Una semana después
Anna
Era imposible no prenderme por las alitas de pollo cuando eran tan ricas y eran mi tentación más grande en ese estadio avanzado del embarazo. Podía servirme una bandeja entera y comérmelas en pocos minutos con mucha mayonesa y kétchup sobre ellas.
- Últimamente tienes mucho más apetito-. Expresó Harry, frunciendo levemente el ceño. Era un claro indicio de que estaba preocupado.
- Nuestras hijas están creciendo, amor. Es normal que necesite comer cada vez más-. Acercándome, pasé mis dedos sobre su frente, suavizando su línea de preocupación, y lo besé, para quedarme allí, disfrutando de su calor corporal y de sus dulces caricias, luego de terminar con mi primera porción de comida durante ese día.
- ¿No tienes calor, Ana? Hace días estás usando suéteres, y últimamente está haciendo más calor que frío-. Sintiendo cómo mis mejillas ardían, intenté no delatarme cuando le respondí.
- Solo estoy cuidándome, amor. Las temperaturas varían a lo largo del día-.
- Mmmm. Me imagino que nada tiene que ver con Niall y su mirada constante sobre tus pechos-. Argumentó, cuando menos lo esperaba, y cuando pensaba que lo había convencido con mis palabras.
Sin darme tiempo a pensar alguna respuesta, vimos a Niall entrar, sin ser consciente de lo que estábamos hablando con Harry. Pero si pensaba que estaba salvada por él, estaba muy equivocada
- Si no es así, quítate el suéter-. Tragando saliva, supe que no tenía escapatoria. Me daba vergüenza que supiera cómo nos habíamos estado comportando los dos estos últimos días, frente a la pasión desmedida que había surgido por mis pechos.
Asintiendo con reticencia a su pedido, tomé el borde de mi suéter y cuando comenzaba a subirlo, milagrosamente el sonido de mi teléfono me salvó. Mi suegra estaba llamando en ese momento.- Hola, mamá Anne, ¿cómo estás?-. Saludé, sin mirar nuevamente a Harry a la cara. Parecía una adolescente siendo casi descubierta indebidamente por sus padres. Siguiendo con la charla por un largo rato, llegó la hora del almuerzo pero mi apetito fue reducido casi en su totalidad por haber comido las alitas previamente y por lo que había pasado con Harry en el living.
- ¿Estás bien, cariño? Casi no has probado tu comida-. Viendo ahora la mirada preocupada de Niall, sonreí a duras penas, antes de retirarme de la mesa y escapar de las demás miradas curiosas. Ahora no solo tendría a Harry detrás de mí, sino a los demás, preguntándome si estaba bien o había pasado algo para que estuviera así. ¡Lo que podía hacer un simple suéter con la cabeza de los hombres! Pensé, emprendiendo camino hacia la playa.
Niall
- No comió y ahora ¿salió a caminar?-. Expresé, con incredulidad, en tanto secaba los platos que Harry se encargaba de limpiar, pese a que la señora Mary no estaba de acuerdo con nuestro accionar. Pasando desapercibido la tensión de su cuerpo, seguí hablando, sin darme cuenta de que estaba al límite de hacer explotar una bomba.- Me parece extraño que actué así cuando antes del almuerzo estaba bien. ¿Habrá recibido noticias de la doctora?-. Recordando que estábamos esperando los resultados de una prueba, que anteriormente se había hecho para descartar una posible complicación durante lo que quedaba del embarazo, ahora fui yo quien me tensé de solo pensarlo. Nuestras niñas podían estar en peligro.- ¿Y si les pasa algo a ellas y a las niñas?-. Verbalicé, con evidente temor ahora en mi voz.

ESTÁS LEYENDO
One Shots H. S. (+18)
Hayran KurguHarry , Anna y Niall, una pareja nada convencional, una pareja de tres.