Un secreto se oculta bajo los suelos de tierra santa, algo oscuro y con un origen mucho más terrible del que se conoce, un niño encerrado que fue criado como monstruo, alejado de todos por ser hijo del ser equivocado, juntando rencor e ira contra aq...
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Hoy es el matrimonio de mi amigo, y no podré felicitarlo por su unión. Lo veré de lejos, pero sin acercarme, sobre todo luego de lo que ocurrió, no creo que su hermano mayor le haya contado algo respecto, aunque de seguro su futura esposa sí que lo hizo. No puedo creer que Einar, el príncipe heredero, la adoración de todos, haya podido hacerme eso, me dan nauseas solo de pensarlo. Sin embargo, también estoy impactada por la reacción del señor obispo, tuvo la fuerza de defenderme, se expuso a las artimañas del emperador, amenazó a un miembro de la realeza, claro que por parte del emperador no se hará nada, es tan devoto y creyente que de verdad pensará que desde el cielo le caerá un castigo divino.
Tía Karen tampoco asiste a la ceremonia, porque pidió permiso de quedarse a mi lado y no quedarme en soledad.
—¿Qué piensas de esta situación, sobrina? —Pregunta mientras observa mis reacciones. —Sé que no es de mi incumbencia, pero igualmente quería saber si tu corazón no se siente traicionado con esta unión.
La observe con curiosidad. ¿Qué estaba insinuando?
—No sé a qué se refiere, tía.
—Es de esperar que luego de años de amistad. —Comienza a indagar. —Quizás entre ambos se haya forjado una relación de confianza, pero también algo más íntimo. —¿Ella cree que él y yo...? —Me hace pensar que la negativa a ese matrimonio no es más que, quizás dentro de tu corazón, se creó una historia de amor entre ustedes.
Casi reí.
—¿Me está diciendo que cree que me he puesto celosa del matrimonio de Gerd? —Respondo entre risas nerviosas. —No, rotundamente no. Mi padre me ha juntado con Einar y Gerd desde que todos éramos unos niños, siempre me llevé mejor con Gerd, lo veía más tiempo y además no estaba bajo la presión de su padre, también era el despreciado y siempre quise hacerlo sentir especial, al menos para mí, pero él siempre ha sabido que yo espero un matrimonio con amor, y por él no siento eso, y él tampoco por mí. Tenemos una relación de hermanos que ni siquiera los lazos de sangre pueden imitar. Somos la mitad del otro, es por eso por lo que sé que esta unión no fue hablada antes, fueron obligados.
—¿De qué hablas?
—No tengo secretos con usted tía. Einar y el emperador se están vengando de mí, obligando a Gerd a contraer matrimonio con mi dama de compañía. Ninguno de ellos es mala persona, pero no sé si son estables para estar juntos, él es demasiado protector y ella es algo... libre, y claro que no digo que ello sea malo, sólo que a Gerd le traería un posible dolor de cabeza en algunas ocasiones. Además, que no se conocen, apenas si hablaban. —Tomo sus manos para relajarme un poco, ya que con su tacto me da paz. —Conversé con Dana, y me contó la verdad. Tenía demasiadas preguntas en mi cabeza y tenían que ser respondidas. ¿Por qué el emperador permitirá que su hijo contrajera matrimonio con una sirvienta? Dana contestó a eso diciendo que habían sido amenazados por el emperador, amenazados de muerte, a ellos y a mí. Lo que me deja pensando que hay algo que no cuadra, falta algo en todo este problema.
