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Para ValeDixon1. (Gracias por tu inmenso apoyo. Eres parte del éxito que tengo, así que este one shot es para vos. Love. x)

Habían pasado dos semanas desde nuestro primer encuentro sexual para ahora, estar en una relación de novios, con una promesa latente de tener algo más que solo sexo oral. Gratamente, Harry encajaba a la perfección en mi vida, y sabía que aunque fuéramos muy compatibles en la cama, también lo éramos fuera de ella.
Al ser profesora de Letras, era una adicta a los libros clásicos y a los más contemporáneos, por lo que encontrar a alguien que pudiera debatir conmigo la mayoría de ellos, o que me propusiera otros, era algo que apreciaba mucho. Era muy inteligente y no podía negar que me encantaba que lo fuera.
Días después, cuando la mamá de Harry fue dada de alta, decimos que era momento de presentarme, primero a su mamá y luego a toda su familia. (En particular, a su primo, que no había dejado de mirarme como un pedazo de carne fresca, lo que hacía a Harry enfurecer mucho más.) Pero cuando esa mañana, luego de preparar con él el almuerzo, decidimos recibirla, nos llevamos una no muy agradable sorpresa: su primo.
-Madre. No me avisaste que ibas a traer compañía-. Logró decir Harry, antes de besar sus pómulos y mirar duramente a su primo.
-Fue de último momento. Espero que no les moleste-. Mirándola, sonreí. Lo que menos quería era que se sintiera culpable de dicha tensión.
-Encantada de conocerla, señora Twist-. Saludé, con una gran sonrisa en mi rostro.- No se preocupe, señora. Hay lugar y comida de sobra. No es así, ¿amor?-. Pregunté, esperando que me diera la razón. Afortunadamente, me siguió el juego pero una vez estuvimos en la cocina, este me dejó saber lo poco alegre que se sentía por la visita de su primo.
-Aunque no entienda el por qué de su enemistad, quiero que pongas todo tu empeño para pasarla bien junto a tu mamá y a mí, tu novia-. Sonriéndole, me acerqué y apresando sus labios, dejé que me tomara entre sus brazos, y me demostrara lo tensionado que tenía su cuerpo y su polla, que se sentía sobre la superficie de mi bajo vientre.
-Te follaría aquí mismo, si pudiera, Ana-. Susurró, pasando sus largos dedos por mis piernas, cintura y rostro, donde detuvo su mirada.- Sé que eres mía, pero no me vendría nada mal marcarte con mi propio olor para que ese idiota entiende que no te compartiré con nadie-. Calentándome frente a sus palabras, quedé un momento en silencio, mientras escuchaba cómo se terminaba de cocinar la carne en el horno y cómo la voz de la mamá de Harry se distorsionaba por la gruesa pared que nos separaba del living, donde nos esperaban, desde que les acerqué una bebida fría y un refrigerio liviano antes de que estuviera el almuerzo, que habíamos venido a controlar conjuntamente.
-Creo que ya sé cómo solucionar tu problema-. Le dije, una vez apagué el horno y saqué la bandeja sobre la mesada.- Ven. Acompáñame al baño-. Tomando su mano, lo hice moverse de su lugar, y en unos segundos, estábamos encerrados en este.-Sé que todavía no tengo el gran privilegio de tener tu polla en lo más profundo de mi vientre pero estaba pensando en que...-. Un poco sonrojada por mis palabras, me mantuve un ratito en silencio para decirle la solución que había pensado para que él se sintiera cómodo.- podrías masturbarte y derramarte en mis bragas de encaje para que lo pueda llevar por el resto del día conmigo-. Sintiéndome un poco avergonzada, supe que mi pensamiento no estaba muy alejada del suyo, cuando me miró y besó rápidamente mis labios.
-Nunca pensé que diría esto pero amo tu inteligencia. Y no hay forma en que no tome tu oferta. Me derramaría por todo tu cuerpo ahora mismo si pudiera-. Sintiendo que había un problema bastante líquido abajo de mi vientre, asentí. Quería que comenzara lo antes posible, para que nuestra ausencia no se notara tanto. Bajando rápidamente mi jeans y mis bragas, dejé a la vista de mi querido novio una de las partes que no había penetrado. De solo pensar que su polla estaría jodiendo mi interior muy pronto, me sentí desfallecer.- Eso es, cariño. Mira lo apetecible que te ves-. Murmuró, acercando su gloriosa polla a mí más que necesitado coño. Golpeando su punta sobre mi clítoris, gemí. Solo quería que me follara ya. Pasando ahora su longitud por toda mi abertura, dicho deseo se intensificó. Harry era la definición exacta de lujuria.
-Por favor, Harry. No juegues conmigo-. Logré decir, a la vez que sentía mi cuerpo entremecerse.
