Ja.
¿De verdad creían que allí terminaba?
Varias damas preparan una elegante ropa de telas finas, en su mayoría de colores negros, dorados y rojos. Una corona es limpiada y desempolvada, oro con grandes cristales y gemas únicas en el mundo la decoraban.
Él mientras tanto se encuentra en la bañera tallando su cuerpo con una esponja, quitando la suciedad de su entrenamiento con Astaroth, su primo. Dos años lleva viviendo aquella vida de la que no recuerda mucho, pero al cabo de un tiempo se hizo la idea de que pertenecía allí, todos sus parientes eran muy amables con él, sobre todo su hermano menor con quién había creado una amistad de lo más poderosa. Desde que despertó lleva entrenando para este día.
Su coronación.
Los nervios lo consumen, pero tiene la certeza que -con ayuda de su familia- hará un estupendo trabajo. La paciencia y serenidad, en conjunto con su gran inteligencia le dan cualidades más que suficientes para lograr hacer felices a sus súbditos.
Como siempre, no deja que las damas lo ayuden a vestirse, a menos que le sea demasiado complicado o ya tenga la mayor parte del cuerpo tapado. No es vergüenza lo que siente, su cuerpo era de todo meno s feo, sin embargo, había algo que le impedía que otra persona le viese desnudo.
Con los pantalones puestos se observa al espejo. Sus ojos rojos le devuelven la mirada, pero por más que se concentra no logra reconocerse, busca en su interior su identidad, pero no encuentra nada más que confusión. Su cabello blanco tapa sus orejas, pero rápidamente lo peina para que quede ordenado.
Ya con sus ropas listas sale de su habitación y acompañado de su hermano, quién lo esperaba fuera, se dirige hasta el gran salón, en donde una gran cantidad de demonios mayores y sus descendientes lo esperaban para comenzar con su ceremonia.
Su tío Fersober es el que se encarga de recitar lindas palabras y colocar la corona en su cabeza, pero luego de los aplausos y felicitaciones, cuando el hombre dirá su nombre para presentarlo formalmente ve una cabellera roja entre la multitud. Ese rojo en el cabello ya lo conocía, o quizás no.
Entonces a su cabeza llegó como una aguja atravesándole el cerebro y vio con claridad que efectivamente recordaba un cabello rojo, pero no se parecía en nada al de aquella sirvienta vestida de negro, sino que era del mismo color de sus propios ojos. A causa de ese recuerdo o visión su corazón comenzó a bombear más rápido de lo normal y la respiración se hizo desordenada. Tuvo que agarrarse de un adorno de pie que estaba a su lado, pero debido a su corpulencia lo hizo añicos y cayó al suelo junto a él cuando sus rodillas cedieron.
Un fuerte dolor de cabeza vino junto con una risa armoniosa y cálida en su mente. Luego de eso todo se fue a negro.
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ASMODEUS: Las Cadenas del Pasado.
ParanormalUn secreto se oculta bajo los suelos de tierra santa, algo oscuro y con un origen mucho más terrible del que se conoce, un niño encerrado que fue criado como monstruo, alejado de todos por ser hijo del ser equivocado, juntando rencor e ira contra aq...