Un secreto se oculta bajo los suelos de tierra santa, algo oscuro y con un origen mucho más terrible del que se conoce, un niño encerrado que fue criado como monstruo, alejado de todos por ser hijo del ser equivocado, juntando rencor e ira contra aq...
Hola mis amadisimos readers!! Que tal se encuentran? Como les va con la pandemia? Yo aburridisma de seguir en casa, pero bueno, me vale con que mi familia esté bien. Sé que dije que no iba a actualizar esta semana pero no me aguante, tenia muchas ganas de saber que sucedería. El capitulo de hoy no me convence mucho, pero le he puesto mucho amor, ademas que es larguísimo. Lo e hecho y deshecho una infinidad de veces porque quería que fuese muy épico, no se si lo he logrado pero ya se vera en los comentarios. Les recuerdo que tenemos Instagram criaturas por si quieren seguirme y así podemos conversar.
Un abrazote y no me odien si me desaparezco mucho.
Instagram : likanaescritora
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Despierto con un ánimo horrible el día de hoy, y no es para menos, tengo dos razones importantes. La primera es que tal vez muera, y la segunda es que debo hacerme con las llaves de esos grilletes a como dé lugar.
Suspiro.
Casi no he pegado ojo, un par de horas es todo lo que he dormido y eso se nota a la hora de verme en aquel espejo de mano.
Mi cabello enmarañado, mi palidez extrema y esas bolsas bajo los ojos no hacen más que acentuar mi cara cansada.
Veo la bolsita con diamantes que dejé sobre la mesita de noche y la escondo en el primer cajón de ésta para que nadie tome posesión de ello sin mi consentimiento. Tomo un baño con agua fría, aunque mis huesos reclamen con dolor, me sumerjo hasta que mi piel se entumece y se despierten mis sentidos.
Todo se siente distinto, más vacío, más frio. Del tiempo inmersa ya no siento la temperatura del agua, sólo siento mis pensamientos y las ganas de quedarme aquí, en este espacio tan blanco y puro, sin sentir ruidos, sin sentir los problemas ni las alegrías, sólo permanecer en este lugar. Por siempre.
Meto mi cabeza por completo con los ojos cerrados, pero bajo el agua los abro sin molestia. Observo como mi larga cabellera ondea en aquel vacío creando la ilusión de una sangre diluida, también miro las burbujas que se escapan de mi nariz y boca, se ven pequeñas y libres, hasta valientes. Ellas actúan por inercia saliendo del abismo para llegar a la superficie, para llegar a su libertad.
Como quisiera ser así. Valiente y con las ganas suficientes de salir de aquí.
Hoy seguramente mi vida terminará, pues no tengo plan alguno para escapar de aquí a menos que tía Karen ayude en eso.
Sin ganas saco solo mi rostro del agua y observo el techo. Quiero volver a sumergirme y olvidar todo, pero tengo que luchar hasta el final. Con ayuda de mis manos -sujetas al borde de la bañera- arqueo mi cuerpo hacia atrás de manera dramática y levanto la parte superior, quedando sentada. Acaricio mis rodillas con una uña y suspiro, tratando de darme los ánimos de salir de allí.
Con una toalla -gruesa y pesada- seco todo mi cuerpo con apuro y sin mimo, incluyendo mi cabello, para luego peinarlo a tirones.
—Espero que valga la pena todo lo que me haces pasar.