- Hay tantas formas de jugar, querida. Solo espero poder mostrarte una de ellas, pronto-. Girando mi cuerpo, me acercó hasta el lavado, y haciendo que mi cuerpo tomara una pose más sumisa, me desnudó de cintura para abajo, y abriendo un poco más mis piernas, empezó el juego. Pasando su larga y dura polla por mis pliegues, empezó un vaivén casi tortuoso. Él sabía cómo hacer mi cuerpo estallar y hoy me daría otra prueba de ello.
-Creo que te merecés un premio, cariño y sé que lo disfrutarás un montón-. Sin entender lo que decía, seguí presa de mi propio deseo hasta que algo aceitoso y frío fue depositado sobre mi ano. Comprendiendo lo que iba a hacer, presioné mi boca contra mi antebrazo para ahogar un fuerte gemido ni bien apretó con su dedo pulgar mi entrada trasera. Luego de unos minutos, me era imposible ya ocultar mis jadeos, cuando Harry me penetraba con sus dedos y su polla recibía gustosamente mis fluidos, que aumentaba a la par de nuestro inminente orgasmo.
-Creo que nos estamos olvidando de algo, Ana-. Sin salir de mi nebulosa de placer, asentí. Para esa altura ya me costaba hasta respirar.- Recuérdame comprarte de regalo de cumpleaños una colección de bragas de encaje, cariño-. Subiéndolas por mis piernas, la acomodó sobre mis caderas y apretando con el mismo pulgar que penetró mi ano, masajeó mi clítoris y dejó que la tela se humedeciera de mis fluidos.- No me imagino lo húmeda que estarás el día en que decida follar tu dulce coño, Ana. Creo que me correré un par de veces dentro tuyo ni bien tengas apretando mi polla entre tus pliegues-. Llevándome al borde del éxtasis, dejó que me corriera en tanto tomaba mis gritos de placer entre sus labios. Sintiendo mis piernas como gelatinas, él me levantó y apoyándome en el lavado, me sonrió antes de bajar parte mi braga nuevamente para dar lugar a su polla. Saliendo de mi ensoñación, me sentí hipnotizada al verlo masturbarse sobre mi cuerpo. Eso solo hacía crecer un instinto primitivo en mí, que luego él iría alimentando con otras experiencias sexuales.
-Ya no puedo más, Ana. No puedo más-. Murmuró, antes de temblar de pies a cabeza y derramar su abundante semilla sobre mi vientre bajo y mis pliegues. Tomando un poco entre mis dedos, lo llevé a mi boca y con un poco de coquetería encima, subí lentamente mis bragas para ponerla en su lugar. No importaba lo pegajosa que me sintiera. Sabía que gran parte de esa humedad se debía a su semen y por nada del mundo, quitaría su marca de mi cuerpo. La llevaría con el orgullo que merecía la ocasión.- ¿Estás bien?-. Me dijo en cuanto ambos ya estábamos arreglados, como si nada hubiera pasado en ese cuarto de baño.
- Sí, solo es un poco incómodo sentirme más húmeda de lo normal-. Regalándome una sonrisa que tendría el poder de bajar la braga de cualquier mujer, él me susurró: no me quiero imaginar tu estado cuando te folle. De lo que menos te quejarás será de mi semen-. Recibiendo un golpe de mi parte en su estómago, salimos a la cocina, antes de que su madre y su primo ingresaran por la puerta. Cuando miré el reloj de pared, disimulé mi reacción. ¡Habíamos pasado casi media hora en el baño!
-Sentimos el retraso, mamá. Tuve un inconveniente que resolver con Ana-. Intentando ocultar mi propia vergüenza, lo seguí junto con el resto del almuerzo a la mesa, y una vez que todos estuvimos sentados y con la comida servida, Harry dijo, antes de apretar mi rodilla por debajo de la mesa, lo siguiente: creo que fui poco amable contigo, primo. Pero creo que una pregunta puntual puedo solucionar eso, ¿no te parece?-. Sin entender a qué se refería, vi cómo su madre fruncía el ceño ante las palabras de su hijo: ¿sigues tirándote todavía a mi ex mujer o estás esperando que alguien nuevo ocupe su lugar?-.
Después de esa pregunta incómoda, cabe decir, nunca más me volvió a mirar o a aparecer cuando estábamos presentes, aunque tuvo la suficiente dignidad para terminar el almuerzo, inventar una excusa y desaparecer. Y fue una decisión acertada, porque una vez que Harry me marcó, nunca más dejó de hacerlo. Solo tuvo un poco de seguridad cuando unas alianzas de oro estuvieron entre nuestros dedos y cuando acepté que solo había una forma que él me tomara profundamente la noche de nuestra boda, y en eso, consistió el bautismo.

Holaaaaaaaaaa. ¿Todo bien? Nuevamente, con ustedes. ¡Y más pronto de lo que imaginé! Me motivó mucho sus mensajes y todos sus votos. Todavía no puedo creer cuánto apoyo tengo de ustedes. ¡Son unos ángeles! 💖
Espero que les guste este one shot, tanto como me gustó a mi escribirlo. Por cierto, el próximo one shot se titula "bautismo", ¿De qué creen que tratará? Les dejo una pista: Harry no utilizará agua bendita. 😂 ¿Dónde creen que se dará dicho "bautismo"? ¿Habrá más personas? ¿Cuándo conocerá a nuestro hermoso Niall? ¿O creen que ya lo conoció? Las estaré leyendo.

Matt.

One Shots H. S. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora