12.

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Ana

-Muy bien, bebés-. Dije, para alentar el trabajo que estaban haciendo los chicos. Levantando más una de mis piernas, le di más acceso a Niall para que siguiera hurgando mi ano con su lengua, en tanto Harry lo hacía con mi vagina.-Ahora, coloquen algunos de sus dedos para que me venga. Sean buenos con mommy-. Agregué, para luego pellizcar mis pezones y buscar mi tan ansiado primer orgasmo. Sintiendo mis piernas ponerse rígidas y mi cuerpo temblar, cerré mis ojos y absorbí aquel golpe de placer. Pero cuando iba a estirar mi cuello con el afán de seguir disfrutando los ecos de mi venida, los jadeos de mi marido rompieron el silencio. No hizo falta preguntar qué había pasado, solo bastaba ver su semen caliente, espeso y abundante sobre todo mi vientre y mi montículo de venus, para saber que se había venido sorpresivamente cuando yo lo hice. Y pese a que alimentaba mi ego de mujer, supe que debía castigarlo.- ¿Sabés lo que sucede cuando se rompen las reglas, bebé?-. Levantándome, me acomodé mis botas con tacones para mirarlo desde la altura. Era su Mommy y debía respetarme. Sentándome en el sillón que teníamos en nuestra habitación, lo llamé y sin vueltas, lo obligué a colocar su hermoso y blanco trasero sobre mis piernas. Si bien su peso hacía que me dolieran las piernas, busqué equilibrarlo al apoyarme en gran parte en el sofá, y poco después, sin vacilar golpeé con mi palma, tomándolo de sorpresa.-Vas a contar hasta quince, y espero que recuerdes tu palabra de seguridad, cariño, porque de lo contrario, habrá más castigos-. Respondiéndome rápidamente, froté sus nalgas, las cuales irían agarrando color a medida que lo golpeara, para reconfortarlo un poco, pero luego comencé con el castigado, y cuando llegamos a la última, lo dejé bajar para que quedera de nuevo de rodillas. Mi corazón se partía al no poder tocarlo nuevamente y brindarle amor, pero estábamos en un juego en el cual todos aceptamos entrar.-Niall, ven-. Ordené, antes de volver a acomodarme en el sillón, pero ahora un poco recostada sobre uno de sus brazos y con las piernas abiertas, para seguir con el siguiente juego.-Sube, te quiero entre mis piernas-. No faltó mucho para que él lo hiciera, todo esto sin mirarme una sola vez a los ojos. Y eso me deleitó.- Cariño, deja que mami vea esos hermosos ojos azules que tienes-. Y obedeciéndome, me acerqué para besarlo. Tiempo después, cuando el calor comenzó a aumentar entre nuestros cuerpos, tomé su pene que permanecía duro y preparado para en cualquier momento largar chorros y chorros de semen. Y con una sonrisa seductora en mis labios, comencé a frotarla por mis pliegues. Gimiendo, dejé que este continuara una y otra vez, haciendo que me perdiera en el espiral del deseo, pero sabiendo la finalidad del juego, envolví su cintura con mis brazos para profundizar el rozamiento Así, este jadeo una y otra vez sobre mi cuello, y dándole aliento, dejé que se acercara hasta el precipicio, pero cuando parecía que todo iba a culminar, le dije que parara, y aunque su polla estuviese roja y a punto de explotar, este quedó quieto, rogando silenciosamente que lo dejara terminar.- Terminarás, bebé. Pero lo harás en la boca de Harry-. Dirigiéndole una mirada, me asombró encontró en la misma posición y con la mirada en el suelo. Lo único que quería hacer en ese momento era tomarlo y dejar que me follara, pero quitando ese pensamiento de mi cabeza, decidí que él esperara un poco más para obtener su recompensa.-Y Harry, tragarás lo que te ofrezca, asegurándote de dejar lo suficientemente en tu boca para el siguiente juego-. Agitando una de mis manos, Niall se acercó a él y ofreciéndole su polla, Harry comenzó a mamarla, con tal concentración, que no veía cómo mis dedos ahora se perdían en mis pliegues para masturbarme. Siguiendo cada una de sus movimientos, aceleré mi orgasmo para que este coincidiera con el de Niall, que no deparó en gritar en cuanto su pene liberó abundante esperma en la cavidad bucal de mi marido, que para no derrochar nada, lo adentró a tal punto de tener su nariz casi rozando el bajo vientre de Niall. Y viendo con tragaba con eficiencia, me vi envuelta en otro orgasmo potente, perdiéndome de sus siguientes movimientos.

En cuanto logré recobrarme, Niall ya estaba de rodillas de nuevo en el suelo, como Harry, en el cual resaltaban sus mejillas al tener alojado todavía en su interior la carga de su compañero. -Bebé, acércate-. Haciéndolo, le ocupara el lugar que antes Niall había ocupado entre mis piernas, pero antes de comenzar a frotarnos, llevé una mano a su mandíbula, y permitiendo encontrarme con su mirada, le susurré que lo amaba, antes de besarlo y robarle un poco de su preciosa carga.- Ahora, repetiremos el mismo proceso y luego te vendrás en la boca de Niall. ¿Entendiste, mi bebé?-. Regalándome una sonrisa, dejé que comenzara a rozarse, y aunque extrañaba escucharlo gemir, aproveché para tocarlo, y adorar su cuerpo. Y en cuanto presioné mi dedo pulgar en la entrada de su ano, este comenzó a hacer extraño sonido que soñaban a pequeñas quejas que delataban que estaba cerca. Dejándolo libre de aquella tortura, seguimos un rato más así hasta que abandonarme para que Niall chupara su polla y almacenera con éxito su semilla.

Una vez que ambos estaban por tercera vez en el suelo, esperando más instrucciones, me quedé mirándolos por un rato, hasta que tomando un torso de hombre plástico que tenía incluido un dildo de 23 cm, que había dejado a un costado, lo acomodé para luego subirme y hundirme lentamente en él. Jadeando por tal intromisión, giré en este para luego subir y bajar por reiteradas veces, en tanto les decía que miraran cómo mommy se podía divertir sin ellos. Pero en cuanto me acerqué a mi tercer orgasmo, les dije que era hora de que me convencieran de lo contrario, si es que querían tener la posibilidad de tener su propia follada.

Fue así que acomodándome nuevamente con mis piernas abiertas, froté desesperadamente mi clítoris, en tanto uno de ellos se acercaba para colocar su boca sobre mi vagina y comenzar a vaciar semen tibio dentro de mi útero. Teniendo el primer espasmo, dejé que siguieran con la otra carga, y cuando parecía que nada podía ser mejor, este comenzó a salir. Viendo cómo mi vagina estaba llena y desbordaba de semen, fue suficiente para que me viniera finalmente. Ese había sido el final de Mommy y mis sumisos, seguramente, no tardarían en pedirme su premio.

¿Qué les parece? ¿Qué otra idea se les ocurre?

PD: Quien adivina la palabra de seguridad de Harry le dedicaré el próximo capítulo. 😘

One Shots H. S. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora