20.

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Allí, estaba, con su cuerpo desnudo, recostado en la mesa. Era una verdadera gloria verlo así, y no me pasaban desapercibidas las miradas de deseo que le dedicaban los demás a Harry. Acercándome a él, pasé mis dedos traviesos por sus glúteos y fui subiendo lentamente por cada una de sus vértebras hasta llegar a su sedoso y suave cabello. Terminando de dar vueltas a la mesa, me agaché y miré su rostro, que tenía un leve sonrojo en las mejillas, a causa de que le excitaba estar expuesto y tener sus ojos vendados, sin poder saber quién de todos lo follaríamos hasta el cansancio.
- Tranquilo, amor. Lo único que haremos contigo es que grites nuestros nombres una y otra vez hasta perder la voz-. Dándole un beso, volví hacia dónde se encontraban esperando Niall, su prima lejana, Chloe, y Louis, y sin perder más tiempo, me senté en uno de los sillones de mi habitación para ponerme el dildo, bajo sus miradas atentas, y volviendo a ponerme otra media de red, lo acomodé para que quedara firme. Fijándome cómo me comían con la mirada, les di un poco de diversión al acariciarme un poco la piel de mis piernas y pelliscarme torpemente mis pezones, antes de pararme e ir hacia Harry. Él sería el primero en probar mis caricias.
- Relájate, bebé. Solo soy yo-. Revisando que sus manos se encontraran inmovilizadas, acaricié su trasero y poco después, di unas cuantas palmadas hasta dejarlo de un color rosa chillón y sin esperar mucho, hundí mi dedo pulgar en su dulce agujero que se abrió desesperante en busca de algo que lo llenara. Entrando y saliendo, me deleité con sus gemidos, en tanto lo acariciaba y lo besaba. Amaba tanto a mi marido que lo compartiría con otros en el día de su cumpleaños.
-Lo estás haciendo muy bien, bebé. Demasiado bien-. Agregué, cuando vi que caían gotas de presemen al suelo. Masturbándolo un poco, separé sus piernas y tomando la punta de mi dildo, jugué un rato con su entrada hasta que finalmente decidí terminar con su agonía. Metiéndome hasta el último centímetro, me quedé quieta, absorbiendo la presión y el calor que emanaba de su interior. Así, comenzó un ida y vueltas que con los segundos ganó velocidad y fuerza, y también cierta brusquedad. Me sentía tan posesiva en ese momento que no me importa ser ruda con él.
-Vamos, amor. No escucho mi nombre todavía salir de tus labios-. Presionando sus glúteos, di unas cuantas palmadas más, haciendo que se sobresaltara y pusiera más caliente.- ¿Acaso no soy suficiente para ti, amor?-. Escuchando que decía incoherencias, levanté una de mis piernas para apoyar mi pie sobre la mesa y desde ese nuevo ángulo, follarlo más profundo. A partir de ese momento, solo se oyó nuestros gemidos y nuestros sexos tocándose para encontrar la liberación. Tomando nuevamente su pene, le ofrecí la atención de mi mano y segundos después, con mi orgasmo casi inminente, lo masturbé duramente para que se viniera sobre mi mano, en tanto yo lo hacía en su interior. Recostándome sobre su espalda, le susurré que había estado muy bien y que lo amaba. Besando las pecas de su espalda baja, me levanté y removiéndome de su interior, me fascinó ver cómo parte de mi corrida todavía seguía penetrando sus paredes.
-Ahora viene la segunda parte del juego, amor. Espero que no te importe un poco de toqueteo-. Buscando las medias negras con ligas que había dejado sobre el sillón, las comencé a desenrollar en sus largas y esbeltas piernas, dándole un toque sensual y caliente, y golpeando uno de sus glúteos, me apoyé sobre el borde de la mesa para esperar que uno de ellos se animara a seguir, pero cuando solo quedaron viéndonos, sonreí maliciosamente, antes de tomar el trasero de mi marido y abrirlo, mostrando su ano. Quien lo follara, sabría que era una verdadera tentación tenerlo así, tan abierto y tan necesitado de una polla que lo colmara en su totalidad.
-Parece que los hombres hoy están un poco torpes-. Agregó Chloe, acercándose y moviendo a la par su dildo entre sus dedos. Prestando atención, este tenía una textura diferente que seguramente a Harry le encantaría. Recorriendo con sus dedos su abertura, esta me sorprendió cuando acercó su dildo al mío y los masturbó.- Y no solo se pierden de follar a Harry, sino de tu esencia, Ana-. Besándome, ella recorrió con su mirada mi cuerpo y luego, cayendo de rodillas, todavía con sus ojos en mi rostro, adentró su lengua al ano de Harry y comenzó su festín con mi corrida. Haciendo presión con mis piernas, me aguanté las ganas de follar. Este día era solo para Harry y todos lo habíamos acordado.
Una vez terminado con su degustación, ella buscó una especie de anillo de color púrpura y lo colocó por debajo del prepucio, en tanto su punta ya estaba haciendo presión en la entrada de Harry.- Muy bien, cielo. Ahora nos vamos a divertir un poco, mientras tu mujer nos mira-. Guiñándome un ojo, se hundió de una sola estocada, haciéndolo gemir. Ella, sonriendo, dejó que se acostumbrara, en tanto tomaba un pequeño control para presionarlo. No pasó mucho tiempo que el anillo comenzó a emitir una especie de vibración, que enloqueció de placer a Harry, y que llevó a que ella lo embistiera como loca. Seguramente, Harry terminaría con el cuerpo adolorido al día siguiente, pero sin quejarse jamás de la experiencia que estaba viviendo. En cuanto ambos estuvieron a punto de explotar, ella salió de su interior y llenando el espacio que dejó con sus dedos, se arrodilló nuevamente para engullir con su boca su polla que no tardó en darle una buena descarga de semen. Una vez que se vino, ella volvió a pararse y restregándose por sus medias, convulsionó y se vino sobre su pierna y parte de su glúteo izquierdo.
-Eso fue genial-. Murmuró, acercándose nuevamente a mí para darme un beso, y permitir que saboreara la propia descargar de mi marido en sus labios.- Toda una delicia-. Repasando mi cuerpo con su mirada, esta se alejó para dar paso a su primo, Niall, que caminando hacia donde me encontraba, me removió el dildo para poner dos de sus dedos en mi interior. Agarrándome de su hombro, jadeé hasta que los sacó y los lamió.- No podía follar a tu marido sin probarte a ti, Ana-. Besándome, se mantuvo entre mis piernas, friccionando nuestros cuerpos, permitiendo que la punta de su polla tomara un poco de mi cremosidad y lo volviera más apetitoso. Jugando un poco más, este se alejó, dejándome con las ganas de recibir más.- Quizás, más tarde, cielo. Por el momento, tengo que follar a tu marido-. Dedicándome una sonrisa leve, este lo dio vueltas, haciendo que se viera con más claridad lo exaltado que estaba Harry. Mirando cómo Niall besaba su vientre y después chupaba sus tetillas y su cuello, este extendió la mano, para que Clhoe le alcanzara la prenda que iba como complemento de las medias, y sin esperar mucho, lo colocó alrededor de su cadera y lo enganchó a la media, haciendo que ahora Harry tuviera una especie de minifalda-braga que evidenciaba cuán duro estaba su miembro. Tomando sus piernas, finalmente, las levantó y las colocó sobre sus hombres, en tanto volvía a besarlo y a marcar su suave y sedosa piel. Al rato, acarició su pene y dejó que se viniera sobre su polla y su vientre, dejándolo pegajoso y marcado por su esencia.- Parece ser que Harry es un chico malo, Louis. ¿Te gustaría mostrarle lo que les pasa a los niños malcriados como él?-. Sin entender a qué quería llegar, levanté mis cejas al verlo acercarse. Posicionando a Harry de costado y con sus piernas, ahora apoyadas sobre la mesa, este preparó su polla y lo embistió de una sola vez. Repitiendo el mismo patrón constante y duro, comenzó a golpear la nalga izquierda de mi marido, acompañando así sus embestidas, por lo que, cuando llegó a la número 20, su trasero estaba rojo de tantos golpes, y lo estaría aún más, si Louis no se corría pronto. Siguiendo con la mezcla entre dolor y placer, me acerqué hacia el rostro de Harry y limpié sus lágrimas, en tanto le susurraba que dijera su palabra de seguridad, si el castigo era demasiado para él.- No te preocupes, cielo. Sabemos que le gusta este tipo de juego, pero sobre todo que le gusta tenernos a todos empalmados. ¿No es así, amor? ¿No te gusta que la polla de papi esté siempre dura para ti?-. Con esas últimas palabras de Niall, las cuales me hicieron sentir húmeda y que ganara una mirada de autocomplacencia de él y de su prima, Louis y Harry jadearon por última vez, antes de convulsionar y venirse. Cuando Louis se removió del cuerpo de mi marido, este seguía respirando rápido y con su glúteo rojo y marcado por la palma de este.- Fuiste un muy buen chico, Harry, al soportar tu castigo. Y eso merece una recompensa-. Agregó Niall en busca de otra prenda a la cual no había prestado atención. Trayéndola, la posicionó sobre su pecho y la abrochó, hasta que el corsé negro abrazó su forma y la resaltó.- Ahora era un chico muy bonito, y ¿sabés lo que Papi hace con los chicos bonitos?-. Viendo cómo Harry negaba con la cabeza, Niall sonrió antes de liberar sus manos y levantarlo. Acomodando sus piernas alrededor de su cintura y poniendo sus manos en esta, él le susurró: "los hago saltar sobre mi polla"-. Tragando saliva, comencé a sentir una fuerte necesidad de masturbarme. Verlo a ambos interactuar me ponía muy caliente.- Vamos a demostrarle a todos cómo saltás sobre mi polla-. Llevándolo a upa, este tomó asiento en el sillón y extendiendo sus brazos sobre el respaldo, le dijo que comenzara. Sin esperar un segundo, Harry guio su pene a su entrada y tomó desesperadamente todo de él. Luego, comenzó a subir y bajar con demasiada rapidez, haciendo que se oyera el golpeteo de sus sexos. Pero cuando comenzó a mermar la velocidad, por el dolor que sentía en sus piernas, Niall tomó nuevamente su cintura y siguió con el ritmo, haciendo que Harry lo siguiera de forma inconsciente. Para cuando este se dio cuenta, el rubio lo dio vueltas, y posicionándolo de la misma manera que se encontraba en la mesa, lo folló duramente hasta que se corrió y su semen bajó desde su ano, para pasar lentamente por sus testículos y llegar hasta la punta de su propio polla. Con el incentivo de tener el esperma fresco de Niall, este le permitió masturbarse hasta llegar a su ansiada liberación, que llegó tan rápido y potente que nos permitió a todos tomar un poco de él.
Tiempo después, con Harry, descansando en el sillón, compartirnos una copa de champán, en tanto nos reíamos de que su torta de cumpleaños había tenido un gran excedente de crema, que a todos nos gustó degustar.

Hola a todos. ¿Todo bien? Pese a que todavía faltan algunas leídas para llegar a las 500 leídas en el penúltimo y último capítulo, les traigo este nuevo shot. Espero que les guste, ya que tiene casi el doble de palabras que uso generalmente para escribir uno. Realmente, estuve inspirado. 😂
Déjenme saber en los comentarios qué les parece o cuál fue su preferido hasta ahora.
No quiero irme sin agradecerles por todo lo que hacen por mí. Son un gran apoyo.

Matt. x

One Shots H. S. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora