban rojos, prueba de que había llorado mucho.
—¿Tengo algo en la cara...? —preguntó nerviosa ante la penetrante mirada del Hokage.
"—Ella lo respeta. Estoy seguro que lo escuchará."
No podía huir sin siquiera intentarlo.
Él se sentó a su lado como de costumbre. Miró al frente, no podía hablarle viéndole a la cara, lo que pensaba decir era demasiado vergonzoso. Y con su apacible voz, habló.
—¿Pasa algo, Shizune?
Por fin pudo decirlo.
—¿Eh? —ella abrió los ojos de la sorpresa, el tono de Kakashi sonaba un poco preocupado.
—Has estado triste... —resultaba difícil y vergonzoso para el Hokage hablar de esas cosas, pero, no podía seguir ignorando su estado de ánimo—También callada. Y tus ojos...
—¿Mis ojos?
—Uh, se ven apagados. Cansados, como si hubieses... —levantó su mirada perezosa, aunque algo angustiada —...llorado mucho.
Shizune se sonrojó al escuchar eso y bajo la vista por la vergüenza. No podía creer que había llamado tanta la atención, a tal punto de que Kakashi se diera cuenta y se acercara a ella para preguntárselo.
—Yo... lo siento ... —se disculpó nerviosa y apenada por su comportamiento. Había olvidado que ya no trabajaba para Tsunade, así que no podía comportarse como lo solía hacer con su maestra.
—Shizune, no tienes que disculparte —Kakashi intentaba ser lo más comprensivo posible, sabía que Shizune era sensible, así que trataba de ser cuidadoso con sus palabras —. Si me lo preguntas, —miró al frente, porque lo que seguía era aun mas vergonzoso, pero era lo que pensaba —ese idiota cometió un error al rechazarte.
—¡¿Rechazarme?!
—Hay hombres que no son capaces de reconocer una buena mujer. Aunque la tengan en frente.
—¡¿Qué está diciendo...?!
—¡SON PEORES QUE ESCORIA! —estaba tan nervioso, que dijo lo primero que se le vino a la mente, ¡la frase de él y Obito!
—E-Espere... —Shizune estaba impactada.
Pero el Hokage se cruzó de brazos y siguió tranquilamente —Si quieres, puedes tomarte unos días para descansar. Tal vez salir con las chicas para distraerte —sugirió —. O también, podemos salir de aquí con Shikamaru a tomar —comenzaba a buscar otras soluciones para levantar el ánimo de su asistente —...podríamos llamar a Gai y a Kurenai, y así-
—¡Espere! —lo interrumpió —¡Creo que se está confundido!
—¿Eh? —volvió su mirada a ella, confundido.
—¡Sí! ¡Yo no estoy triste por ningún hombre, ni nada por el estilo! —respondió avergonzada su asistente, pero debía detener al Hokage, antes de que él mismo siguiera cavando su propia tumba.
—Espera, déjame entenderlo ¿No estabas así porque te rechazaron?
—¡¿Rechazarme?! ¡¿De qué rechazo habla? ¡Hasta donde yo sé, no hay nadie que me guste! —Shizune estaba roja como un tomate por la confusión.
—¡¿Qué?! —¡Kakashi no lo podía creer! ¡Había hecho el ridículo!
—¡¿Entonces, por qué anduviste rara?! —¡Necesitaba respuestas! ¡El motivo debía ser lo sumamente triste como para que la vergüenza valiera la pena!
—... —Shizune calló, ¡cómo le explicaba al Hokage que era por una pequeñez!
—Shizune, no des vueltas —la miró fijamente, con una mirada amenazante como la de su maestra.
Ella desvió la mirada y con nerviosismo comenzó a hablar —Fu-Fue... p-por la muerte... de un... —¡Realmente no quería confesárselo al Hokage!
—¿De un qué? —comenzaba a impacientarse, por la reacción de su asistente no parecía nada grave.
—De un... personaje... —murmuró apenada ¡Así es, Shizune estaba triste porque su personaje favorito, del libro que leía, había muerto!
—¿Un...personaje...? —¡No lo podía creer! —¿Hice todo esto por un...personaje?
Se levantó abruptamente y se dirigió a la salida enfadado.
—¡Kakashi sama...! —lo llamó nerviosa, sentía que estaba enojado.
Kakashi se detuvo, y de espaldas le dijo lo siguiente —Shizune, esto nunca pasó —y cerró con fuerza la puerta. Debía ir a asesinar a alguien que estaba en la oficina.
