EPÍLOGO

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Nerviosa estooooy nerviosa estoooy (léase con melodía de "Libre soy" película Frozen)

Reitero... NO ME ASESINEN...

Sobre todo cuando se enteren de lo siguiente...

(Nuevo comunicado, para los antiguos, he editado esta parte porque siempre me apreció muy forzada la muerte de Gerd, por lo que... vivirá... por ahora)

Unas manos me recorren con ternura, unos labios se acoplan a los míos con pasión

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Unas manos me recorren con ternura, unos labios se acoplan a los míos con pasión. Está mal, lo sé, pero no sé de qué forma sacar este dolor, no sé de qué manera distraer mi mente en algo que no sea sus muertes.

Finjo que un gemido sale de mis labios cuando me toman por la cintura de manera posesiva. Pero aquella persona se detiene por lo que abro los ojos para ver qué cosa está mal.

Un grito sale de mi garganta cuando veo que quién me toca y besa es As. No un Asmodeo sonriente y lleno de calor, sino uno repleto de sangre y pálido rosando lo verdoso.

—No me salvaste. —Dice botando sangre de su boca, la cual cae a mi rostro.

Me trato de apartar a como dé lugar, sin embargo, se me hace imposible, no puedo salir de sus garras, me tiene atrapada.

Jamás me dejará ir.

Despierto cuando me zamarrean sin delicadeza.

Las manos de Nac me envuelven mientras rompo en llanto como todos los días durante este mes. Ya no estoy tranquila, no tengo paz, no tengo felicidad, no tengo vida, no tengo nada. Perdí muchas cosas valiosas ese día.

Perdí mis ganas de vivir. Perdí a As, al amor de mi vida.

Perdí mi futuro. Teníamos todo planeado, había bases sólidas en donde construir nuestra vida juntos y ahora no tenía nada. No había solución a mi problema llamado desolación, y creo que jamás la habrá.

No hablo con nadie, ni con mi madre ni mi tía, a pesar de que con ésta última nos debemos una gran charla. No me siento preparada para afrontar nada aún, quizás más adelante cuando ya logre aceptar y sentirme menos culpable o apaciguar el dolor, ese sentimiento profundo que hace que me duela hasta el cabello.

A pesar de su estado Gerd ha intentado estar conmigo desde hace una semana y no me atrevo. No puedo verlo en ese estado, sabiendo que todo fue por ir en mi busca. Estaba malherido, y lo dejé solo con su dolor por seguir a As, y ahora está casi siempre en reposo, con dolencias y con su piel radiante pálida como el papel. Casi lo pierdo a él y cada día tengo el miedo de que me lo arrebaten. Siento tanto miedo que necesito verlo para saber si está bien.

Y eso hago en secreto.

A veces salgo a cabalgar por las noches cuando no puedo dormir y me paro en su ventana para observarlo dormir. Sé que tiene pesadillas al igual que yo, las mías con As, las de él con su hermano, pero tomo su mano para calmarlo y vuelve a dormir plácidamente sin darse cuenta de mi presencia.

Soy su ángel de la guarda.

Así como lo es Nac para mí.

No se ha separado de mí desde que me apretó en sus brazos cuando me quitaron el cuerpo de As. Me ha alimentado en la boca cuando yo no quería comer y ha cepillado mi cabello luego de tomar el baño. En los días de pesadillas llega a mi habitación corriendo y se queda junto a mí hasta que vuelvo a dormirme, no me suelta la mano, lucha conmigo contra mis peores pensamientos y trata de sacar a flote lo que queda de mí.

Aunque a pesar de todo aquello no hay mucho que rescatar.

Es el único amigo que se quedó conmigo. Eligos y los demás se fueron el mismo día del entierro de As, que por supuesto fue en su mundo. Aquí mi único consuelo es tener una lápida con su nombre en el cementerio Imperial. Me costó mucho obtener ese permiso, pero luego de suplicarle al emperador me dio su autorización para hacerlo. A los pocos días me enteré de que tuvo un intento de suicidio fallido, al parecer no pudo con la presión de haber asesinado a su hijo.

Nadie le dijo que Gerd había sobrevivido a su ataque, ya que se corrió la voz del estado del Príncipe y de su muerte tiempo después, cosa que no fue del todo falsa. Nos dejó por un momento, pero sus ganas de vivir y conocer a su hijo lo hicieron renacer, volver a nosotros.

Luego de esos rumores llegaron otros que decían que el emperador veía a su esposa en sueños y lo atormentaba por haber criado a un criminal y asesinar al buen elemento.

No siento lástima por él. Lo único que me preocupa es que el liderazgo del imperio quedará en manos aún más incompetentes, en manos de un mal hombre, hasta que Gerd quiera hacerse cargo y lo derroque o su hijo tenga la edad suficiente.

Si Gerd decide aparecer en público será un gran emperador.

Danna y Gerd se quedaron viviendo en el pueblo que refundaron -que ahora es una potencia económica gracias al cambio que hicieron los demonios- acompañados por mi tía y mi madre en una casa cercana. La señora Charlotte y el pequeño William también están allí, y todas cuidan al bebé, mimándolo y criándolo, tendrá la sabiduría de su abuela, el carisma de mi tía y los modales de mi madre, un gran hombre saldrá de esa mezcla, al igual que mi futuro sobrino o sobrina.

Nac trabajó durante dos semanas con ayuda del pueblo y completó una casa hermosa dentro de aquel bosque en donde practicábamos. Allí vivimos ambos, lejos de todo. Lejos de todos.

Con la soledad que necesito.

En la soledad que me dejaron.

Los demonios se fueron, no queda nadie, no se despidieron, sólo se fueron. Samigina fue la única que se dignó a abrazarme antes de irse, diciendo falsas promesas de que volvería a verme, pero un mes ha pasado y lo único que me queda de ellos es el amargo recuerdo del abandono y el peso en mi dedo anular que representa la gran promesa que nunca pude hacerle a As.

Murió sin saber si le di el sí.

Este anillo es una de las únicas cosas que me mantienen en pie.

Las manos de Nac me acunan y me pegan a su torso tibio mientras me despierto del todo. Besa mi cabello y seca lo que queda de lágrimas en mí. Soy un desastre andando.

Tengo el consuelo que al menos As murió sintiéndose libre, murió liberado de esas cadenas que lo ataban al pasado.

Esas gruesas cadenas que pesan ahora en el mío.

ASMODEUS: Las Cadenas del Pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora