One Shots H. S. (+18)

43.

Anna estaba muy segura de que seguía amando y deseando a Harry como había sucedido desde el primer día en que lo vio. Pero últimamente estaba segura de que sus sentimientos hacia Niall habían cambiado y comenzaba a darse cuenta lentamente de ello.
La primera señal que tuvo fue su desesperada reacción, cuando se enteró que Niall se había roto el brazo en un partido de básquet, al cual Harry también había asistido. No le importó terminar su almuerzo ni el trabajo que tenía por la tarde, solo quería llegar al hospital y preguntar por él, saber cómo estaba y darle todos los cuidados posibles para que se recuperara rápidamente.
Y pese a que Harry le había dicho por la corta conversación telefónica, que habían tenido cuando todo sucedió, que él estaría bien, ella no estaría tranquila hasta que lo viera con sus propios ojos.
- ¿Cómo pudo suceder esto, amor? ¿Cómo no tuvieron más cuidado? ¡Podía haberse lastimado mucho más!-. Dije, caminando de aquí para allá, antes de que él me detuviera y me abrazara, en busca de un poco de calma para mí.
-Él estará bien, Anna. Solo necesitará mucho cuidado y nosotros se lo daremos-. Besando mi frente, dejé que me calmara con sus palabras, hasta que llegó el doctor y lo bombardeé con miles de preguntas.
- Disculpe, ¿ustedes son familiares del paciente?-. Deteniendo mi parloteo, escuché la pregunta del doctor sin saber qué responder.
- Ella es su prometida y yo soy su cuñado. Somos los únicos familiares que tiene-. Sin dar crédito a lo que decía Harry, sonreía al médico, esperando que nos creyera. Si para saber cómo estaba Niall debía mentir, no lo pensaría dos veces.
- Sí, doctor. Dígame, por favor, cómo está-. Aguantando las lágrimas, me dejé abrazar por mi marido, en tanto dejaba que él deslizara el fino anillo de oro de mi dedo y lo guardara en el interior de uno de sus puños, para que nadie sospechara. A
ojos de los demás, tranquilamente podía pasar como una prometida, con el otro anillo de diamantes, que todavía conservaba en mi dedo anular.
- El señor Horan sentirá dolor por un tiempo, hasta que se acomode el hueso fracturado de su brazo pero se recuperará rápidamente si sigue al pie de la letra todas las indicaciones. En cuanto al esguince de su pie, no fue nada grave pero deberá hacer reposo hasta que haya desaparecido la inflación-. Interrogándole sobre los cuidados y los medicamentos que debería tomar, nos explicó pacientemente todo y una vez no quedaron más dudas, nos dejó pasar a la habitación de Niall, en tanto él se iba a firmar su alta y las recetas de los medicamentos que él debería tomar.
Ni bien entré a la habitación sentí que el corazón me salía del pecho al ver que estaba rodeado por unos cuantos vendajes. Acercándome, no dudé y lo besé, en tanto me decía que todo estaría bien. Después de tener a Ed me volví todavía más sensible por todo, y verlo así a Niall, me rompía el corazón.
- ¿Qué hacen aquí?-. Escuché que decía, en tanto intentaba removerse en su cama.
- La pregunta sería otra, Niall-. Sintiéndome enfurecida con él y con lo que había pasado, no me contuve de retarlo.- ¡Te prohíbo volver a practicar nuevamente ese maldito deporte! ¡Para siempre!-. Exclamé, antes de sentir sus labios sobre los míos.
Sorprendiéndome por su gesto, seguí su muestra de cariño, sin importar que Harry estuviera viéndonos.
- Haré lo que me pidas, mommy-. Murmuró, haciendo que una sonrisa colgara de mis labios.
- Más te vale, Horan. Más te vale-. Besándolo nuevamente, me separé a regañadientes de él, cuando el doctor volvió a ingresar.
- Bien. Acá está su alta y sus recetas, señor Horan-. Dejándola sobre una mesa cercana a la cama, llamó a una enfermera para que le quitara el suero.- Su prometida ya sabe qué hacer, así que le deseo una pronta recuperación-. Esperando que su colega terminara con su trabajo, se despidió y nos dejó solos, en aquella habitación.
- ¿Prometida?
- Sí, Niall. Fue la única manera que encontramos de entrar aquí-. Ayudándolo con el abrigo, Harry, quien se mantenía callado, lo ayudó a levantarse y ponerse sus zapatillas deportivas.
Poco después, los tres nos encontrábamos camino a nuestra casa. Habíamos decidido que él se quedara con nosotros para poder asistirlo en todo momento, pese a la reticencia de Niall. Él ahora estaba solo, luego de la partida de Louis por razones académicas.
- Entonces, ¿ocuparé su habitación? ¿No convendría que ocupara la de abajo?-.
Preguntó Niall, una vez que lo ayudábamos a subir las escaleras.
- ¿Acaso te preocupa algo Niall?-. Intentando ocultar mi risa burlona, acomodé algunas almohadas sobre el respaldo de la cama y una vez que estuvo instalado, me acerqué hasta su oído y le susurré: ya nos conocemos demasiado, cariño-. Besando su mejilla, dejé que Harry siguiera atendiéndolo, en tanto bajaba para mirar qué había en la heladera para comer.
Cuando terminé los sándwiches que había preparado con lo que tenía a mano, subí nuevamente y sin percatarme de las mejillas sonrojadas de Niall ni de la tensión que emanaba Harry cerca de él, se los di y comimos en silencio, hasta que mi celular sonó. Atendiendo la llamada, recibí una reprendida de mi superior al tomar inesperadamente una licencia por el simple hecho que un amigo había tenido un accidente, ya que eso podía ser motivo de despido inmediato.
- Está bien. Volveré a la escuela inmediatamente-. Despidiéndome de él, me guardé internamente los insultos que quería decir en ese momento. ¿Cómo podía ser que no tuviera derecho a estar junto a mi amigo? Calmándome, les informé que debía volver al trabajo, aunque eso no impedía que me sintiera preocupada por Niall. ¡No podía dejarlo solo!
- Está bien, amor. Yo lo cuidaré-. Me dijo Harry, intentando calmarme. Abrazándome
momentáneamente, me explicó que podía trabajar ese día desde la computadora, para así mantener un ojo sobre Niall.
- ¡Eres el mejor!-. Besando enteramente su cara, corrí hacia Niall y dándole un par de
besos también, me retiré de la habitación. No podía perder mi trabajo, aunque tuviéramos una suma considerable en nuestra cuenta por el trabajo de modelaje de Harry.
La segunda prueba que evidenciaron mis sentimientos hacia Niall fue que comencé
a ocupar mi tiempo sobrante preparando sus platos favoritos y mirando junto a él sus programas favoritos. Contrariamente a lo que había esperado del comportamiento de Harry, él se dedicó pacientemente a ayudarme en la preparación de cada receta, a probar cada uno de sus sabores, a comprar los ingredientes y a
buscar todo aquello que pudiera gustarle a Niall para que no se aburriera cuando estuviera solo en nuestra casa por nuestros respectivos trabajos.
Finalmente, la última prueba que me convenció de ello fue despertar una mañana a su lado y sentir que tenía todo lo que quería frente a mis ojos. Nada había cambiado con Harry, mi amor hacia él seguía siendo fuerte e intenso, pero ahora mi corazón también pertenecía a alguien más: Niall.
Al principio, pensé que quizás había tomado una conjetura apresuradamente pero a los pocos días, supe que todo lo que había intuido era cierto. No podía sentir celos por cada mujer que posara los ojos sobre él, y menos, cuando una de ellas se atrevió a darle su número telefónico en una tarjeta de papel, que oportunamente fue rota y abandonada en el interior de uno de los tachos de residuos de la clínica por mí.
Claramente Niall me pidió explicaciones sobre ello pero sabía que primero debía hablarlo con Harry, mi marido, quien se había comportado raramente estos últimos días. ¿Sería porque se había dado cuenta de lo que estaba pasando?
- Anna, necesitamos hablar-. Escuchando el tono de su voz, supe que algo pasaba. Mirando por última vez a Niall, entendí que era hora de enfrentar las consecuencias de aquellos sentimientos que ya no podía ocultar más. Solo rogaba internamente que Harry pudiera entenderme y no me juzgara por amar a otro hombre, además de él.

Holaaa. ¡Tanto tiempo! ¿Cómo están? Espero que emocionadas por este nuevo one shot, que tendrá una segunda parte y tercera parte, si es que mi imaginación me lo permite.
Todavía esto no termina así que si me tienen un poco más de paciencia, tendré nuevas historias para ustedes lo más pronto posible. Por el momento, me haría bien saber sus opiniones. Las adoro.

Muchos besos.

Matt. 💖