- Amor, ¿puedes alcanzarme ese almohadón?-. Pedí a Niall, mientras intentaba aguantar las náuseas que constantemente se repetían y me hacían sentir fatal.- Por favor, apresúrate. ¡Estoy a punto de vomitar!-. Exclamé.
- ¿¡Y cómo no lo vas a hacer!? No solo te comiste el almuerzo sino también la porción de pizza que quedó ayer de la heladera. ¿Qué esperabas... que tu estómago pudiera retener toda esa comida? Pues, no, cielo-. Frunciendo mi ceño frente a sus palabras, dejé que acomodara el cojín entre mi cuello y la espalda media, ya que así evitaría que mi estómago peleara conmigo al querer quitar de mi cuerpo la comida excedente.
- Niall, ¿crees que estoy gorda?-. Me animé a preguntar, luego de procesar lo que había dicho. Viendo que mis caderas se iban ensanchando y que la ropa que usualmente usaba ya no me quedaba tan bien como antes, era evidente que había ganado un par de kilos pero otra cosa era que yo lo aceptara o que me gustara que los demás me lo señalaran. Me hacía sentir totalmente insegura y poco deseada.
- No, cariño. ¿De dónde sacás eso?-. Tomando asiento a un costado de mi cuerpo, él me miró con sus preciosos ojos que ahora tenían una tonalidad casi gris.- ¿Es por lo que te dijo?-. Posando una de sus manos en mi hinchado vientre, le dije que sí.- Solo lo dije porque me preocupa tu alimentación y tu bienestar. No quiere que te pase algo malo mientras yo o Harry no estemos en casa, o que le suceda algo malo a Ed y por sentirte mal no lo puedas ayudar. ¿Te has puesto a pensar eso, cariño?-. Negando con la cabeza, pensé en que tenía razón. Debía ser más cuidadosa.- Es por eso que hoy informaré en mi empresa que desde mañana reduciré mi horario laboral para pasar más tiempo con mi esposa y mis hijos-. Sorprendiéndome, no supe qué decir. ¿Cuándo lo había decidido?
- Pero... no puedes dejar tu trabajo por mí, cariño-. Intentando que mis ojos no se llenaran de lágrimas y un puchero visible se hicieran al juntar mis labios regordetes, esperé que agregara algo más.
- Amor, no perderé nada por trabajar un poco menos en la oficina. Además, cualquier cosa que deba resolverlo urgentemente lo hago por videollamada. Aunque no lo creas, tu marido lo tiene todo pensado-. Guiñándome uno de sus preciosos ojos, me sonrojé al verlo tan atractivo como siempre.
- Entonces, ¿te tendremos más tiempo con nosotros ahora?-. Viendo que asentía, con una gran sonrisa en su rostro, no pude no emocionarme y abrazarlo sorpresivamente.- No te conté pero quiero empezar con yoga prenatal, así que... podrías acompañarme si así lo quieres-. Pasando mis manos por sus hombros, me fijé en la ropa exquisita que llevaba puesta. Le había hecho bien visitar a Allesandro.
- Sí, podré acompañarte donde quieras, amor. Y además, tendremos más tiempo en casa como para hacer otras cosas que involucren menos ropa-. Escuchando atentamente sus palabras, y sintiendo mis mejillas calentarse, intenté no reír del nerviosismo que me causaba su descaro, pero debía admitir que me encantaba todo de él, y sabía que no dudaría ni un segundo en decirle que sí a todo lo que me propusiera.
- Ya veremos, querido. Ya veremos-. Logré responder, antes de besarlo y dejarlo partir a su trabajo, y de paso, calmar mis propias hormonas revoltosas.
Una hora después, me encontraba terminando las correcciones de los trabajos que habían quedado pendientes de mis estudiantes y me encontraba muy feliz de informarles que todos habían pasado de año. Justo cuando terminé de enviar el correo a la institución educativa donde trabajaba, escuché que Ed se reía desde su cuna mientras jugaba energéticamente con el peluche que Niall le había comprado en una de las visitas que hicimos al pediatra para sus controles mensuales.
- Hola, amor. ¡Despertaste!-. Dije, con evidente alegría. Tomándolo entre mis brazos, besé repetidas veces sus mejillas regordetas y jugando un rato con él, pensé en que el día estaba bastante agradable como para salir al patio y disfrutar de la pileta. A Ed le encantaba el agua y a mí no me vendría mal tomar un poco de sol y aire fresco. Yendo hacia el primer piso donde se encontraba su habitación, tomó un bikini color rojo y aprovechándose a cambiar rápidamente, fue luego hacia la habitación de su hijo y tomando un short corto para él, lo cambió.
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One Shots H. S. (+18)
Fiksi PenggemarHarry , Anna y Niall, una pareja nada convencional, una pareja de tres.