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Este one shot está dedicado a yaret91, a la cual agradezco inmensamente por su apoyo y por la maravillosa energía que me brinda con sus mensajes. Todo el amor del mundo para vos, corazón.

Luego de nuestra salida a un club no tan convencional, y de una especie de vestuario improvisado en el ascensor, donde adquirí un vestido blanco, sencillo y cómodo de novia, Harry me guio por el pasillo hacia nuestro nuevo departamento, al cual nos íbamos a mudar luego de volver de nuestra luna de miel.
-Abre los ojos, cariño-. Me dijo, y temiendo un poco, finalmente lo hice. Para mi grata sorpresa, todo estaba en su lugar correcto y nuestra habitación no parecía ser el cuarto rojo de Grey, sino más bien un cuarto preparado especialmente para recién casados, ya que había un par de velas aromáticas iluminando la mesita de luz, pétalos de rosas por doquier, y un cubo de hielo con dos botellas de champagne, copas y cajas de distintas variedades de bombones de chocolate.
-Esto es muy romántico, Harry. No me lo esperaba-. Expresé con sinceridad. Y en gran parte, eso sucedía porque solo podía o quería tener en mente nuestro encuentro sexual, obviando así la parte romántica.
-Soy tu esposo, cariño, así que creo que eso me da derecho de sorprenderte en otras cuestiones, además del sexo-. Robándome una sonrisa, no dudé en abrazarlo y quedarme así por unos segundos, en tanto pensaba en lo maravilloso que era como hombre y en cómo esperaba tenerlo a mi lado por el resto de mi vida.
- Te amo mucho, Harry-. Acariciando su rostro, poco después, lo besé. Y el ambiente era tan íntimo y cálido que luego pasamos a acariciarnos con más ímpetu, hasta convertirlos en toqueteos más provocativos y seductores.-No sabés lo que me estás haciendo, amor-. Logré decir, mientras dejaba que él besara una vez más mi clavícula y cuello.
-Claro que lo sé, amor-. Gimiendo antes sus palabras, abrí un poco más mis piernas para dejar que con sus dedos comprobara mi estado de excitación.- Estás tan lista que seguramente dejarías que te follara de pie ahora mismo. No es así, ¿Anna?-. Sin alcanzar a responder, recibí una descarga eléctrica cuando él se arrodilló, y no dudó en soplar por encima de mi clítoris y luego, adentrar su lengua entre mis pliegues. Tenerlo arrodillado, con una de mis piernas sobre su hombro y con mis dedos tirando de su cabello, mientras asaltaba mi coño, sería una imagen difícil de borrar de mi mente.- ¡Harry!-. Grité un par de veces en cuanto me vine estrepitosamente sobre su boca, en tanto mi cuerpo se veía colapsado de tanto placer.
-Eres tan receptiva, Anna, que se me hará imposible no estar entre tus piernas a cada rato. Parece que deberé joder un par de veces tu coño, querida esposa-. Sintiendo espasmos en mi vientre con solo escucharlo hablar, dejé que se encargara de sacarme el vertido y que me pusiera a disposición de lo que vendría en cuestión de minutos. - Tengo tantas ganas de follarte, cariño, que casi me vengo en mis propios pantalones-. Confesó, mientras se despojaba de su ropa y la dejaba en el suelo junto a la mía.
-Por favor, Harry. Hazlo ya-. Dije, en cuanto vi su longitud, la cual acarició con sus dedos e hizo que mi centro temblara de anticipación. Tomándome el atrevimiento de tocar mis senos, me removí debajo de su cuerpo en busca de algo de fricción. Me estaba volviendo loca.
-Ten por seguro que una vez que tu coño sea mío, rogarás para que jamás salga de él-. Murmuró, antes de alinear su polla con mi centro y hundir intuitivamente la punta. Así, poco a poco, esa sensación de calor y de humedad se vio potenciada por mi estrechez, que hizo que su cuerpo temblara de excitación.- Te sientes tan bien, cariño. Tan bien...-. Gimió, antes de comenzar con sus primeras embestidas, que generaron incomodidad en un principio pero que luego acumularon, granito tras granito, la inmensa necesidad de venirme. Jadeando por el empeño que ponía para joderme, salí a buscar sus embestidas y cuando menos lo esperé, estaba a horcajadas, subiendo y bajando sobre su polla, mientras mis pechos rebotaban frente a su rostro. No sabía cómo habiamos llegado a ese punto, pero solo rogaba que jamás me aburriera de esto. Quería estar sobre su polla o con ella dentro de mi coño por siempre. -Estoy tan cerca, amor... tan cerca de llenar tu coño de mi semilla. No te imaginas cuántas veces me masturbé con esa imagen-. Asintiendo energéticamente, reboté un par de veces más, antes de apretarme a su alrededor y tener mi segundo orgasmo. Tales contracciones sirvieron para que comenzara a expulsar a largos chorros su semen, que las paredes de mi vagina absorbieron rápidamente, a la vez que algo de este se escurría por mis muslos. Sin embargo, no me sentía totalmente satisfecha, y Harry lo descubrió.
-Date la vuelta-. Ordenó de golpe, haciendo que me sobresaltara. Sin dudarlo dos veces, le dejé una vista privilegiada de mi coño recién follado y con restos de su propio semen.- ¿Sabés lo que les hacen a las niñas caprichosas, amor?-. Negando con la cabeza, él frotó la palma de sus manos por el contorno de mi cadera, haciendo que me perdiera en sus caricias por un segundo.-Se las vuelve a follar una y otra vez hasta que su coño esté tan inflamado y rojo, que cuando tengan problemas para sentarse, recuerden nitidamente quién es el que tiene el control-. Sintiendo cómo mis fluidos comenzaban a gotear de mi centro, supe que nuevamente estaba preparada para su juego. Dejando que me manejara a su antojo, me tuvo con el trasero en el aire y con mi rostro encima de los pétalos en cuestión de segundos, para que, sin previo aviso, me penetrara desde atrás. Gimiendo una y otra vez por el mínimo roce, sentí que me partía en dos en ese nueva posición, en la cual su polla parecía ser más grande y larga todavía.-No sabés la preciosa imagen que tengo ahora de nosotros mismos. Creo que para ser nuestra primera noche de casado, las cosas marchaban más que bien-. Agregó, haciendo que concordara con él, pese a que ya no tenía nada de cordura.
Dejándome llevar por el juego, Harry atrasó todo lo que pudo mi propio orgasmo, a la vez que apresuraba el suyo, para cumplir con su promesa: iba a estar llena de su esperma y con mi coño adolorido de tanto recibir su polla. Y vaya que no mintió.
Recién en la cuarta follada, acepté que tenía suficiente y que mi coño estaba lo suficientemente sensible para soportar una descarga más.
-Tengo tan cargado los testículos que me vendré una vez más, Anna-. Intentando decirle que ya tenía suficiente, no pude mover ni el dedo meñique del pie, cuando sentí que eyaculaba otra vez en mi interior. Para ese momento, su propio semen estaba esparcido por todo mi coño, mis muslos y mi monte de Venus, formando una gruesa capa blanca y cremosa.
-Fellz noche de casados, Anna-. Susurró, con tono burlón, antes de acomodarnos en la cama y recobrar un poco la respiración, antes de ir por el champán, los bombones y un almohadón para sentarme. Si así iban a ser los demás días, podía hacer esto por el resto de mi vida, aunque mi coño jamás volviera a tocar un silla en su vida.

Holaaa. ¿Cómo están? Espero que mejor que yo, por lo menos. (Se tiraba abajo desde el principio. 😂)
Luego de tanto tiempo, he vuelto y con este maravilloso one shot, ya que estamos cerca de las 100 mil leídas (Algo que todavía no puedo creer. Ustedes, ¿sí?)
Por otro lado, no quiero irme sin agradecer los mensajes de felicitación por mi cumpleaños y los mensajes tan hermosos que me dejaron anteriormente. Son maravillosas en todo sentido, amores míos.
Por último, quiero decirles que tengo dos one shot más en proceso y creo que serán los últimos. Los quiero hacer como una especie de extra, ya que formarían parte de la vida sexual que ya llevan Anna y Harry con los demás. Uno de ellos tiene que ver con Zayn, ya que solo lo incluí en uno de los one shot (el cual nadie comentó si estaba bueno o no) y otro, con algo asociado a la maternidad. Déjenme saber cuál creen que debe ser el siguiente.

Les mando muchos besos.

Matt.

One Shots H. S. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora