CAPÍTULO 26

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—¿Qué ha sido eso? —Pregunto a nadie en particular

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—¿Qué ha sido eso? —Pregunto a nadie en particular.

Siento pasos apresurados detrás de mí. —¿Qué ha pasado? ¿Por qué han gritado? —Dice tía a mis espaldas.

—Por nada. —Evado el tema. —Con As iremos a dar una vuelta, no nos alejaremos demasiado. —Tomo la mano de mi amigo que mira fijamente el punto en donde se ve la silueta de Nac alejándose.

Lo hago caminar hasta llegar a la plaza central, allí los puestos del mercado nos reciben con sus olores y sonidos tan característicos, entre ellos hay panaderías, ropa, embelecos, y muchas más cosas. Al sentir el aroma a chocolate mi mente se abre y es inevitable que me pase a ese lugar.

Arrastro de la mano a mi amigo para que me siga. —Te mostraré algo muy rico. No te alimenta, pero tiene buen sabor.

Observo fascinada las tantas barras que hay en la mesa, de distintos sabores, unos más dulces y otros más amargos. La señora que nos los vende nos observa con curiosidad, ya que al parecer no son tan recurrentes las visitas por estos lugares. Pido una barra de chocolate con cacao amargo y otra con leche, pago y salimos para sentarnos en el césped que hay alrededor de unos árboles. Corto dos trozos y los reparto.

A la primera mordida cierro los ojos con placer, al sentir ese sabor tan exquisito que se derrama en mi boca. Abro un solo ojo para mirar a As, encontrándome con que sus pupilas están puestas sobre mi rostro. Al notarse pillado baja su cabeza e imita mi gesto con inseguridad. —Prueba, sin miedo. No te arrepentirás.

Asiente y lo muerde dubitativo, pero al cabo de dos segundos sus ojos se agrandan y me observa atónito. —Es muy rico. ¿Qué es?

—Chocolate, no alimenta demasiado, pero no hace daño tomar un trocito de vez en cuando, es uno de los placeres de la vida según mi percepción.

Me sonríe y continúa comiendo al igual que yo hasta que nos acabamos una barra completa.

No tocamos el tema del sobrino de Rupert en todo el día, pero por su expresión se notaba que le dolía y molestaba que alguien lo hubiese tratado así. Ahora me quedaba investigar el por qué el tal Nac hizo aquello.

Durante el día lo lleve a diferentes sitios, pero en ningún momento se separó de mí, observaba todo temeroso y desconfiado, hasta que luego ya fue tomando algo de confianza.

A la hora de cenar tuve que enseñarle a utilizar los cubiertos nuevamente bajo la mirada resentida de tía Karen, quien yo encontraba estaba molesta, aunque sin saber la razón. Notaba esa mueca que hacía al verme con As, y notaba como su mirada hacia él era de desagrado. Luego hablaría con ella.

De cenar había filete con ensaladas varias, tomates pequeños y papas hervidas con hierbas. Comenzamos a cenar en compañía de Rupert y Marie, siendo ésta última un problema para mí debido a que no quitaba la vista de mi incómodo amigo. El pobre As estaba intentando controlar esa desagradable sensación mientras tomaba la comida y cortaba el filete, lo que me hizo enojar, más aún cuando ella se le quedó mirando durante minutos sin probar bocado, sin decoro, sin vergüenza. Así que le hablé directamente a la vez que la observaba y me arrimaba a As.

ASMODEUS: Las Cadenas del Pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora