CAPÍTULO 46

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Cumpleaños a mí, cumpleaños a mí jjejeje

Que tal queridos, espero que se encuentren maravillosamente. Desde hoy el libro tomará un giro, por lo que no deben asustarse.

Aún así no deben encariñarse con nadie...

—Hace veintitrés años que me casé con tu padre, era lo más guapo y el mejor partido para mí en ese momento

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—Hace veintitrés años que me casé con tu padre, era lo más guapo y el mejor partido para mí en ese momento. No dudé cuando tus abuelos me lo impusieron, tendría al fin mi propio hogar. Todo fue maravilloso al inicio, pero al pasar los meses y yo no poder concebir hijo alguno tu padre comenzó a convertirse en un ser muy diferente. Pasaron tres años, tu padre pasaba la mayor parte del tiempo ebrio mientras yo buscaba infinitas soluciones para poder ser fértil. Entonces un día llegó Karen. —Un mal presentimiento me golpea las entrañas con fuerza a tal nivel que debo sentarme en su cama y calmar el sudor que recorre mi cuerpo. Cuando comienza a sollozar es que me doy cuenta de que algo terrible está por suceder. —Era una adolescente de quince años, vino a visitarme y a estar conmigo al enterarse que no podía concebir, trajo consigo tanto amor y ternura que calmaba mi corazón. Nunca nos dimos cuenta de que en todos esos momentos éramos observadas por tu padre. Yo no me di cuenta... nunca sospeché que...

Con una mano se tapa el rostro, pero sigue hablando, mientras que yo no sé en qué momento comencé a llorar con ella. —Era de día y salí a buscar a Karen a su habitación porque se estaba demorando en ir a desayunar. Entonces al abrir la puerta... —Toma una respiración tratando de calmar sus espasmos. —Estaba tirada sobre la cama...Con el camisón roto y sangre en las piernas... golpeada y desmayada... —Sus lamentos me desgarran por dentro, pero más aun al darme cuenta lo que sufrió mi pobre tía en su vida. —Busqué al médico y me dijo que la habían ultrajado... aunque era evidente. Busqué pruebas... y al revisar su habitación lo vi... el anillo de bodas de tu padre. —Su voz se agudiza tanto que al decir lo siguiente le sale como susurro. —Junto a su ropita interior.

El odio está creciendo en mi interior como fuego al echarle aire. Me quema oírlo, pero más es la rabia la predominante. ¿Cómo puedo ser hija de un violador?

—Ella no habló nada, nunca me dijo quién había sido hasta tiempo después, aunque yo ya lo sabía. —Su mano entonces pasa a la mía, para darme consuelo. —Hija, hijita mía, sé que no he sido una buena madre, pero quiero decirte que te amo más que a mi vida y que nada cambiará con esta confesión.

—¿Qué...? —Susurro temiendo que sus palabras sean las que he predicho.

Ahora la rabia pasa a segundo plano, siendo el ganador el dolor y la resignación. La mentira más grande está siendo revelada y al parecer soy la principal protagonista.

—Mi hermana me dijo el nombre de su agresor un par de meses después... cuando se enteró que esperaba un hijo de él. —Sus ojos están tan aguados que apenas veo el color de estos. —Ella se iría a casa con nuestros padres, pero justamente murieron y me hice cargo de ella. Dago no se enteró de su embarazo hasta que ya no pudimos seguirlo escondiendo. Era el más feliz con la noticia mientras que ambas éramos miserables. Le compró de todo a ese bebé que aún no nacía, llenó de ropa de varón todo. Mi pesadilla comenzó cuando el vientre de Karen se comenzó a notar. Nos obligó a no salir de casa, ninguna de las dos podría ni siquiera mostrarse a los sirvientes, encerradas en las habitaciones, solamente conectadas por una puerta. Y un día de diciembre... naciste.

ASMODEUS: Las Cadenas del Pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora