57.

1.2K 23 6
                                    


I’m still love you (4)

 

Harry

Sintiendo demasiado acogedora la cama, no hice ningún ademán de seguir a Niall para preparar el desayuno. Era la primera noche que dormía bien, y de corrido. Y eso se lo debía a Anna.

-         ¿Niall?-. Llamó Anna, desde la puerta del baño. Girando entre las sábanas, tallé mis ojos antes de fijarlos en ella. Se veía preciosa, aunque solo estuviera en bata.

-         Me parece que estamos solo nosotros dos, cariño-. Agregué, sonriéndole de forma coqueta. Viendo que ella se acercaba, no tardé en tenerla presionada entre mis brazos y en besarla por unos largos minutos. Recorriendo con mis manos la sedosa piel de sus piernas largas, no tardé en encontrar su punto más sensible. Quedándome un rato allí, pronto bajé mi boca por su estómago redondo y firme, donde nuestras hijas permanecerían por unos meses más, dejando un par de besos cortos hasta llegar a su vagina. Viéndola totalmente entregada a mí, no dudé en suplantar mis dedos por mi boca. Chupando ávidamente, ella se retorció de placer e intentó a duras penas contener sus gemidos. Pocos segundos después, sus fluidos se mezclaron con mi saliva, y pacientemente, tragué todo de él, para dejarla completamente limpia y preparada para un segundo round.

-         ¿Cómo te sientes, amor?-. Pregunté, con una inmensa sonrisa en mi rostro, al verla con su cabello revuelto y sus mejillas al rojo vivo. Tendría por un largo rato en mis recuerdos tal imagen y se convertiría sin duda en una de mis favoritas.

-         Creo que nunca me sentí mejor, Harry-. Viéndola nuevamente sonrojada, la besé por unos segundos más, antes de darle tiempo de arreglarse, en tanto yo tomaba una larga ducha y me liberaba de la contienda que se había armado por debajo de mi ombligo.

Niall

Con un creciente mal humor, acomodé el canasto con tostadas recién hechas sobre la mesa, luego de prepararle el biberón a Ed y delegarle la tarea de alimentarlo a mi madre, que no dejaba de mirar con agudeza cada cosa que hacía. Sabía que estaba a punto de explotar y que eso generaría más problemas de los que ya teníamos.

-         Iré a buscar los pasajes personalmente-. Dije poco después, dejando sin acabar mi taza de café matutino. Pero lo que realmente estaba evitando era cruzarme con Anna o con Harry, porque nada bueno saldría de ese intercambio.

-         Debes calmarte, hijo. No te hace bien estar así-. Besando la mejilla de mi mamá, no respondí nada, y tomando la llave, salí. Ya no podía estar entre esas cuatro paredes sin que no me volviera loco.

Anna

Bajando al primer piso, me extrañó ver solamente a mis dos suegras y no, a Niall. Y si la lectura que tenía de sus gestos no fallaba, algo no estaba bien.

-         ¿Pasó algo?-. Me animé a preguntar, antes de tomar asiento y esperar a que ellas pudieran decir algo al respecto. Viendo que se dirigían entre sí un par de miradas significativas, supuse que no tardarían en contar lo que pasaba. Viendo que Harry bajaba y se nos unía, no faltó mucho tiempo para que él también se diera cuenta de la tensión del ambiente.

-         Lo sabemos todo-. Sin querer creerlo, esperé que clarificaran lo dicho.- Sabemos de su pelea, y del plan que hicieron junto a Niall para hacernos creer que todavía eran pareja-. Viendo el rostro petrificado de Harry, yo no estaba en una mejor situación.- Él nos llamó y nos pidió que lo ayudáramos para que ustedes volvieran a estar juntos. Pero creo que esto solo sirvió para que sufriera y para que ahora se sienta muy frustrado con los resultados obtenidos-. Comentó mamá Maura, con una mirada cargada de preocupación por su único hijo.

One Shots H. S. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora